jueves, 24 de marzo de 2011

sorpresa. Evo rompe en los hechos la negociación directa y opta por tribunales de Justicia en su demanda por MAR ante Chile. sunami?

Más allá de la sorpresa, es de esperar que este nuevo enfoque sea el adecuado y no consecuencia de la improvisación y la impaciencia
Al recordar la defensa de Calama, el presidente del Estado Plurinacional ha sorprendido al país al pronunciar un discurso en el que ha anunciado que a las negociaciones sobre la agenda de 13 puntos acordada con Chile sumará la estrategia de acudir a tribunales internacionales demandando que el vecino país nos devuelva una salida soberana al océano Pacífico.
Se trata de una decisión que, horas antes, descartaba ante periodistas chilenos y peruanos, pues, de acuerdo a su criterio, lo jurídico debe subordinarse a lo político. “Por encima de cualquier tema legal (declaró a El Mercurio) está lo político. Para mí, lo técnico, lo jurídico se acomoda a lo político. Hay que tomar decisiones políticas”, y más adelante reiteraba que él “priorizaría al margen de los tratados una decisión política entre los dos países”. Consultado sobre algunos trascendidos en sentido de que Bolivia acudiría a La Haya, contestó textualmente: “No creo mucho en eso. Creo en la confianza de las relaciones a partir de Lagos (refiriéndose al expresidente de Chile Ricardo Lagos)”.
¿Qué ha ocurrido para este cambio de opinión? Además, conviene precisar que rompiendo su estilo, por un lado, leyó el discurso y, por el otro, no fustigó a sus predecesores, más bien saludó “los esfuerzos que hicieron presidentes de la anteriores gestiones de Gobierno” sobre el tema.
Desde otro ángulo, parecería que el tema de las relaciones con Chile, por lo menos en lo que respecta a la nueva estrategia, saldrá del ámbito del Ministerio de Relaciones Exteriores, pues el primer mandatario ha anunciado la creación de la Dirección General de Reivindicación Marítima y que pedirá a la Asamblea Legislativa aprobar a la brevedad posible “todos los tratados y convenios internacionales que nos posibiliten esta misión que hoy empezamos los bolivianos”, a la cual nos emplazó: “Todos los bolivianos, gobernantes y gobernados, ayudaremos a que cumpla eficazmente su trabajo”.
Con esta decisión, además, el Presidente ratifica lo que el actual cónsul general en Chile declaró al periódico paceño Página 7 el pasado mes de febrero cuando anunció su renuncia a ese puesto para integrarse a un equipo técnico jurídico que se responsabilizaría de este tema, decisión totalmente desconocida por el ministro de Relaciones Exteriores. Por esta razón, se puede suponer que la nueva estrategia ha sido diseñada en otros ámbitos y que se mantendrá en la Cancillería la negociación de los 13 puntos de la agenda bilateral.
Como era fácil prever, el presidente de Chile ha señalado que esta nueva posición es “un serio obstáculo” para las relaciones entre ambos países y que “Bolivia no puede pretender un diálogo directo, franco y sincero mientras simultáneamente manifiesta su intención de acudir a tribunales u organismos internacionales”. Antes, varios de sus legisladores exigieron que La Moneda suspenda las negociaciones con Bolivia.
Más allá de la sorpresa, es de esperar que este nuevo enfoque sea el adecuado y no consecuencia de la improvisación y la impaciencia, y no afecte negativamente un proceso de negociación que parecía tener destino.
En todo caso, se debe hacer un seguimiento riguroso de lo que se haga en el próximo futuro, conscientes de que se trata de un tema trascendental que supera, de lejos, posiciones sectarias, comprensión que en las últimas décadas, con matices, ha prevalecido en el país.

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