domingo, 28 de noviembre de 2010

el canciller Choquehuanca ha emitido una declaración que no dice nada. "nuestros subsecretarios estarán trabajando" escribe y justifica el retraso...


El gobierno espera que Chile presente propuestas de Chile sobre el tema marítimo en una próxima reunión de los vicecancilleres de ambos países, dijo el ministro de Relaciones Exterioles, David Choquehuanca.

"En la última reunión que hemos llevado se establece que en la próxima y sucesivas reuniones Chile tiene que presentar propuestas útiles, concretas y factibles sobre este punto", dijo Choquehuanca en una entrevista a radio Patria Nueva.

Bolivia perdió su litoral en una guerra con Chile entre 1879 y 1883 en la que tuvo como aliado a Perú. Aunque el gobierno chileno rechaza ceder soberanía, ha dicho que está dispuesto a negociar un arreglo a la demanda boliviana de una salida al mar.

Choquehuanca indicó que la reunión de vicecancilleres estaba prevista para fines de noviembre en el marco de negociación de la agenda de 13 puntos acordada por los dos países, pero el gobierno chileno aún no ha confirmado la fecha del encuentro. La reunión se realiza dos veces por año.

"Considero que tenemos que ser responsables con nuestros pueblos con la agenda que se está trabajando, y espero que los vicecancilleres estén trabajando en estos temas. Posiblemente están trabajando o tienen alguna dificultad y han solicitado la postergación", dijo el canciller.

Dijo que "no se descartan encuentros entre nuestros presidentes en eventos internacionales".

El presidente Evo Morales y su colega chileno Sebastián Piñera tenían programado reunirse en un acto el sábado en la región boliviana de Santa Cruz para inaugurar un corredor bioceánico, pero Morales dijo el viernes que se postergó por "problemas de trabajo". También debía asistir el presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva.

Morales dijo que la negociación de la agenda de 13 puntos continuará.

viernes, 26 de noviembre de 2010

está publicado en LT Digital. una nueva postergación de la llama Agenda 13 y son varias. será que Chile no quiere profundizar el tema ante E.M.?

El presidente Evo Morales dijo este viernes que "es normal" la postergación de la de la cita de vicecancilleres de Bolivia y Chile, que debían continuar conversaciones en torno al avance de la agenda bilateral de 13 puntos vigente desde el año 2006, que tiene como principal punto el tema marítimo y el pago por el uso de las aguas del Silala.

"Sabes, siempre se ha postergado la reunión en eso, que no significa cancelar la agenda de 13 puntos. Varias veces, por muchas razones se ha postergado. Inclusive, a veces, nosotros hemos tenido que postergar porque se presentó un problema de trabajo y pidió disculpas ya, siento que es parte de eso", respondió a una periodista en la residencia de San Jorge, donde realizó una conferencia de prensa.

El encuentro del subsecretario de Relaciones Exteriores, Fernando Schmidt, y su par boliviana, Mónica Soriano, estaba previsto para lunes y martes de la próxima semana, en Santiago. Pero en una medida que sorprendió a funcionarios bolivianos, el gobierno chileno pidió aplazar la cita para una fecha a convenir.

Morales dijo que otra de las causas puede ser la reunión que se tiene entre Perú y Chile. En efecto, el jueves pasado, los presidentes de Chile, Sebastián Piñera, y de Perú, Alan García, rompieron el hielo y se reunieron en Lima, donde se definieron como dos aliados. Piñera se reunió con García en la capital peruana en lo que constituye la primera visita de un mandatario chileno a Perú desde que Lima demandó a Santiago ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ), en enero de 2008.

Puede ser un tema, dijo Morales en La Paz, "pero también puedo imaginarme y calculando bien, postergar porque de estas reuniones ahora tiene que haber resultados, entonces hay que preparar para que haya resultados", dijo.

Fuentes diplomáticas del vecino país señalaron a la prensa chilena que una de las razones para postergar la cita entre Schmidt y Soriano era que no había muchos elementos nuevos que plasmar en la declaración final.

