Nuestra noble obsesión de reivindicación marítima está siendo conducida, de la mano de un gobierno de irresponsables, a un terreno inquietantemente delicado de argumentos muy subidos de tono. Recordemos: el 23 de marzo, el Presidente Morales anunció un cambio en la mal llamada “estrategia boliviana de retorno al mar” que señalaba que en lugar de un diálogo infructuoso bilateral con Chile, llevaríamos a dicho Estado ante los tribunales internacionales para hacer saber al mundo lo malos que son los chilenos que no nos dejan nadar soberanamente en las playas del Litoral cautivo. Un desconcertado gobierno chileno envió el mensaje en sentido de que los bolivianos debíamos elegir entre “diálogo o litigio”. Como todos sabemos, a los bolivianos nos encantan los tribunales, mejor si son internacionales.
Como no hay abogados en Bolivia, el Presidente, en un brote residual de coloniaje, invitó al Juez español Baltazar Garzón para que lidere el equipo legal que llevaría a nuestro país de vuelta al Pacífico. La respuesta obvia: no, gracias. Ni modo, tendremos que conformarnos con lo que tenemos aquí no más.
Recientemente, ante el anuncio de denunciar el Tratado de Paz y Amistad de 1904 por incumplimiento ante la OEA, el Ministro de Defensa de Chile informa al mundo dos cosas: primero que Chile empleará algo más del 7% de su PIB para gastos militares, lo que equivale al 40% del PIB de Bolivia y dos, que las Fuerzas Armadas de ese país están capacitadas para defender la soberanía e integridad territorial de Chile. Más claro, agua.
Ahora bien, entendiendo a la soberanía como aquel poder que nace y reside en el pueblo y que no admite poder recurrente o poder superior, debemos comprender a cabalidad que el ejercicio de la soberanía no reside en el discurso, sino en el poder. Es decir, si quiero que me respeten no basta con decirlo, tengo que demostrar que puedo sostener mis posturas, mi posición ideológica y que, de ser necesario, usaré la fuerza para ello. Eso es poder y los chilenos, fieles a su beligerante tradición, están demostrando que tan lejos están dispuestos a llegar. De hecho, el servicio diplomático chileno se halla operando para que la OEA no tome postura sobre el tema de la “denuncia” que pretende Bolivia.
En el otro lado del ring, estamos nosotros, con discursos que tal vez no podamos sostener, no por el discurso, sino porque no tenemos el poder para hacerlo. El poder es fuerza, diplomática o militar o ambas y nosotros no tenemos ninguna, ni siquiera tenemos abogado. En un burdo intento de mandar un mensaje a Chile acerca de nuestras capacidades bélicas el gobierno invitó al Ministro de Defensa iraní, que tiene un nombre tan largo como la lista de delitos por los que se lo acusa en Argentina. Llegó y se fue, mejor dicho huyó, o mejor dicho, lo dejamos escapar. No quiero imaginarme que les hubiéramos dicho a nuestros hermanos musulmanes fundamentalistas si la INTERPOL arrestaba a este dignatario de Estado en suelo boliviano o que hubiéramos hecho si llegaba la orden internacional de captura y no la cumplíamos. ¿Con quién quedar bien, con nuestro nuevo socio lechero o con nuestro tradicional socio energético? Dilemas de un gobierno de irresponsables. ¿qué venía hacer este señor a Bolivia? Dos cosas: charlar con su colega de fechorías subversivas y también dignatario de Estado, Alvaro que seguro iban a tener unas tertulias, traductor de por medio, acerca de su explosivo pasado y dos, darle a Bolivia el respaldo militar que se requeriría en caso de que tengamos que hacer valer la fuerza militar para satisfacer nuestro fetichismo marítimo. Como en el caso de Garzón, las cosas salieron como el culo. Los gobernantes chilenos cagados de risa.
En uno de esos innumerables paseos por Internet, encontré una frase atribuida a un político boliviano que decía que en Bolivia sólo existen dos tipos de Presidentes: los malos y los que hablan del mar. Personalmente, estoy empezando a creer que son lo mismo.
