miércoles, 22 de diciembre de 2010

Firma el artículo Mauricio Casal que no llega a entender la política marítima de este gobierno que subió opuesto a Chile y ahora parece su aliado (?)

Algo que no se entiende y que llama la atención de este gobierno es el manejo del tema marítimo. Especialmente porque nos quieren dorar la perdiz al pretender hacer de lado el sentimiento de frustración que sienten los 10 millones de bolivianos con relación al desmembramiento de nuestro territorio nacional a causa de la invasión chilena hace 121 años, y cuyo objetivo ha sido y sigue siendo el despojo de las materias primas bolivianas.

Es más, todo boliviano sabe que el atraso en el que vivimos se lo debemos en gran medida a la avaricia chilena en particular y la de todos nuestros vecinos quienes no han perdido oportunidad de cercenar nuestro territorio con la ayuda de muchos traidores que deberían ser borrados de nuestra historia y colocados en el contexto en el que merecen estar.

Si recordamos, en el fatídico año de 2003 un gobierno legalmente constituido era derrocado por el pueblo en lo que se conocería como la "Guerra por el Gas". El entonces presidente Sánchez de Lozada quería exportar gas por Chile y eso fue la chispa para que miles de alteños bajen a la ciudad de La Paz, sitien la Plaza Murillo, enfrenten con piedras y dinamitas a las fuerzas militares y policiales, destruyan prácticamente todas las calles de El Alto, incendien y saqueen todo a su paso, quemen públicamente todo producto chileno e impongan la "Agenda de Octubre" a los siguientes gobiernos.

El sentimiento anti chileno volvía a relucir, y el mundo entero oía "una vez más" que Bolivia jamás dejaría de reclamar la salida al océano Pacífico así como la restitución de todos los territorios usurpados por la fuerza de las armas hace más de un siglo atrás por Chile la cual sigue al pié de la letra el lema "por la razón o por la fuerza" lema que describe perfectamente al peor enemigo que ha tenido Bolivia, pero que ahora el gobierno de turno por consideraciones políticas lo ha convertido de la noche a la mañana en el país "hermano" de Chile.

El mismo país "hermano" de Chile que se ha estado armando hasta los dientes gracias al cobre boliviano de las minas de Chuquicamata en Antofagasta, el mismo país "hermano" de Chile que apoyó con armas, espías y soldados voluntarios al Paraguay durante la Guerra del Chaco, el mismo país "hermano" que durante la Guerra de las Malvinas apoyo a Inglaterra cuando todos los países latinoamericanos apoyaban los justos reclamos argentinos, el mismo país "hermano" que durante el gobierno de Michelle Bachelet espiaba al Perú, ilusionaba a los ingenuos diplomáticos bolivianos y finalmente echaba más tierra a las esperanzas bolivianas de salida al mar.

Recordemos además que como consecuencia de la Guerra del Gas y después de una serie de gobiernos mediocres llegaría el MAS, el principal bloqueador del país en las últimas dos décadas. Con el MAS en el poder, las negociaciones sobre el tema marítimo se volvieron más propaganda que realidad. Los chilenos repitieron y con éxito el truco usado con Banzer Suárez quien pretendió un trueque de nuestro litio por nuestro mar.

Bastaron un par de monedas de oro, similares al caballo de Melgarejo, para encandilar al presidente boliviano. Finalizado el mandato de Michelle Bachelet, el resultado de sus gestiones fue "una vez más" un balde de agua fría a las esperanzas de todo un pueblo.

Mientras que en Bolivia el Canciller informaba buenas noticias, avances y hasta sorpresas a todos los bolivianos, los avezados diplomáticos chilenos negaban públicamente y a toda hora cualquier acuerdo, siguiendo al pié de la letra un guión escrito hace ciento veintiún años atrás. El embuste una vez más funcionaba, gracias a tontos útiles.

No otra cosa es el rotundo desmentido de la ex presidente Michelle Bachelet quien ni corta ni perezosa contradijo totalmente las declaraciones del Canciller Boliviano sobre una supuesta negociación en la que Chile estaría por darle a Bolivia una salida al mar con soberanía. Y todo volvía a fojas cero.

En la Constitución Política del Estado se lee que Bolivia renuncia a la guerra y que solucionará todo conflicto por medio de negociaciones. Sin duda que estos dos artículos fueron aprobados con el único fin de defender los intereses de Chile porque es obvio que nunca pensaron en Bolivia.

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