Morales hizo conocer también que en estos días tenía programada una reunión con su par chileno, pero se presentó la reunión entre el presidente de Brasil, Luis Inacio Luna da Silva, y Piñera, por lo que su encuentro con el mandatario de Chile fue también postergado.

"Se puede hacer muchas interpretaciones, pero no es la primera vez que se posterga, pero eso no significa que se ha dejado sin efecto los 13 puntos avanzados, así he entendido un poco este tema", insistió sin entrar en más detalles.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Cayetano Llovet está acertado cuando refiere que "soncuentos" los que nos cuentan Chile y Perú, para distraer la perdiz y alimentar nuestra ingenuidad


Chilenos y peruanos nos cuentan cuentos. Y se divierten con la solemnidad y persistencia con las que los bolivianos nos tomamos el asunto. Y hablar de “los bolivianos” es una forma de decir, porque la mayor parte no tiene la menor idea de la tal salida al mar y menos de los milagros que ocurrirían el día que mojemos los pies en el Pacífico. Y que alguien dude de que los males de Bolivia se deben a la falta de salida al mar produce una cierta sensación de profanación y casi el peligro de traición a la Patria.

Chile, con una Cancillería potente, coherente y, sobre todo, expresiva de políticas de Estado, nos ha vendido todos los discursos posibles e imaginables. Su propósito ha sido simple: evitar que Bolivia siga siendo una piedra en el zapato chileno en los foros internacionales: definir la bilateralidad de la discusión y mostrarse amable y hasta coqueto con Bolivia. En las presidencias de Bachelet y Evo, Chile y Bolivia parecían dos enamorados instalados en su arrobo sentimental: homenajes militares de Chile a Eduardo Avaroa, intercambio de información militar -¡son potencias militares equivalentes!-, y hasta la caricatura del Comandante de la aristocrática Armada de Chile disfrazado de Kallawuaya remando una lancha de totora en el lago Titicaca. De mar, ¡naranjas!

Perú, con enorme habilidad desbarató todo. El nuevo embajador en Bolivia, Manuel Rodríguez, ex Canciller de Perú, conocido como el “Halcón de Torre Tagle”, impulsor del diferendo marítimo con Chile, profesional al fin, hace el acto de magia y saca un conejo de la chistera. Ni siquiera un conejo nuevo y joven, sino uno viejo, despelucado y sin chiste: Ilo, un puerto deshechado e inútil por muchos años, inventado como carta demagógica por Jaime Paz y Alberto Fujimori en 1992. Y logra el milagro: Alan García y Evo Morales, olvidan sus constantes agresiones, insultos e ironías, se tragan su mutua e indisimulable antipatía y los peruanos vuelven a ser los buenos de la película. Chile acusa el golpe y entra en la histeria del concurso para quedar bien: desde la propuesta de referéndum de Longueira, hasta el regalo de mar de Jodorowky. Chilenos y peruanos compiten en su amor por Bolivia… ¡faltan la música y los versos!

Bolivia, el tercero en cuestión, sigue siendo el chiquito ansioso que va escuchando los cuentos de chilenos y peruanos. A diferencia de Santiago y Lima, nuestra cancillería ha sido el modelo continuado de ineptitud, ineficacia y de falta de imaginación. Nuestros cancilleres, diplomáticos de visiones pueblerinas con pretensiones de Metternich, han bordado la grandilocuencia y el ridículo con la misma facilidad en años y gestiones diferentes, creyendo los cuentos chilenos y peruanos.

Pero, ¿el que nos contamos nosotros? Porque durante años y años hemos crecido en el convencimiento de que si se produce el milagro de la salida al mar, poco menos que nos convertiremos en una potencia universal. Nuestra flotas mercantes surcarán los mares, nuestra Fuerza Naval dejará su escuela en una colina seca de La Paz para hacer sus maniobras en alta mar, los productos de nuestra pujante industria llegarán a otros puertos del Pacífico que siguen esperando nuestros minerales, nuestro gas que nunca se terminará, y ahora el litio que convertirá a Bolivia en la referencia de las nuevas revoluciones tecnológicas en el mundo.