¿Cuál será nuestra siguiente brillante idea en esta nueva “estrategia”? Espero con ansias.
en homenaje a GABY DE LA REZA, heroica mujer cochabambina que fuera la Primera Presidenta del Comité Pro Mar Boliviano, que reivindica el Retorno al Mar por encima de todas las cosas. excluye posturas demagógicas que pretender utilizar el tema para fines partidistas o de caudillaje.
miércoles, 1 de junio de 2011
martes, 31 de mayo de 2011
luego de la advertencia de Chile de hacer intervenir a sus FFAA en defensa de los tratados con Bolivia, La Prensa ofrece la primera reacción.
Las declaraciones vertidas por el responsable de la Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima respecto de la política de Estado boliviana de denunciar el Tratado de 1904 ante la Organización de Estados Americanos (OEA), a celebrarse la primera semana de junio del año en curso en El Salvador, han enervado al Ministro de Defensa y actual Canciller de la República de Chile, quien ha expresado públicamente, que cuentan con “…Fuerzas Armadas prestigiadas, profesionales y preparadas, que están en condiciones de hacer respetar los tratados internacionales y de cautelar adecuadamente la soberanía y la integridad territorial…” de su país. El representante de Estado ha sido contundente al manifestar que Chile actuará unido en relación con el tema marítimo con Bolivia y que encuentran pleno amparo del derecho internacional respecto de su posición sobre el tratado de referencia.
En términos sencillos, la República de Chile ha enviado una clara advertencia al Estado Plurinacional, referente a que está dispuesta a defender la soberanía que ejerce sobre el océano Pacífico con las armas, si fuese necesario. Para nuestros vecinos, al acudir a estos mecanismos de denuncia, previstos por el derecho internacional, concluiría todo proceso de negociación y diálogo entre ambos Estados.
Es importante señalar que para Bolivia es muy difícil cambiar el cauce que ha tomado la estrategia marítima, toda vez que en más de una oportunidad, diversas autoridades han sostenido que Chile habría incumplido el Tratado de 1904. De igual manera, el Primer Mandatario, haciendo referencia al artículo 267 de la Carta Fundamental, en discurso del 23 de marzo de 2011, ha manifestado que, a través de la Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima, se buscará demandar la causa ante el Tribunal Internacional de La Haya. Todas las manifestaciones del Ejecutivo encuentran sustento en la Disposición Transitoria Novena de la norma suprema, misma que señala que “los tratados internacionales anteriores a la Constitución y que no la contradigan se mantendrán en el ordenamiento jurídico interno, con rango de ley. En el plazo de cuatro años desde la elección del nuevo Órgano Ejecutivo, éste denunciará y, en su caso, renegociará los tratados internacionales que sean contrarios a la Constitución”. Bajo una interpretación literal de la norma, las autoridades de turno no podrían actuar sino en consecuencia de lo que manda y ordena la Constitución Política del Estado. Qué complicado. ¿Obedecer la Constitución podrá poner en riesgo más de 100 años de paz entre ambos países?
En toda estrategia de negociación, las partes intervinientes deben tirar de las cuerdas lo suficiente como para que éstas no se quiebren, lo suficiente como para encontrar, dentro de las dificultades y la adversidad, la posibilidad de reconducir la trama hacía la mediación y el diálogo. Negociar en extremos, no es negociar. Es imponer.
De acuerdo con las declaraciones volcadas a los medios de comunicación, se percibe que las relaciones bilaterales se encuentran en alta tensión, en un punto de inflexión sumamente delicado. ¿No será momento para reconsiderar nuestra política de Estado frente al enclaustramiento marítimo? De repente lo más aconsejable, bajo un sentido de prudencia y responsabilidad con la nación, sea iniciar un nuevo diálogo con la República de Chile ¿La agenda de los 13 puntos se encuentra desahuciada? Tal vez ésta deba ser el punto de partida.
En términos sencillos, la República de Chile ha enviado una clara advertencia al Estado Plurinacional, referente a que está dispuesta a defender la soberanía que ejerce sobre el océano Pacífico con las armas, si fuese necesario. Para nuestros vecinos, al acudir a estos mecanismos de denuncia, previstos por el derecho internacional, concluiría todo proceso de negociación y diálogo entre ambos Estados.
