miércoles, 20 de octubre de 2010

durante 18 años no sucedió nada. ni una sóla construcción. ni un sólo camino. es que ILO es sólo un símbolo. totalmente impracticable por el costo y..

La imagen de Evo Morales junto a Alan García saludando a orillas del mar, en el puerto peruano de Ilo, no puede dejar de vincularse a lo sucedido el 24 de febrero de 1992, cuando los presidentes de ambos países, Jaime Paz Zamora y Alberto Fujimori, sellaban un acuerdo mediante el cual, Bolivia obtenía grandes facilidades para utilizar una playa de cinco kilómetros que fue bautizada como “Boliviamar” para construir un puerto propio, que ayude a aliviar la mediterraneidad del país y superar las restricciones que debe soportar el libre tránsito de mercaderías, por el Tratado de 1904 con Chile.
Han pasado 18 años desde aquel hecho que fue calificado como histórico, porque Bolivia no sólo parecía superar el enclaustramiento marítimo, sino que afianzaba los lazos de amistad y cooperación con uno de los mejores aliados que ha tenido Bolivia a lo largo de su historia. Lamentablemente, de aquel tratado apenas queda como testigo un gigantesco monumento de hierro que hoy está corroído y a punto de derrumbarse, ya que los sucesivos gobiernos no construyeron ni un solo muelle para cargar y descargar los barcos que supuestamente iban a llegar a montones a ese puerto.
En 18 años, la diplomacia boliviana, cuya prioridad fundamental debería ser el tema marítimo, mantuvo la misma conducta errática de siempre, que no la llevó a ninguna parte. Los exportadores y comerciantes bolivianos siguieron usando los puertos chilenos, tal como lo determinaron aquellos gobernantes y sectores dominantes de la política andinocentrista que rifaron las aspiraciones marítimas en 1904, mientras que Chile afianzaba, como lo hace muy claramente en la actualidad, la posición de que a Bolivia no le va a otorgar jamás soberanía sobre los territorios que fueron usurpados en la Guerra del Pacífico de 1879.
Los gobernantes bolivianos nunca han manejado una política coherente frente a Chile y se han mantenido con movimientos pendulares de acercamiento y tensión, dependiendo, sobre todo, de la conflictividad interna que han enfrentado los gobiernos de turno. El tema marítimo siempre ha sido el “caballito de batalla” que constantemente ha servido de manera muy efectiva para crear efervescencia en la población y desviar la atención sobre las infaltables crisis políticas.
En este contexto, Bolivia es la única que pierde. El país no sólo se mantiene enclaustrado, sino que en esta ruta diplomática tan pedregosa, se pierden grandes oportunidades, como ocurrió con Ilo en estas dos décadas o como sucedió el 2003 con un gigantesco proyecto energético. Desde el punto de vista comercial, tampoco se aprovecha la complementariedad que podría haber con Chile y no se incursionan en alternativas que ayuden a superar las barreras del transporte, como podría ocurrir con la hidrovía Paraguay-Paraná.
La llegada de Evo Morales y la postulación de su famosa “diplomacia de los pueblos” generó algunas esperanzas de poder avanzar con Chile. Lamentablemente todo se quedó en artilugio mediático. Chile afianzó internacionalmente la posición de que “a Bolivia no le debe nada” y al presidente Morales se lo ve hoy, en Perú, replicando imágenes repetidas del pasado que no prometen mucho.

La llegada de Evo y su ‘diplomacia de los pueblos’ generó esperanzas de avanzar con Chile. Lamentablemente todo fue un show. (Editorial de El Dia de Santa Cruz, Bolivia)

sábado, 2 de octubre de 2010

Chile no puede firmar ningún protocolo con la Cancillería que mencione compensaciones por las aguas del Silala. paso atrás en las relaciones

Chile no aceptó incluir en el texto del acuerdo inicial con Bolivia la deuda histórica sobre el uso de las aguas del Silala, la reunión binacional a propósito de este tema acabó sin la aceptación de la Comisión del vecino país de incluir este punto exigido principalmente por el departamento de Potosí.

“En esta ocasión, Bolivia planteó un artículo transitorio en el borrador del texto del Acuerdo Inicial, a través del cual se debería definir el monto y la forma de erogación por parte de la República de Chile respecto del uso pasado de las aguas del Silala.”, señala una nota oficial de la Cancillería.

“La Delegación de Chile manifestó su disconformidad con el precitado artículo transitorio y con su incorporación en el texto borrador del Acuerdo Inicial.”, añade el texto.

La reunión del Grupo de Trabajo sobre la temática del Silala conformado por Delegaciones Técnicas de Bolivia y Chile.se llevó a cabo el 30 de septiembre y el 1 de octubre,

En lareunión la delegación boliviana ratificóque existen obligaciones por parte de Chile respecto del uso de las aguas bolivianas del Silala en el pasado y que éstas deberían ser compensadas económicamente.

En el encuentro además Bolivia introdujo la problemática del rio Lauca para lo cual solicito que se instalen en dicho río, estaciones hidrométricas conjuntas, en un plazo de 120 días. Chile está considerando esta solicitud.

”Lamentablemente la Delegación chilena no se mostró dispuesta a suscribir el Acta, aduciendo que carece de la autorización por parte de sus autoridades superiores, respecto a los planteamientos bolivianos antes mencionados.”, concluye la Cancillería.

lunes, 20 de septiembre de 2010

editorial de Los Tiempos puntualizando lo sensible de un manejo poco claro de la política internacional con Chile


Siendo un tema tan importante para la sensibilidad colectiva, bueno sería que el Gobierno comparta con la ciudadanía los criterios que guían su política exterior

El presidente del Estado ha participado en los actos centrales de la conmemoración del bicentenario de Chile. Además, se han trasladado efectivos del Regimiento Colorados a Santiago con este mismo fin. Y ello, sin que aún se hayan repuesto las relaciones diplomáticas entre ambos países.

Se trata, sin duda, de iniciativas que provocan en el país –y en no pocas ocasiones en el mismo Chile– reacciones dado el enclaustramiento boliviano por la Guerra del Pacífico, en la que el país perdió su salida al mar y lo que los entendidos denominan “cualidad marítima”. Para unos, todo es positivo porque se trata de acciones que acercarían a Bolivia al mar. Para otros, en cambio, se trata de iniciativas peligrosas; peor aún si consideran que los gobernantes chilenos sólo se aprovechan de nuestras muestras de buena fe.

Es precisamente por esta polarización que los sucesivos Gobiernos han manejado siempre con pinzas las relaciones con Chile y porque de sus resultados dependerá en mucho su reproducción en el poder, mientras que si fracasan comienza un proceso de deslegitimación de las autoridades circunstanciales.

El Gobierno boliviano, en líneas generales, ha profundizado una política de acercamiento a Chile desde 2006, incluso sin consideraciones de carácter ideológico (como ha sucedido, por ejemplo, con las relaciones con otros países), política impulsada, por lo demás, desde la recuperación democrática en ambos países, salvo en un corto interregno entre 2003 y 2005, tiempo en el que se volvió a privilegiar, casi con exclusividad, las relaciones con Perú, el tercer actor fundamental para alguna vez poder contar con una salida soberana al mar.

En este contexto, no resulta extraña la presencia del presidente del Estado ni la del regimiento escolta presidencial en los festejos chilenos. Es más, se puede presumir que se trata de una consecuencia lógica de los distintos encuentros bilaterales que las autoridades de segundo y tercer nivel de ambos países han sostenido en los últimos tiempos.