Tiene que ser muy bueno el cuento para que llevemos generaciones y generaciones creyéndolo y perfeccionándolo. Y está muy bien, porque… ¿qué haríamos en Bolivia sin demagogia y sin cuentos?

domingo, 7 de noviembre de 2010

de qué negociaciones secretas se trata? qué es lo que esconde Evo bajo la manga? preguntas angustiosas del pueblo. eju.tv

Evo Morales acaba de confirmar la existencia de negociaciones secretas con Chile. “En el momento las negociaciones sobre la salida al mar no se negocian públicamente, no se negocian políticamente ni partidariamente”, dijo el presidente, por si a alguien le quedaban dudas sobre el avance de una agenda diplomática que su gobierno maneja de manera hermética. Grave constatación, por cierto, ya que los intereses bolivianos están siendo manejados (¿manipulados?, ¿entregados?) a espaldas del país, cuando lo correcto sería construir una política exterior de Estado en materia marítima, sobre la base de un gran consenso nacional. Mucho nos tememos que lo que está a punto de pactarse -y que tendrá al acto del 27 de noviembre para inaugurar el corredor bioceánico como evento mediático inicial- sea simplemente una reedición del fatídico tratado de 1904, en el cual la élite gobernante de La Paz consolidó la posesión chilena del Litoral a cambio de un libre tránsito ferroviario funcional a sus intereses económicos. Ahora, bajo la figura de “acceso marítimo” se procura enmascarar otra fórmula de libre tránsito sin soberanía, que además el propio Chile necesita para llegar hasta la Amazonía y el Atlántico a través del corredor bioceánico. En esta ocasión, los intereses económicos son los de una burocracia rentista asociada a grupos de “empresarios amigos” en torno a un proyecto de exportación trasandina de gas natural…

viernes, 5 de noviembre de 2010

La Haya tiene la palabra. si el fallo es contrario a Chile se puede esperar una guerra con Perú. amargo presagio de un buen porcentaje de la población

Un 19,6% de los peruanos cree que si Chile pierde el litigio por los límites marítimos entablado por Perú ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya iniciará un conflicto bélico, según una encuesta elaborada por universidades de ambos países, difundida hoy en Santiago.


Sin embargo, según el estudio, realizado por la Universidad Diego Portales de Chile y la Universidad Católica del Perú y publicado en su edición de hoy por la revista chilena Qué Pasa, sólo un 6,7% de chilenos cree que su vecino reaccionaría de esa manera y un 48,1% considera que Perú acataría un fallo adverso.


La encuesta, que recoge la opinión de 2.500 peruanos y chilenos, fue elaborada con el objetivo de medir las percepciones sociales que estas naciones tienen de cada una, a sólo días de que Perú presente el 9 de noviembre la réplica a la contramemoria chilena por el litigio marítimo.
Perú busca establecer ante el tribunal internacional el límite marítimo entre ambos países, que según este país nunca fue fijado, y que Chile traza en función de dos tratados, suscritos en 1952 y 1954, que el Gobierno peruano no considera que tengan carácter limítrofe, señalando que son acuerdos pesqueros.


Para ello, Perú presentó en enero de 2008 la demanda ante la CIJ y en marzo de 2009 fundamentó su posición en un documento denominado "memoria", tras lo que Chile respondió el 9 de marzo de 2010 con una "contramemoria".


Según el estudio, sólo un 28,4 por ciento de los peruanos encuestados cree que los chilenos acatará un fallo adverso, ya que la mayoría ve a su vecino del sur como "un país agresor, que hurtó, violó y saqueó" sus tierras en la Guerra del Pacífico (1879-1883).
La percepción de conflictividad y la desconfianza hacia el país vecino no es unánime y varía mucho en función del estrato económico y el nivel educativo.