Es importante señalar que para Bolivia es muy difícil cambiar el cauce que ha tomado la estrategia marítima, toda vez que en más de una oportunidad, diversas autoridades han sostenido que Chile habría incumplido el Tratado de 1904. De igual manera, el Primer Mandatario, haciendo referencia al artículo 267 de la Carta Fundamental, en discurso del 23 de marzo de 2011, ha manifestado que, a través de la Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima, se buscará demandar la causa ante el Tribunal Internacional de La Haya. Todas las manifestaciones del Ejecutivo encuentran sustento en la Disposición Transitoria Novena de la norma suprema, misma que señala que “los tratados internacionales anteriores a la Constitución y que no la contradigan se mantendrán en el ordenamiento jurídico interno, con rango de ley. En el plazo de cuatro años desde la elección del nuevo Órgano Ejecutivo, éste denunciará y, en su caso, renegociará los tratados internacionales que sean contrarios a la Constitución”. Bajo una interpretación literal de la norma, las autoridades de turno no podrían actuar sino en consecuencia de lo que manda y ordena la Constitución Política del Estado. Qué complicado. ¿Obedecer la Constitución podrá poner en riesgo más de 100 años de paz entre ambos países?
En toda estrategia de negociación, las partes intervinientes deben tirar de las cuerdas lo suficiente como para que éstas no se quiebren, lo suficiente como para encontrar, dentro de las dificultades y la adversidad, la posibilidad de reconducir la trama hacía la mediación y el diálogo. Negociar en extremos, no es negociar. Es imponer.
De acuerdo con las declaraciones volcadas a los medios de comunicación, se percibe que las relaciones bilaterales se encuentran en alta tensión, en un punto de inflexión sumamente delicado. ¿No será momento para reconsiderar nuestra política de Estado frente al enclaustramiento marítimo? De repente lo más aconsejable, bajo un sentido de prudencia y responsabilidad con la nación, sea iniciar un nuevo diálogo con la República de Chile ¿La agenda de los 13 puntos se encuentra desahuciada? Tal vez ésta deba ser el punto de partida.
domingo, 29 de mayo de 2011
Fernando Salazar con su gran experiencia negociadora y diplomático de carrera nos previene de fiasco y frustración si acaso no se actúa frente a Chile con pleno conocimiento de causa
En lo que podría interpretarse como una respuesta a las rígidas declaraciones del Presidente chileno, el presidente Evo Morales, de manera directa, ha definido un nuevo escenario para un posible diálogo en la búsqueda de tener una salida soberana al océano Pacífico.
“Si tanto se habla de diálogo —ha conminado el presidente Morales—, que Chile presente una propuesta concreta en el marco de las resoluciones de la OEA para que se inicie formalmente un proceso de negociación para que Bolivia acceda con soberanía al Pacífico”.
Es oportuno y conveniente conocer cuál es ese aludido “marco de las resoluciones de la OEA”. Todo comienza con la resolución de 1979, cuyo contenido y alcance da lugar a todas las posteriores resoluciones. En ellas resalta la de 1983, que fue acompañada por Chile, que, por esa única vez, no se opuso como en todas las otras oportunidades. El marco negociador tiene, entonces, un elemento declarativo, otro considerativo y otro resolutivo.
En lo declarativo se sostiene: “Es de interés hemisférico permanente encontrar una solución equitativa por la cual Bolivia obtenga acceso soberano y útil al Pacífico”. Este es el punto de partida que, a la vez, es el objetivo que plantea el instrumento internacional.
Se considera, además, que “es necesario conseguir con espíritu de fraternidad e integración americana, el objetivo señalado en el punto anterior y considerar una paz estable, que estimule el progreso económico y social en el área directamente afectada por las consecuencias del enclaustramiento de Bolivia”. Se debe tomar en cuenta que la paz en la región es inestable y precaria porque Bolivia no obtiene una salida soberana y útil al mar.
Finalmente, se resuelve: “Recomendar a los Estados a los que este problema concierne directamente, que inicien negociaciones encaminadas a dar a Bolivia una conexión territorial libre y soberana con el océano Pacífico. Todas las negociaciones deberán tener en cuenta los derechos e intereses de las partes involucradas y podrían considerar, entre otros elementos, la inclusión de una zona portuaria de desarrollo multinacional integrado y, asimismo, tener en cuenta el planteamiento boliviano de no incluir compensaciones territoriales”.