Sobre la base de esos antecedentes, se puede afirmar que lo importante no es reflexionar tanto sobre la presencia del presidente Morales y de los efectivos del Regimiento Colorados en Santiago, sino a qué estrategia responde el mensaje que se emite con estos actos para alcanzar el objetivo central de cualquier relación con Chile desde 1879: recuperar una salida al mar.

De ahí que se debe sugerir al Órgano Ejecutivo, encargado de las relaciones exteriores, compartir con la ciudadanía su visión de las negociaciones con Chile para así crear las bases que impulsen y sostengan los costos políticos que conllevan acciones de esta naturaleza. Más aún sabiendo que mantener un secretismo sin sustento sólo aumenta las susceptibilidades que obstaculizan a que se genere comprensión y, sobre todo, adhesión a lo que se hace.

En resumen, lo importante será el resultado que se obtendrá de estas negociaciones; que éste no será obra de la casualidad ni de lo avatares, sino de una metodología de trabajo rigurosa y profesional. De esta manera, si es parte de ésta, habrá valido el esfuerzo desplegado para que el Presidente y el Regimiento Colorados vayan a Santiago en ocasión de su bicentenario.

domingo, 12 de septiembre de 2010

traición a la Patria. Evo a Chile para celebrar Su bicentenario. qué le debemos al salteador de territorios que no sea nuestro enclaustramiento?

Evo tiene lista “agenda bicentenaria”, estará en los festejos de Cochabamba y Chile

El presidente Evo Morales iniciará la próxima semana una apretada agenda de eventos nacionales e internacionales, que comenzarán con la celebración del Bicentenario en Cochabamba, luego una celebración de las mismas características en Chile y finalmente viajará a Nueva York para participar en la Asamblea General de la ONU, así lo hizo conocer el vocero de Palacio, Iván Canelas.

“Va a participar activamente en el aniversario del departamento de Cochabamba”, explicó el vocero de Palacio detallando que este fin de semana entregará varias obras en el departamento cochabambino, actividad que se extenderá hasta el lunes. El martes participará de la Sesión de Honor del Concejo Municipal.

“El día martes que es ya 14 de septiembre el día en que se va a recordar el Bicentenario va a estar participando en todas las actividades programadas para esa fecha desde las 7 de la mañana en compañía de las autoridades de ese departamento y de autoridades municipales y otras que han oficializado su presencia”, explicó.

Sobre su viaje a Chile, Iván Canelas también confirmó la participación del mandatario en la fiesta que se realizará en Santiago el 18 de septiembre.

“También estará participando de los actos que ha programado el hermano país de Chile, él ha aceptado la invitación que le hizo verbalmente y formalmente el presidente (Sebastián) Piñera”, dijo.

En el caso de Santa Cruz, el vocero reiteró que sus compromisos de participación en la Asamblea General de la ONU que coinciden con su Bicentenario impedirán que participe, pero confirmo que en su lugar estará el vicepresidente Álvaro García Linera.

Sin embargo Canelas no descartó que Morales participe de la inauguración de la Expocruz 2010. (Aparece en Fides hace pocas horas)


viernes, 3 de septiembre de 2010

Traición a Bolivia. Una consulta popular prohibe la exportación de gas a Chile, sin embargo de ello Evo está preparación la traición al mandato

Reconfirmado: el gobierno busca exportar gas a Chile

Lo hemos repetido hasta el cansancio desde esta columna: el gobierno de Evo Morales, que probablemente no existiría de no haber sido por los movimientos de octubre de 2003 contrarios a la exportación de gas a Chile, se alista a hacer exactamente eso. Ahora es el presidente de YPFB, Carlos Villegas, quien de manera desembozada afirma que “con la planta de separación de líquidos del Gran Chaco nos vamos a convertir en exportadores de Gas Licuado de Petróleo y, por esa razón, necesitamos un sistema de transporte de Sica Sica (La Paz) a Arica (Chile)”. Dice Villegas que “por esa razón vamos a construir a través de YPFB Transporte un propanoducto, que permita incrementos graduales en la capacidad de transporte en los tramos Madrejones-Santa Cruz; Santa Cruz- Sica Sica; Sica Sica-Arica”. Según la información divulgada por el presidente de Yacimientos, la planta de fraccionamiento de licuables del Gran Chaco permitirá extraer 1.250 toneladas día de gas licuado de petróleo y 2.224 Barriles Día de Gasolina. Este complejo permitirá procesar un caudal máximo de gas natural en el primer módulo de 14.5 millones de metros cúbicos día. La voluntad popular expresada en el referéndum de hidrocarburos del 2004 parece haber sido enterrada.

notishots@gmail.com

miércoles, 1 de septiembre de 2010

el texto ha sido entregado por los medios oficiales referido a la asistencia de Evo en el Bicentenario de Chile. la pregunta es qué cosa hay justa?

El presidente de Bolivia, Evo Morales, asistirá a la conmemoración por el Bicentenario de la Independencia chilena, confirmó hoy aquí la ministra vocera de la presidencia, Ena von Bauer.

Junto a Morales había sido anunciada también la presencia de su homóloga argentina, Cristina Fernández, en la celebración central del próximo 18 de septiembre.

Según precisó Von Bauer, se espera la confirmación en los días venideros de mandatarios de otras naciones.

Detalló que la conmemoración contempla un simbólico reencuentro de los próceres Bernardo O’Higgins y José Miguel Carrera y el izamiento de una bandera gigante frente al Palacio de La Moneda.

Con motivo de los festejos patrios se prevé plantar 17 millones de árboles nativos en todo el territorio nacional y construir una cifra de memoriales como tributo a las víctimas del terremoto de febrero último.

Queremos que sea una fiesta de unidad nacional, remarcó la vocera oficial chilena.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Chile muy por encima del Estado Pluri...moderno, capitalista y occidental pone todo a favor de sus ciudadanos. aquí no podemos apagar incendios

Cuando los hechos deciden hablar por sí mismos, no existe discurso “plurinacionalista”, “pachamamista” o “evista” que valga.
Muchas son las afirmaciones demagógicas que, a tono con otros gobiernos representantes del tercermundismo, como el de Venezuela, ha hecho y hace el gobierno boliviano respecto de la República de Chile.

Referencias a un supuesto sometimiento al imperialismo y al “satánico” modelo neoliberal, desprecio hacia su dinámica económica capitalista y de mercados libres, son algunos de los elementos que se incorporan en el discurso oficial cuando de hablar de Chile se trata.

Sin embargo, todo ello es refutado y queda sin efecto cuando la realidad demuestra que todo el camino recorrido por la República de Chile hasta hoy, la ha puesto en un sitial que está muy por delante del lugar en el que se encuentra el Estado Plurinacional de Bolivia. Los hechos son los que terminan por desbaratar e invalidar cualquier tipo de desdén con el que se quiera mirar a un país que día a día demuestra su excelencia, como es Chile.

Mientras que Bolivia carece de las capacidades mínimas para proteger sus reservas forestales y biológicas del fuego, presenciando cómo alrededor de 25.000 focos de calor extinguen más de millón y medio de hectáreas de biodiversidad sin poder hacer nada, y mientras que clama por ayuda a Brasil y Argentina para sofocar los incendios, la República de Chile continúa viento en popa el rescate de 33 mineros atrapados en un yacimiento de oro y cobre, por sus propios medios, mostrando autonomía para resolver responsablemente cualquier desastre que se le ponga en frente.