En este sentido, el estudio revela que a mayor nivel socieconómico y a mayor acceso a la educación, el pueblo confía más en las instituciones y no ve al rival como una amenaza, independientemente de cómo se resuelva el litigio marítimo.


Las mujeres son las que presentan mayor desconfianza hacia su país vecino teniendo en cuenta que un 23,3 por ciento de las peruanas teme que Chile inicie un conflicto armado (frente al 19,6% general) y un 8,3 por ciento de las chilenas (frente al 6,7% general) cree que los vecinos reaccionarían de esa manera.


El informe analiza además la percepción que tiene cada país de sí mismo.
Los resultados revelan que Perú tiene menos autoestima y que sólo un 28,9 por ciento de sus ciudadanos cree que su país es "muy importante" a nivel internacional, frente al 42,3 por ciento de los chilenos que ve a su país de esta manera.
Perú ve a su vecino como un "alumno aplicado" en la región que ha logrado una transición hacia la democracia re

lativamente pacífica, implantar un modelo económico exitoso y una estabilidad política que presta garantías para la inversión extranjera.
Para Perú, Chile es un país "ganador" que tiene poder e influencia en Latinoamérica.

lunes, 1 de noviembre de 2010

mar para Bolivia está en pleno debate y se presentan variantes como la del Senador Escalona "soberanía compartida" opina


El senador chileno por el Partido Socialista (PS), Camilo Escalona, aseveró este domingo que se debe buscar una solución a la petición de Bolivia para tener salida al mar y para ello aseguró que un buen concepto sería pensar en una "soberanía compartida". En entrevista con el programa 24 Horas (TVN), Escalona aseveró que los expertos "debiesen preocuparse de encontrar un concepto. Yo me atrevo a sugerir que nuestros técnicos exploren el concepto de una soberanía compartida". "Así como Bolivia exige una salida con soberanía y en la mayor parte de la opinión pública chilena quiere una solución sin soberanía, tenemos que buscar un punto intermedio", enfatizó. Respecto a los dichos del senador UDI Pablo Longueira, quien se mostró favorable a entregar salida soberana al mar para Bolivia, Escalona valoró "la valentía", pero sostuvo que el parlamentario "se equivocó al decir que un gobierno de centroderecha lo iba a resolver y por la reacción de sus principales líderes, ellos no quieren".

domingo, 31 de octubre de 2010

la firmeza del planteamiento ideológico de Mesa merece una lectura práctica del gobierno ahora que Perú ha dado un paso positivo en el tema del MAR.

Le toca mover ficha a Chile. Por lo pronto, el encuentro Morales-García no ha caído bien en Santiago. Es que descoloca lo que parecía un juego perfecto en el que La Moneda manejaba, por primera vez desde 1879, todos los hilos con Bolivia

Por fin, casi cinco años después de haber comenzado su gestión, el Gobierno comienza a entender la importancia de las políticas de Estado. La más importante, la referida al tema marítimo. Como tal debió ser tratada desde 1879 y, contra la opinión generalizada, hasta 2005 se asumió casi siempre como cuestión de Estado.

Era obvio que Bolivia no podía desarrollar una política bilateral positiva con Chile cuya argamasa fuera una pésima relación con el Perú. Menos aún si la base de esa “luna de miel” eran las buenas palabras de la presidenta Bachelet, los vítores recibidos por Morales en el Estadio Nacional de Santiago y la retórica vacía de la “diplomacia de los pueblos”.

