lunes, 11 de abril de 2011

el agua dulce del manantial de El Silala provee del líquido elemento a parte del norte de Chile. billones de litros satisface su necesidad, mientras Bolivia no recibe nada a cambio (OPINION reclama)

En el desértico y pobre territorio del norte de Chile tierras, industrias y, especialmente, la gente clamarían por agua dulce y lluvias, u optarían -gente e industrias- por emprender un éxodo hacia las regiones meridionales. Pero, no lo hace.

Es que desde hace más de un siglo fluye sin parar el agua dulce de los manantiales del Silala, para bañar de prosperidad esa región chilena. Billones de litros de este líquido, gratuito, satisface sus necesidades. 

La generosidad -o negligencia- boliviana no ha reclamado sino hasta hace poco alguna compensación por el uso irrestricto de esta materia prima que es cada vez más escasa y, por tanto, más valiosa. Los estudiosos adelantan que el agua dulce será motivo de disputa y hasta de conflictos entre regiones del Planeta, en un rango parecido al del petróleo.

En la “Agenda de trece puntos”, hoy camino al basurero de la historia de las relaciones diplomáticas de los dos países, figuraba el asunto pendiente del Silala. En este punto se avanzó, o mejor dicho, avanzó Chile al mantener en sólo una promesa el pago del 50 por ciento del valor del agua, sujeto a firmas, tratados siempre convenientes para ese país.

Finalmente, no hubo nada concreto, pero el agua de los manantiales bolivianos sigue fluyendo gratuita a Chile.

El Gobernador de Potosí, sin embargo, puso el dedo en la llaga. Plantea que, sin más dilaciones, el pago del agua (el histórico y el actual) inmediato. Si no se lo hace, propone cortar su suministro para utilizarlo en nuestro país. Es una posición tan simple y justa que debe ser apoyada por el Gobierno central y la Asamblea Legislativa, pues es inadmisible que la diplomacia chilena manipule de esta manera a la boliviana.

Con el virtual fin de las negociaciones directas y el anuncio de una demanda internacional hecho por el presidente Evo Morales, Bolivia está en condiciones de hacer lo sugerido por el Gobernador potosino, sin esperar represalias ni siquiera críticas de nadie.

También está la posibilidad de introducir este problema en la demanda de puertos soberanos, anunciada, lo que tampoco impide cerrar el grifo del agua del que se aprovecha Chile, hasta un fallo de la Corte Internacional elegida para que sentencie en el conflicto diplomático-económico-histórico.

Dejar la cosas como están sería un acto inadmisible para Bolivia.

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