Mientras que el presidente Sebastián Piñera anuncia que se ha establecido comunicación con ellos, y que se encuentran en buenas condiciones dentro de un refugio preparado para emergencias entre tanto se prepara una nueva sonda para mejorar la comunicación, y poder proveerles de agua y alimentos especiales hasta su rescate, la ministra de Desarrollo Rural, Nemesia Achacollo, admite su total incapacidad para controlar el desastre ambiental boliviano, anunciando que sólo las lluvias podrán apagar los incendios.

La República de Chile, moderna, capitalista y occidental, pone la tecnología al servicio del hombre, y utiliza los avances de la ciencia para completar los pasos: comunicación, alimentación y rescate.

El Estado Plurinacional de Bolivia, anticolonial, antiimperialista y comunitario, no cuenta con recursos tecnológicos ni científicos para salvar su biodiversidad y, aparentemente, tampoco cuenta con dioses incas, originarios e indígenas que, a través de ritos sagrados, k’oas y sahumerios con coca, callahuayas y amautas mediante, logren hacer llover sobre los incendios para salvar la honra de la “madre tierra”.

En los últimos años, Evo Morales se ha presentado ante la comunidad internacional pretendiendo que su moral, valores y principios serían superiores a todo lo logrado por occidente. Ha pasado por instituciones y foros internacionales con un aire de superioridad, menospreciando a todo país que no esté alineado con su delirante ideología pero, sin embargo, no es capaz de salvar a la pachamama de ser quemada.

El gobierno chileno, en cambio, se dedica a asumir sus propias responsabilidades sin fijarse demasiado en lo que otros hacen o dejan de hacer, y sin tratar de dar lecciones de moral o gobierno a los demás países. Los hechos han hablado.

El autor es analista político. | lizandrocolmos@gmail.com

lunes, 16 de agosto de 2010

Demasiado suave y generoso el cuestionario de La Razón al Canciller. no profundiza la agenda 13 que "no admite soberanía" vamos a ir gradualmente...


El Canciller David Choquehuanca atendió en su despacho a La Razón. Por casi una hora habló sobre la nueva política diplomática que encara el Gobierno con los países. Se refirió específicamente a Chile, Estados Unidos y Perú. Destacó los logros que consiguió el país en materia diplomática pues varias de sus propuestas fueron consideradas y aprobadas en distintos organismos internacionales, como la resolución de las Naciones Unidas que declaró el agua como un derecho humano. Cuelga el teléfono y anuncia que debe reemplazar al presidente Evo Morales en un acto. Se sienta y con una amable sonrisa, el ministro de Relaciones Exteriores, David Choquehuanca, comienza el diálogo con La Razón, en el que revela que la estrategia boliviana para solucionar el conflicto marítimo con Chile es avanzar gradualmente en la recuperación de un territorio soberano de salida al océano Pacífico.

La posición fue mencionada en medio de declaraciones de autoridades chilenas que aseguraron que la solución al conflicto centenario está cerca, aunque con la imposibilidad de otorgar soberanía por prohibiciones constitucionales de su país. El Canciller también habla de las relaciones con Estados Unidos y Perú, además de evaluar los más de cuatro años de su gestión al frente del ministerio.