Cualquier tratamiento de la cuestión debe partir de una certeza, no existe posibilidad alguna de mirar el pasado, enfrentar el presente y proponer el futuro sin contar con tres protagonistas, no con dos ni con uno, con tres: Bolivia, Perú y Chile. Por múltiples razones geográficas, históricas y demográficas, las tres naciones están indisolublemente ligadas y, en lo que toca a la región en la que están sus áreas directas de influencia y su desarrollo interno equilibrado e integral, están destinadas a construir el futuro juntas. Pero, no nos engañemos, para lograrlo, la injusta mediterraneidad boliviana requiere de una solución definitiva. La palabra “definitiva” pasa por la necesidad de cumplir lo más importante, que los tres pueblos acepten que esa hipotética solución cierra para siempre una herida de la historia aún abierta. Muy probablemente esa solución no será plenamente satisfactoria y dejará más o menos descontentos a todos, pero a la vez dejará a todos convencidos de que será lo posible, lo razonable, lo que cada país pueda de buena fe hacer para conseguirla. El discurso de que no se debe encarar el siglo XXI con ojos del siglo XIX es retóricamente rentable pero objetivamente mentiroso. La única forma de mirar este siglo con realismo es entendiendo que lo que hay que resolver es un problema generado en el siglo XIX y que, se diga lo que se diga, ése es el nudo gordiano a superar. Otra cosa es que las soluciones que se pongan sobre la mesa de discusión estén adecuadas a este tiempo, lo que no quiere decir que, a título de realismo y pragmatismo, se pretenda zanjar el asunto vendiéndonos espejitos de colores.

Los presidentes Morales y García han dado un paso que no hace otra cosa que colocar a los tres jugadores donde estuvieron antes de que los insultos, los adjetivos innecesarios y las pataletas de diverso tono, los desacomodaran. Los avances entre Bolivia y Perú logrados en 1992 por Jaime Paz Zamora y Alberto Fujimori, a los que contribuimos en 2004 con el presidente Toledo, se han recuperado, profundizado y mejorado. Hay que celebrar que así haya ocurrido. Toca ahora –a tenor de los ríos de tinta que ha provocado este nuevo acuerdo en Chile– reiniciar una estrategia en la que Bolivia administre con moderación e inteligencia sus vínculos con Santiago. Morales tiene un diálogo fluido y aparentemente abierto y bien intencionado con su colega Piñera. Del abrazo de Charaña a esta parte nunca las relaciones entre ambas naciones estuvieron mejor. Bolivia debe mantener esa línea abierta y avanzar sin reticencias en los nutridos temas de agenda bilateral, salvo en dos asuntos que tras el significativo acercamiento con Lima han recuperado jerarquía, Silala y el mar.

Es inaceptable llegar a un acuerdo con Chile sobre el supuesto del reconocimiento de que las aguas del Silala son parte de un río con un curso de aguas sucesivas, y menos creer que recibir unos millones de dólares como “pago” no retroactivo por su uso es un buen negocio.

Con esa lógica, también el Tratado de 1904 debía aceptarse como un buen negocio. Ese razonamiento es pedestre y ratifica, cuando menos, desconocimiento de lo que es una estrategia internacional en un grave diferendo por cuestiones de principio, de fondo y de forma.

En cuanto al mar, Bolivia debe, una vez repuesta su política de Estado, volver al razonamiento de que para nosotros no hay escenarios limitados ni de tratamiento ni de negociación, valen pues el multilateral, el bilateral y el trilateral. Este último es probablemente el más importante y sin duda imprescindible. En lo inmediato, se debe poner más atención y recibir una adecuada y fluida información sobre la controversia chileno-peruana por aguas territoriales en la zona que nos afecta. Además, se debe actuar para aprovechar –ahora sí realmente– las ventajas que ofrece Perú en Ilo.

Le toca mover ficha a Chile. Por lo pronto, el encuentro Morales-García no ha caído bien en Santiago. Es que descoloca lo que parecía un juego perfecto en el que La Moneda manejaba, por primera vez desde 1879, todos los hilos con Bolivia.

El futuro pasa por La Paz, Santiago y Lima de modo simultáneo e inexcusable. El día en el que los gobernantes de los tres países se sienten a discutir la solución será el primer día en el que se pueda creer en un acuerdo posible. Mientras eso ocurra, debemos aplaudir el paso dado, la recuperación de una política de Estado por parte de nuestro Gobierno.
Subrayo dos nombres: David Choquehuanca y Manuel Rodríguez.

El autor fue Presidente de Bolivia