- ¿Cómo evalúa la relación con Chile, cree que en su gestión se logró algún avance en la temática marítima? - Ya han pasado más de 100 años y durante este tiempo no hemos discutido oficialmente el tema marítimo con Chile. Apenas llegamos nosotros al Gobierno hemos logrado incorporar de manera oficial... Hemos decidido construir la confianza mutua porque creemos que tenemos que generar un espacio, un momento propicio para abordar con confianza este tema que es tan sensible para Chile como para nosotros y hemos decidido no politizar este tema, sino encarar con responsabilidad, no generar falsas expectativas sino trabajar responsablemente y estamos avanzando positivamente. En la última reunión, ya en la gestión del presidente (Sebastián) Piñera, se ratifica esta agenda donde está incorporado el tema marítimo... Estamos trabajando, no queremos generar expectativas, queremos ser responsables en este tema; sin embargo, hacemos conocer las actas de estos encuentros binacionales, de esta comisión mixta Bolivia Chile que está a la cabeza de los vicecancilleres y en la última reunión en la ciudad de La Paz, en el tema marítimo dice que ya estamos en tiempos de trabajar propuestas concretas, factibles y útiles. El presidente Piñera ha anunciado que hay una posible visita a Bolivia en noviembre de este año, ojalá podamos avanzar y se pueda anunciar resultados de estos avances, pero estamos encaminando positivamente. -¿Hay ya algunas propuestas de Bolivia y Chile para solucionar este conflicto? - En el tema marítimo con Chile hemos dicho que no vamos a trabajar a través de los medios de comunicación. Debo mencionar que ha habido avances con Chile y cuando consideremos oportuno los daremos a conocer a nuestros pueblos. - ¿Cómo califica la postura del presidente Sebastián Piñera frente a la que tenía cuando era candidato? - Nosotros no trabajamos con personas, trabajamos con representantes de Estado y el hecho de que haya ratificado la agenda de los 13 puntos la nueva administración encabezada por el presidente Piñera es muestra de eso, de que estamos trabajando seriamente este tema y el hecho de que el presidente Piñera haya ratificado (la agenda) es porque está recogiendo el sentimiento de nuestros pueblos. En Chile, si nosotros analizamos qué pensaban las Fuerzas Armadas hace cinco años atrás y cuál es la opinión de las Fuerzas Armadas para resolver este tema ahora, vamos a encontrarnos con respuestas bien positivas para Bolivia. Empresarios, académicos, estudiantes, pueblo, organizaciones hoy hablan de mar para Bolivia; hemos avanzado harto y los gobiernos simplemente reflejan este sentimiento de los gobiernos. - ¿Considera que usar el término soberanía complica la negociación con Chile? - Nosotros tenemos un mandato, no podemos ir contra la Constitución Política del Estado, pero vamos a ir avanzando gradualmente, gradualmente en todos los temas. Ya conocerá el pueblo boliviano cuando presentemos (la propuesta de acuerdo) cómo vamos a avanzar gradualmente para tener acceso a las costas del océano Pacífico. - En el caso del Silala, ¿ya hay una respuesta?, ¿se va a firmar el acuerdo? - Hemos logrado concluir un acuerdo inicial que lo hemos puesto en consideración del pueblo boliviano. El departamento de Potosí, las organizaciones de Santa Cruz, de todas partes, nos han solicitado que podamos nosotros incorporar el problema de la deuda histórica... Vamos a trabajar, se va a establecer un grupo de trabajo, para sentarnos nuevamente para ver el tema del Silala, estamos en ese momento. - Hubo versiones de prensa en sentido de que Chile había descartado el preacuerdo del Silala. ¿Conoce algo del tema? - No hay que creer en versiones de prensa (sonríe), nosotros tenemos comunicación oficial, eso es lo que vale. Ambos gobiernos hemos concluido ese acuerdo inicial y ambos gobiernos teníamos que, de manera soberana, ver cómo llevamos adelante la socialización. Ellos han manifestado que estaban conformes y nosotros hemos propuesto el tema de la deuda histórica y nos hemos puesto de acuerdo para sentarnos (nuevamente) en una mesa de diálogo. - En este momento, ¿se puede hablar de vender gas a Chile? - Yo no soy el ministro del área, en la agenda de los 13 puntos no está el tema gas, pero no significa que no podemos hablar nosotros de ese tema en algún momento. EEUU. El Canciller se refirió también a la relación con Estados Unidos, aseguró que se avanzó en más del 90 por ciento de acuerdo de relacionamiento. - ¿Cómo evalúa la relación con Estados Unidos? - Con Estados Unidos hemos decidido tener una relación de respeto mutuo. En el pasado hemos tenido lamentablemente una relación de sometimiento hacia los Estados Unidos; si miramos un poco atrás vemos cómo desde la Embajada se definían quiénes van a ser los ministros en las diversas áreas, no había un control sobre la cooperación y, viendo estos antecedentes, hemos decidido que la cooperación tiene que ser definida de Estado a Estado... Gracias a la decisión de los gobiernos de Estados Unidos y de Bolivia estamos trabajando un nuevo acuerdo marco, y el título de este nuevo acuerdo es Acuerdo Marco entre Bolivia y Estados Unidos de Respeto Mutuo. - ¿Qué se establece en ese acuerdo marco? Se establecen principios, luego se define que la cooperación debe ser de Estado a Estado; las áreas geográficas las identificamos de Estado a Estado, los ejecutores definimos de Estado a Estado, además es en el marco de las legislaciones nacionales; en el pasado teníamos un acuerdo marco que no contempla estos elementos, queremos tener relaciones con todo el mundo y con Estados Unidos queremos mejorar las relaciones, pero queremos relaciones no de sometimiento, no de intromisión, queremos relaciones de respeto a las leyes nacionales, de respeto a la soberanía, queremos que la cooperación ayude a alcanzar los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo y además que sea definida de Estado a Estado. Estamos trabajando, ellos están analizando en sus respectivas oficinas y seguramente en estos días nos van a hacer llegar las últimas propuestas. Una vez que terminemos este acuerdo vamos a poner en consideración del Gobierno boliviano y ellos pondrán en consideración de su Gobierno. - ¿Cuándo se firmará el mencionado acuerdo? - Depende, estamos esperando la respuesta de los Estados Unidos, una última versión. Hay avance de más del 90 por ciento, ya sólo faltan pequeños detalles de forma que tenemos que resolver en el acuerdo final. - Inmediatamente se firme el acuerdo, ¿se repondrá a los embajadores? - No queremos adelantar, queremos primero firmar el acuerdo marco, desde luego que una vez firmado el acuerdo marco, teniendo reglas claras en nuestra relación, tienen que volver los embajadores. - En el acuerdo ¿se trabajó para recuperar el ATPDA? - Con Estados Unidos tenemos que trabajar un acuerdo comercial de largo aliento, necesitamos tener nosotros el mercado norteamericano porque es importante y en el acuerdo se establece que tenemos que trabajar un acuerdo comercial de largo aliento. Perú. Otro de los temas que abordó el Ministro de Relaciones Exteriores fue la relación con Perú. Aseguró que pese a las diferencias políticas se encontró la ruta para que los gobiernos de Evo Morales y de Alán García caminen juntos. - ¿Se ha superado las diferencias con el Perú? - Es bueno que existan diferencias, si a la ciencia no se la contradice, la ciencia no avanza y siempre hay diferencias con todos los países; ni las dos gotas de agua son iguales, no podemos pensar igual, pensamos diferente, tenemos diferentes niveles de desarrollo, tenemos diferentes visiones económicas, tenemos diferente filosofía, ellos están con los tratados de libre comercio, nosotros estamos con la propuesta de comercio complementario, justo, entonces siempre hay diferencias. El asunto es reconocer estas diferencias, respetar estas diferencias y a pesar de tener diferencias poder caminar juntos. Es importante para nosotros consolidar las relaciones con los países vecinos, queremos mejorar todos los días la relación. - ¿Se llegó a algunos acuerdos con ese país? - Con Perú hemos establecido una agenda de varios puntos, tenemos varios temas que abordar y encontramos una apertura, una actitud muy positiva del actual Embajador (Manuel Rodriguez Cuadros) que ayuda a que nuestras relaciones puedan mejorar, podamos abordar en el marco del diálogo todos los problemas. gestión. Tras cuatro años y siete meses de estar a la cabeza del Ministerio de Relaciones Exteriores, Choquehuanca reveló los problemas que tuvo que enfrentar, pero también sus logros y las tareas que debe encarar. - ¿Cómo califica los cuatro años de su gestión? - Primero han sido cuatro años de aprendizaje, de nuevas experiencias, de conocimiento de la realidad nacional e internacional, de manejo de temas relacionados con la política exterior... Ahora nuestros embajadores no solamente están en las cenas diplomáticas, sino tienen una relación activa con grupos de la sociedad civil... Hemos tenido varios logros... entre ellos podemos mencionar que Naciones Unidas haya reconocido al planeta como la Madre Tierra... Se ha logrado una resolución de que el agua y el saneamiento básico son derechos humanos. - ¿Cuáles son los principales obstáculos que ha enfrentado en esta cartera? - Ha habido varios problemas como que de pronto nos encontramos con falta de políticas (de Estado)...Todavía no estamos organizados, no tenemos profesionales que tengan capacidad de seguimiento, que quieran a Bolivia y, por la falta de capacidad de seguimiento, muchas veces perdemos oportunidades. En la Cancillería no encuentro abogados internacionalistas, tenemos que contratar muchas veces bufetes internacionales para encarar estos arbitrajes internacionales o para analizar algunas demandas que nosotros podemos hacer, es decir, carecemos, no hemos formado equipos cualificados en diferentes áreas, no sólo estoy hablando de Derecho Internacional, es decir, no tenemos especialistas, expertos que puedan ver Latinoamérica; por ejemplo, no tenemos un experto que esté viendo todos los días, que conozca muy bien (la temática de) Chile, tenemos dificultades, necesitamos cualificar a nuestro personal. En la Cancillería se supone que todo el mundo, ya que son egresados de la academia diplomática, deben hablar inglés, francés, alemán, idiomas, pero de pronto nos encontramos que no dominamos estos idiomas. ¿Cuáles son sus retos? - La Constitución Política del Estado nos da tareas, tenemos que readecuar todos los tratados internacionales a la Constitución, tenemos que adecuar los tratados de inversión, tenemos que ver cómo se implementan las autonomías en torno a las relaciones exteriores, hacer conocer la diplomacia de los pueblos.

domingo, 15 de agosto de 2010

Salazar Paredes parece vislumbrar un acuerdo con Chile que pase por el trueque y la carencia de "soberanía" (ver a la derecha nuestra opinión)

vuelve a la carga Fernando Salazar. que se debe aceptar el canje. insistimos que no. que sería claudicar. ver nuestra opinión a la derecha

Tradicionalmente, se pretende una salida libre y soberana al Pacífico. Una solución que no sea soberana es considerada inaceptable. Chile alega que está impedido a ceder soberanía de cualquier parte de su territorio y, por tanto, ello imposibilita que nuestra pretensión sea atendible. Según esta limitación, nadie puede arrogarse la facultad de disminuir el territorio chileno. Ello se reflejó cuando Pinochet, que tenía la suma del poder durante la negociación de Charaña, tuviera que recurrir al resorte del canje territorial para viabilizarla.
Si Chile accediera a ceder una franja territorial al sur de la línea de la concordia, esta solución tropezaría con la posición peruana apoyada en el Protocolo entre Perú y Chile de 1929 que hace expresa referencia a los territorios bajo sus “soberanías”. La experiencia nos demuestra que Perú ha buscado este argumento para empantanar no sólo las soluciones, sino también las menciones a posibles soluciones, como es el caso de las reservas o declaraciones que efectuó después de apoyar las resoluciones sobre el tema en la OEA.
Así, el obstáculo que impide avanzar en la solución del problema marítimo es el concepto de soberanía territorial que cada uno de los tres tiene y cómo lo maneja. Bolivia aspira —y lo considera un derecho— contar con salida soberana. En más de cien años no ha podido conseguir que Chile acceda, como reparación histórica, la salida soberana. Cuando se avanzó en este aspecto, la consulta al Perú impidió el avance hacia la solución. En la negociación de Charaña, Chile estuvo llano a encontrar una solución, aunque tuvo condicionantes que Bolivia no quería, ni podía, en ese momento aceptar: canje territorial.
Si Bolivia pudiera poner a un lado, aunque sea momentáneamente, el tradicional concepto de soberanía, la solución podría estar más cerca de lo imaginable. Si Chile no tuviera en su derecho interno el obstáculo que le impide la enajenación de soberanía en territorio a ser cedido a Bolivia, la solución sería practicable. Si Perú hubiera dado su consentimiento en Charaña, hace más de un cuarto de siglo que el problema tal vez hubiera estado resuelto.
Chile añadió la exigencia de canje territorial como una forma de superar la limitación jurídica interna y viabilizar, desde su perspectiva, la solución. La aquiescencia del Perú talvez hubiera sido insuficiente por la exigencia chilena del canje territorial.
En las relaciones internacionales priman los intereses. El interés del Perú es obvio y legítimo, quiere recuperar lo que fue suyo antes de que ese territorio sea cedido a un tercero, aunque éste haya sido su aliado en la contienda bélica que dio lugar a nuestro enclaustramiento geográfico.
Más allá de la utopía integracionista, la historia nos enseña que la solución posible al problema marítimo boliviano no pasa por un asentimiento peruano que, por razones internas y —por qué no decirlo— patrióticas, está imposibilitado de darlo.
Sólo quedaría por examinar una posible solución bilateral entre Chile y Bolivia en la que cada uno, por su parte, debe tratar de vencer el escollo emergente del tradicional concepto de soberanía territorial, aspecto medular que aleja la posibilidad de una solución equitativa al problema. Ésta sería la premisa para llegar, efectivamente, a lo que el Ministro de Defensa de Chile califica como el gran momento para resolver el tema marítimo con Bolivia en base a “soluciones factibles y realistas que puedan satisfacer las aspiraciones bolivianas, pero a la vez cautelar los intereses chilenos”.
fesapabol@gmail.com
Internacionalista
Fernando Salazar Paredes

sábado, 14 de agosto de 2010

desde Los Tiempos Gonzalo Mendieta Romero se refiere a las RRII con Chile y la visita de Piñera en octubre venidero

Los guiños de personajes chilenos, así como la futura visita del Presidente Piñera, revelan que con Chile estamos en punto caramelo. En este asunto, el gobierno ha tenido respeto por la experiencia histórica --una excepción--, antes que por sus obsesiones.

Contra la más fiera tradición nacionalista, con cuyos motivos suele alinearse, Evo optó por una vocación “practicista”, en la jerga que dividía hace un siglo a pragmáticos e integristas. Lo muestra, por ejemplo, la orfebrería del Artículo 267 de la Constitución.

En él, se cuidó de demandar sólo el territorio que dé acceso al mar, sin señalar cuál. Así, a tiempo de conservar un pie en la historia, puso otro en las posibilidades. Es difícil, empero, mantener esa comodidad. Sólo una posición pública resuelta puede liderar una solución.

El Embajador Gutiérrez, relatando las negociaciones de 1975, quizá con el ojo en compota, decía de los chilenos: “… personas muy cordiales, muy simpáticas, dispuestas a todo en medio de los eufemismos que permite el lenguaje; en el fondo, y como conjunto nacional, duros y escurridizos, buscando soslayar lo que no sea absoluta y excluyentemente conveniente a Chile”.

Chile no es de las Hermanas de la Caridad, lo que no es traba para negociar, sabiéndolo. La demanda peruana en La Haya es la gran picazón de la cancillería chilena, a la que convienen sus últimos acuerdos con Ecuador y la adhesión boliviana --una vez abierto su apetito-- a la disputa por la delimitación marítima. Si se nos ofreciera una franja al norte de Arica, la postura peruana en La Haya nos afectaría: lo ha dicho antes Chile en voz alta, con razón.

No hay que ser águila para ver la táctica chilena de aislamiento del Perú. Y, sin embargo, Bolivia debe pensar en sí misma. Perú lo ha hecho siempre, tan fría y calculadamente como Chile. Claro que nuestros deseos no tienen que ser usados sólo como instrumento (Perú tiene la palabra si la salida pasara por territorio antes suyo).

Al tratar con Chile sucumbieron varios, pero las más duras negociaciones fueron de los gobiernos bolivianos con Bolivia. Chile, por eso, quiere un interlocutor boliviano con sustento y presume que lo tiene.

Banzer y Pinochet --mal que nos pese por sus credenciales-- llegaron al punto más cercano a un acuerdo. Si se reabre el debate del canje territorial, los potosinos podrían abundar en reacciones como las de estos días o las que el preacuerdo del Silala --ese globo de ensayo de la diplomacia-- provocó. La oposición agitaría las banderas del patriotismo para anotarle una derrota al gobierno. Quizás apócrifamente, se le atribuía a Walter Guevara afirmar que si Banzer llegaba a un acuerdo con Chile, “se quedaría treinta años”, razón suficiente para evitarlo. Los temores que ha desatado el gobierno pueden jugar, entonces, en su contra.

Para negociar internamente, además de lo que la rutina burocrática ordena (seminarios, medios, sondeos, etc.), el gobierno debería compartir, si aún puede, las mieles de una probable negociación triunfante, para atenuar sus riesgos. Es poco atractivo de aliado un régimen que, en menos de cinco años, ya se habitúa a apretar las clavijas a sus detractores; menos si su horizonte se amplía por el mar. Y aun así, ¿quién puede negar que el país precisa aliviar su trauma, archivando el arrobo de la frustración?

El mar fue siempre usado para acusar al régimen de turno. Los liberales lanzaron la arenga fácil contra Baptista por el Tratado de 1895, que era mejor que lo que aquéllos obtuvieron en 1904 y lo que Chile ofreció después. En 1920, los republicanos --rama disidente y plebeya del liberalismo-- acusaron al “practicismo” liberal, para concluir en una ineficaz petición a la Sociedad de Naciones. No ha sido fructífero abstraerse de la sicología nacional ni negar la constatación histórica.

La salida realista es necesaria, cuidando las palabras y los símbolos. Quizá esta máxima pueda ayudar a todos: “No hay límite a lo que el hombre puede hacer, en tanto le importe un comino quién se acredite el triunfo”.

El autor es abogado

domingo, 8 de agosto de 2010

Fernando Salazar aboga por Charaña como acuerdo básico para seguir negociando salida al mar (Ver nuestro comentario a la derecha)

El general Juan Emilio Cheyre, comandante del Ejército de Chile entre 2002 y 2006, ha declarado a La Tercera de Santiago: “Sin duda, el tema de Charaña es una solución que en su momento fracasó, pero que es viable, tiene lógica, hace sentido, supone beneficios para todas las partes… es viable porque satisface una aspiración boliviana. Debería estar basada en una compensación territorial y generar una complementariedad donde Perú también ganaría si abandona su tradicional lógica de que los intereses bolivianos no podrían ser satisfechos con territorios que en el siglo XIX pertenecieron a Perú. Tiene lógica porque no atenta contra los conceptos de soberanía. No se ceden gratuitamente, sino que en función de objetivos complementarios”.
Cheyre pone en mesa una alternativa que amerita ser analizada dentro de parámetros realistas, tomando como partida la negociación de Charaña de 1975 a 1978. Complementa sus declaraciones con una precisión certera: “Aspiraría a que Perú y su diplomacia no se constituyeran en un obstáculo para las soluciones y el mejoramiento de las relaciones entre Bolivia y Chile; que Bolivia aproveche las facilidades que de manera concreta le ha ofrecido nuestro país y que han fracasado porque hay un tercero (Perú) que se interpone con soluciones paralelas que terminan, por una parte, abortando la medida que se estaba tomando y, por otra, dándoles algo que tampoco es conveniente para ellos”.
Charaña, a pesar de sus actores y del momento político que se vivía en los tres países involucrados, fue una negociación boliviana que contó con una estrategia seria y decidida. Para el político acostumbrado a sacar réditos y no arriesgar nada en función del interés nacional o para el ciudadano común para quien la perspectiva histórica es aplastada por sus necesidades cotidianas, seguramente Charaña es una frustración más en nuestro anhelo de retornar al Pacífico. Para el profesional de las relaciones internacionales, Charaña tiene mucho de rescatable y sobre lo que se puede construir a futuro. También contiene errores muy grandes que deben ser tomados en cuenta en negociaciones venideras. Lo bueno y lo malo de Charaña es un componente valioso que no puede dese-charse.
Sea cual sea en el presente o en el futuro la estrategia marítima boliviana, es preciso tomar en cuenta las lecciones que dejó Charaña y mirar hacia el futuro con realismo y optimismo, con unidad de criterio y seguridad en los planteamientos. Ya son más de cien años desde que Chile nos sometió a un enclaustramiento geográfico y, a pesar de este largo tiempo, perdura el ideal colectivo de retornar al Pacífico. Charaña se inscribe dentro de ese ideal; no alcanzó la meta de resolver el enclaustramiento, pero se convirtió en un hito de esa búsqueda de mar. Charaña es un eslabón en esa cadena que busca romper el encierro; su mayor aporte es, tal vez, el haber concienciado mejor al país y a la comunidad internacional sobre el grave impedimento que atenta contra el desarrollo de Bolivia y contra la consolidación de la paz en la región. Fue un empeñoso proceso que resalta lo óptimo de una negociación pero también, y lo más importante, señala errores y criterios equivocados que nuestra diplomacia no debe repetir. En resumen, toda acción de política exterior boliviana en pos de su reintegración marítima no podrá, en el presente y en el futuro, ignorar lo que Charaña buscó, fue y no fue.

jueves, 5 de agosto de 2010

hace ya 11 meses habíamos publicado el siguiente artículo que tuvo repercusión relacionado con el tratado secreto entre Bolivia, Perú y Chile que JPF.

Mauricio Aira

Se ha puesto en el tapete “los tratados secretos” que surgen como resultado de la Guerra del Pacífico y que se tramitan y suscriben entre Chile y Perú para cerrarle el paso a Bolivia cuando llegado el caso demande una salida soberana al MAR. Veamos la opinión de los entendidos. Primero de Juan Pereyra Fiorilo que escribió sendos estudios sobre nuestra reivindicación marítima y que cita documentos de indudable factura para afirmar: en 1929, Chile firmó un pacto secreto con Perú (el veto de 1929) por el cual se repartió Arica para Chile y Tacna para Perú . Se señala que ni Chile ni Perú podrán, sin previo acuerdo, ceder a una tercera potencia (Bolivia) los territorios señalados. Carlos Mesa en ejercicio de la Presidencia de la República pronunció similar afirmación.

Por si alguno pone en duda que el tal acuerdo secreto existe nombramos a historiadores destacados, incluyendo algunos chilenos que lo testimonian: Roberto Querejazu Calvo que escribiera el libro más documentado y voluminoso Chile enemigo de Bolivia antes y después de la Guerra del Pacífico, Joaquín Aguirre Lavayén, Miguel Angel Di Cio, Horacio Andaluz, Ignacio López Merino, José Gamarra Zorrillo, además de Pereyra Fiorilo y Carlos Mesa mencionados arriba. No se puede poner en duda la existencia del acuerdo que como lo calificara acertadamente Walter Guevara Arce, “es la llave con que el Perú cerró las puertas de salida al mar (del candado) que nos puso Chile”.

Cuando los cívicos potosinos organizan la defensa de las aguas del rio Silala situado en la cordillera de Los Andes antes del “divortio aquarum” que divide los territorios y por tanto en pleno suelo boliviano, se advierte el traspié de la administración Morales que despliega a su canciller Choquehuanca con un discurso conciliador ante la tribuna patriótica de los potosinos. “No hay ningún acuerdo definitivo. Tenemos cuatro años para negociar. Lo preliminar siempre se puede mejorar” y otras explicaciones parecidas que han logrado el efecto contrario a tranquilizar, han alborotado más aún el profundo sentimiento anti-chileno de las masas, quéchuas y aymaras que viven a lo largo de la extensa frontera con Chile. La duda persiste, pese a las reuniones con delegados del gobierno y cuando se ha declarado una huelga de hambre para conseguir hablar con el Presidente éste anunció que los recibiría. Un ingrediente extra contiene la declaración del Presidente García “es posible que exista ya un acuerdo entre Chile y Bolivia” puesto que no se explica la beligerancia de Morales en contra de Perú y la docilidad y sumisión frente a Chile.

Naturalmente que García no menciona, ni tampoco el Canciller chileno la existencia del pacto secreto, aunque se extraña el primero de no tener noticia oficial alguna. “no hay nada acordado, son especulaciones” ha dicho Fernández al anotar que Chile nunca ha firmado pactos bajo la mesa “con cultura de otros países, no es cultura chilena” lo que constituye una gran mentira porque el secreto de 1929 existe y no es cuento y ello había sido nomás parte de la cultura chilena. Preocupado el Canciller Fernández no tanto por consideración a sus vecinos, sino por la oposición interna, la proximidad de las elecciones y las peticiones de informe que no tardarán en aparecer.

Lo que diga el Gobierno en el ámbito nacional no tiene, es de lamentar, la importancia esperada. Porque la Administración ha dicho tantas mentiras, ha pronunciado tantas declaraciones y juramentos que más tarde se han mostrado como medias verdades o como burdas maniobras para engañar al soberano, cansado de no poder confiar en su propio gobierno.

Es posible que Chile, como lo hiciera muchas veces a lo largo de la post guerra se haya comprometido y ofrecido territorios al norte de Arica, previa compensación con tierras de Potosí ricas en minerales y agua dulce. El célebre Abrazo de Charaña entre Bánzer y Pinochet fue otra burla sangrienta con la faja territorial ofrecida, no obstante que Perú había dado su plácet inicial sugiriendo soberanía compartida fue rechazada por Chile que hizo abortar la negociación . (1975) ¿cómo podemos seguir creyéndole si repite el cuento del tío sin pausa? Choquehuanca que ha confesado su ningún apego a la lectura debería hacer un esfuerzo y referirse al Libro Azul de Mesa Quisbert que contiene la problemática. La recomendación vale para Evo Morales, quién ha confesado que ni siquiera lee periódicos “salvo cuando me lo sugieren concretamente” es decir los titulares.

La reacción de García Belaúnde no tardó: “No dramatizar. Es evidente que Morales ha tenido expresiones poco hirientes contra Perú. Ello no es nuevo, ha venido sucediendo desde el inicio, lo sensible es que ha ideologizado su política exterior” En Chile y Perú existe el convencimiento del uso político de su enfrentamiento cuando tramitaba su Constitución, el Referéndum y ahora las Elecciones de diciembre. En todo caso algo se viene cocinando a espaldas del pueblo boliviano.

domingo, 25 de julio de 2010

Otra vez Los Tiempos nos advierte y van cincuenta del hundimiento de la cúspide cónica del Cerro Rico. Estudiarán la topografía y mendigarán ayuda it.

El Cerro Rico de Potosí está a punto de desmoronarse. Es tan frágil lo poco que todavía sostiene ese cascarón vacío que aún le da su emblemática forma cónica, que nadie deberá sorprenderse si un día de éstos el paisaje de Potosí se queda sin el mayor símbolo de toda su fortuna y sus infortunios.

Las advertencias sobre la posibilidad de que se produzca la catástrofe no son nuevas. Desde hace ya mucho tiempo que expertos en temas geológicos y sensibles al valor intangible pero inconmensurable, desde el punto de vista histórico y cultural del Cerro Rico, tratan inútilmente de llamar la atención sobre el riesgo. Todo en vano.

Tampoco sirve de algo saber que durante los últimos doce meses se ha incrementado en un 50 por ciento la frecuencia de los hundimientos. Indiferentes, aún sabiendo que uno de esos derrumbes puede ser el último y que sus cuerpos pueden quedar enterrados, diez mil mineros siguen entrando a diario al subsuelo para abrir con dinamita más socavones de los que extraen miles de toneladas de plomo, plata y zinc.

Ante tan dramática realidad, las autoridades del sector prefieren seguir minimizando el riesgo y descalificando como “alarmistas” a quienes temen lo peor. Sin embargo, y a pesar de su escepticismo, han decidido hacer algo al respecto. Publicarán durante los próximos días una convocatoria para un estudio topográfico y luego iniciarán gestiones para mendigar en el exterior los recursos necesarios para pagarlo. Se prevé que dentro de unos cuantos años estarán listos para decidir qué hacer.

tomando en cuenta el mayor interés se podría pensar en el arrendamiento de un territorio en Chile para operar el puerto. propone Salazar Paredes

Albert Einstein solía decir que un problema sin solución es un problema mal planteado. En alguna oportunidad ya sostuve que, aparentemente, esto es lo que pasa con el así denominado problema marítimo boliviano. No se trata de un problema de ayer, por lo tanto obsoleto, o de hoy, consecuentemente, efectivo, sino que es también un problema del futuro porque afectará necesariamente a dos países que, juntos, pueden tener un mañana mejor, en amistad, justicia, seguridad y desarrollo.

Tampoco es un problema sin solución, pues es un problema que debe tomar en cuenta el equilibrio de intereses tanto de Chile como de Bolivia dentro de un marco de racionalidad política que resulte en un pacto de largo alcance que permita la cooperación entre dos países que se complementan económicamente de cara hacia un futuro político compartido.


Definiendo el concepto de soberanía territorial, concebimos que un Estado sea soberano respecto de un territorio en la medida en que goza del derecho de cederlo a terceros. El calificativo de “soberano” se aplica tanto a un Estado que sólo tiene competencia para ceder dicho territorio a un tercero como a aquel otro que goza sobre el territorio en cuestión de todas las competencias que el derecho internacional le puede otorgar.


Por supremacía territorial se comprende los derechos o competencias territoriales que un Estado posee respecto del territorio de un Estado extranjero. Un Estado puede concertar un tratado con otro a fin de otorgarle competencias en un sector de su territorio y permitirle efectuar actos de autoridad en lo correspondiente a las competencias cedidas. En la práctica convencional es posible hallar ejemplos de arrendamientos, administraciones de territorio y otras figuras análogas. Existen casos en que un Estado ha transferido a otro el ejercicio íntegro de sus competencias respecto de un cierto territorio, reservándose sólo la facultad de su cesión a un Estado extranjero.


En Chile resulta difícil y complicado, aunque no imposible, que algún gobierno se anime a disminuir su territorio para entregar una parte a Bolivia. En el supuesto caso de que lo hiciese por la parte norte de su territorio (al sur de la Línea de la Concordia), entonces operaría la palanqueta peruana de 1929 que le permite terciar en la solución del problema bilateral y ejercer influencia en función de sus propios intereses.


Si el concepto de soberanía presenta problemas a Chile y Perú con relación al problema marítimo boliviano, el concepto de supremacía allana esos problemas puesto que ni el orden jurídico interno chileno o el artículo primero del protocolo de 1929 colisionan con el concepto de supremacía territorial.


Restaría, entonces, que Bolivia, como una aproximación a la consecución de su objetivo en materia de política exterior de retornar al Pacífico como un país con costa propias, admita considerar una solución al problema marítimo boliviano mediante un acceso útil, libre y con supremacía territorial al océano Pacífico.


Tal vez no sea la solución óptima que buscamos, pero sería un paso adelante hacia ella. No se trata de pragmatismo, que es algo que les gusta a los empresarios cuando plantean un enclave, soberano o no, con el fin de activar más el comercio. Se trata de ser realistas dentro de una nueva racionalidad política que tome en cuenta los intereses de ambos países en función de una solución, por ahora, sub-óptima y que, con el pasar del tiempo, podría convertirse en óptima. Dadas las actuales circunstancias que condicionan el problema, un planteamiento de “o todo o nada” no parece ser lo más aconsejable.


Internacionalista


Fernando Salazar Paredes

domingo, 11 de julio de 2010

fernando salazar sale por los fueros del derecho boliviano al mar, comentando "el zafarrancho inútil" que organiza Choque al frente de la Cancillería

Se ha armado un estéril zafarrancho debido a que, según “El Mercurio” de Santiago, el Presidente chileno “habría” mandado un mensaje, mediante el vicepresidente García Linera, al presidente Morales, indicando que La Moneda no está disponible para conversar sobre cesión de soberanía.

El titular de la nota dice: “Mandatario transmite a Vicepresidente boliviano que no está disponible para ceder soberanía”. El subtítulo añade: “El canciller reveló este hecho ayer a la comisión de Relaciones Exteriores”. Ya en la crónica, el diario informa que la conversación “habría” sido clara y sin rodeos, y en la que le hicieron ver expresamente a García Linera la no disponibilidad para conversar sobre cesión de soberanía.

Inmediatamente después, “El Mercurio” hace su propia interpretación indicando que “con esto, La Moneda transmitió de manera oficial a La Paz los marcos en que se moverá este tema”. ¿Mensaje de Piñera a Morales? ¿Dónde? Además, ¿acaso era un secreto la posición chilena sobre el tema de soberanía?

Los industriales del mar, los que no dejan pasar una ocasión para tener vigencia lucrando chauvinísticamente con el tema, ahora se rasgan las vestiduras como si hubieran descubierto un gran secreto de traición a la Patria, cuando sólo se ha repetido lo que ya se sabía.

El diputado Choque, o ignora la realidad o, haciendo honor a su apellido, quiere provocar colisiones peligrosas en un tema por demás delicado. Aparecen también los halcones que auspician nuestro ingreso a la carrera armamentista. Primero fue el oficialista senador Bersatti que proclamó con desparpajo que con negociaciones no se conseguirá salida al mar. Ahora, y en una curiosa secuencia, el opositor senador Antezana convoca al país a armarse para conseguir el mar. Los dos ex jefes militares, aparentemente, no leyeron la Constitución que define a Bolivia como un Estado pacifista que promueve la cultura de la paz y, si la leyeron, tal vez no la entendieron.

El Gobierno, por su parte, siempre a la defensiva en este tema… No atinan a poner las cosas en orden por una sencilla razón: no tienen un plan serio. Por eso son reactivos, nunca propositivos. Infantilmente, creen que, ante la posición de Chile, ahora es el momento de acercarse al Perú y anuncian visitas a Lima, primero a nivel de cancilleres, luego de presidentes. ¿Será que piensan que, acercándose al Perú —que nos quiere deslumbrar con espejitos y otras baratijas—, imitarán a Jaime Paz Zamora dando a los chilenos “una patada en el hígado” con la supuesta salida al mar por Ilo?

El manejo de la política exterior es algo serio y el señor Canciller debe saberlo a estas alturas. Lo que está pasando con el tema marítimo es algo sencillo de explicar: muchas manos en un plato causan arrebato. El presidente Evo Morales fue bastante atinado cuando, hace cuatro años, dijo: “Del tema del mar no se habla, se hace”. Aparentemente, muchos se han olvidado de esta directiva Presidencial.

La salida al mar con soberanía es, a la vez, un objetivo y algo que se construye con seriedad, idoneidad y patriotismo, no con acusaciones light por ignorancia del tema y, desde luego, no con chauvinismos baratos ni llamados a las armas.

La solución óptima es, evidentemente, una salida con soberanía y ello también está reflejado en nuestra Constitución. En política internacional, las soluciones son difíciles, especialmente si los problemas son intrincados. Por eso, en el proceso de buscar soluciones óptimas, muchas veces es aconsejable optar por arreglos subóptimos que, a la larga, se pueden convertir, precisamente, en lo que buscamos y deseamos.

fesapabol@gmail.com

Abogado Internacionalista

viernes, 9 de julio de 2010

Winston Estremadoiro se refiere a la trayectoria del MAS, sin siquiera nombrarlo y su manoseo de los más caros anhelos de la nación como el MAR

Decir “camarón que se duerme se lo lleva la corriente” es chocante en una Bolivia sin mar, donde lo más cercano a los marinos son los cangrejos tarijeños, que confieso me supieron a tostado de cucarachas. El adagio da luces sobre la política de hidrocarburos del gobierno de Evo Morales, amén de prestarse a ponderar si los “movimientos sociales” ejercen apoyo espontáneo, como quieren hacer creer, o se mueven los hilos desde el Palacio de Gobierno.

Partamos de anotar que los que mandan son los mismos que le hicieron el juego a los intereses peruanos –si es que no recibieron recursos– atizando la mentada guerra del gas. Sus “movimientos sociales” tumbaron gobiernos democráticos, al clamor de oponerse a que el gas natural saliera por puerto chileno a mercados de exportación en México y EEUU. Luego, en el poder, culminaron en la llamada nacionalización de hidrocarburos, no sin antes dar un golpe de timón a las relaciones diplomáticas con el agresor de la Guerra del Pacífico, Chile, y nuestro aliado de entonces, Perú.

En efecto, después de hacer naufragar el proyecto del Pacific LNG al sur de Iquique, con la ventaja adicional de un enclave boliviano en lo que fuera nuestro Litoral, empezó una estrategia de arrumacos con Michele Bachelet. Punto alto para el ego de Evo fue visitar un estadio santiaguino resonante de gritos de “mar para Bolivia”, sin precisar el quid del asunto: con o sin soberanía.

Al mismo tiempo, el gobierno chileno avanzaba en el proyecto de dos puertos para recibir gas líquido de barcos metaneros. Quinteros ya está operando: bombea gas reconvertido a estado gaseoso a todo el valle central y el sur chilenos, con la opción de reexportar gas a la Argentina. En lo que fuera el litoral boliviano, la explotación de antaño de guano y salitre, y hogaño del cobre, se complementará a futuro con el litio. En el megapuerto de Mejillones, con gas de barcos metaneros de ultramar (y agua de los manantiales de Silala), se completará el bypass de la levantisca Bolivia, para llevar la producción industrial de Brasil a los mercados asiáticos. Hace poco el presidente Piñera dio el portazo final a los sueños portuarios soberanos de Bolivia.

Desde el Tratado de Ancón en 1929, se dice que Chile puso el candado y Perú guarda la llave a las pretensiones bolivianas de una salida soberana al Pacífico, por territorios que fueran peruanos antes de la Guerra del Pacífico. La política internacional de los vecinos occidentales con la enclaustrada Bolivia es un péndulo que oscila entre ofertas chilenas y negativas peruanas, y viceversa, cual manzanas que motivan a un hambriento sunicho y le hacen trotar al ritmo que le imponen.

No fue por cuestión portuaria que Perú puso trabas al Pacific LNG atizando jingoísmos altiplánicos en contra del usurpador del Litoral. La madre del cordero es que Perú tenía Camisea, con unos 13 TCF de reservas probadas, contrastado a unos 48 TCF de Bolivia. Pero este es un negocio en que las reservas valen poco si no se extrae el gas de las profundidades, lo que requiere inversiones de monta. Mientras Bolivia se regodeaba con sus reservas, el gobierno de Evo Morales le mostraba los dientes al Perú y ahuyentaba inversiones con su nacionalización mussoliniana y atropellos a ejecutivos petroleros. Causan risa los prospectos actuales de otra planta procesadora de gas en el campo Margarita, cuando se necesita una media docena. ¿Para vender gas a quién?

¿Resultados concretos? Chile rehusó depender de Bolivia, así fuera más caro el gas de ultramar. Perú apercolló los fondos reprogramados de las transnacionales en Bolivia –hasta firmas contratistas bolivianas migraron a sus entornos más favorables para la inversión–. La cereza de la torta fue la inauguración de la primera planta de licuefacción de gas natural en Sudamérica, con la cual Perú se convierte en protagonista del sector energético regional, papel que le correspondía a Bolivia. La puesta en operación de la Planta Melchorita incluye una terminal marina y un gasoducto de 408 Km desde Camisea. Han aumentado en proporción geométrica inversiones en exploración, con excelentes perspectivas.

¿Y Brasil? Iluso sería que una indudable potencia regional, en camino a convertirse en mundial, dependiera del gas natural que proviene de un vecino tan inestable y caprichoso. Concentraron inversiones en la cuenca presal de su mar territorial, encontrando gigantescos reservorios de gas y petróleo. De pronóstico incierto es la continuación de la exportación boliviana de gas, de terminar el ciclo de Lula da Silva y perder las elecciones su sucesora. Con el pobre desempeño de su selección de fútbol en el Mundial, se le fue de las manos un punto importante a su favor, luego de que Brasil fuera elegido sede del próximo torneo futbolístico en 2014.

¿Y Argentina? Pura conversa fiada son los avances en el Gasoducto del Norte, y con él, las exportaciones menores a Uruguay y Paraguay.

En el mundo al revés de la historia boliviana, los perdedores de batallas llegan a Palacio. Abundan ejemplos de posguerra tanto en la del Pacífico como en la Guerra del Chaco. Novedosa versión contemporánea es tal vez un mariscal cocalero al que la historia le endilgará las derrotas de la política de hidrocarburos en Chile, Perú y Brasil. ¿No será que los bolivianos se asemejan a los argentinos, que pese a la humillación alemana en el Mundial de Fútbol, persisten en Maradona?