Lo fundamental que se decide, independientemente de lo que podría tomarse en cuenta, es recomendar: 1.– que se inicien negociaciones; 2.– que se tome en cuenta los derechos e intereses de las partes; y 3.– que la solución sea equitativa.
Al solicitar el presidente Morales al presidente Piñera una propuesta concreta sobre el tema marítimo, pareciera que estamos volviendo al escenario precambio de estrategia, con la diferencia de que ahora Bolivia tiene un elemento de presión que se refleja en la amenaza de acudir a tribunales internacionales, táctica que podría interpretarse como que nuestra posición habría sido reforzada, lo que, en parte, es cierto, sin olvidar que también las condiciones de negociación han sufrido un evidente deterioro en cuanto a la confianza, no sólo por el supuestamente abrupto cambio en la estrategia sino, y especialmente, por el empecinamiento chileno de prolongar ad infinitum la construcción de confianza mutua, sin demostrar una real voluntad de avanzar, lo que provocó la frustración boliviana que, a la vez, motivó el cambio de estrategia.
Enmarcar la negociación en las resoluciones de la OEA o, dicho de otra manera, buscar un padrinazgo del organismo regional deberá tomar en cuenta que el Secretario General es un chileno, bien chileno, que nunca dejará de ser chileno y, por tanto, muy difícil de que no se apegue a los intereses de su país, como ha demostrado elocuentemente en declaraciones relativas al problema. Adicionalmente, hay que estar conscientes de que, al igual que en la Dirección de Reivindicación Marítima, nuestra representación ante la OEA está encabezada por personas sin ninguna experiencia o formación en la complicada temática, y mucho menos conocimiento del delicado arte de la negociación internacional.
En esta materia, independientemente del marco negociador, la improvisación puede traducirse en fiascos cantados y la falta de idoneidad negociadora puede repetir las frustraciones experimentadas.
Abogado internacionalista
Fernando Salazar Paredes
“Si tanto se habla de diálogo —ha conminado el presidente Morales—, que Chile presente una propuesta concreta en el marco de las resoluciones de la OEA para que se inicie formalmente un proceso de negociación para que Bolivia acceda con soberanía al Pacífico”.
Es oportuno y conveniente conocer cuál es ese aludido “marco de las resoluciones de la OEA”. Todo comienza con la resolución de 1979, cuyo contenido y alcance da lugar a todas las posteriores resoluciones. En ellas resalta la de 1983, que fue acompañada por Chile, que, por esa única vez, no se opuso como en todas las otras oportunidades. El marco negociador tiene, entonces, un elemento declarativo, otro considerativo y otro resolutivo.
En lo declarativo se sostiene: “Es de interés hemisférico permanente encontrar una solución equitativa por la cual Bolivia obtenga acceso soberano y útil al Pacífico”. Este es el punto de partida que, a la vez, es el objetivo que plantea el instrumento internacional.
Se considera, además, que “es necesario conseguir con espíritu de fraternidad e integración americana, el objetivo señalado en el punto anterior y considerar una paz estable, que estimule el progreso económico y social en el área directamente afectada por las consecuencias del enclaustramiento de Bolivia”. Se debe tomar en cuenta que la paz en la región es inestable y precaria porque Bolivia no obtiene una salida soberana y útil al mar.
Finalmente, se resuelve: “Recomendar a los Estados a los que este problema concierne directamente, que inicien negociaciones encaminadas a dar a Bolivia una conexión territorial libre y soberana con el océano Pacífico. Todas las negociaciones deberán tener en cuenta los derechos e intereses de las partes involucradas y podrían considerar, entre otros elementos, la inclusión de una zona portuaria de desarrollo multinacional integrado y, asimismo, tener en cuenta el planteamiento boliviano de no incluir compensaciones territoriales”.
Lo fundamental que se decide, independientemente de lo que podría tomarse en cuenta, es recomendar: 1.– que se inicien negociaciones; 2.– que se tome en cuenta los derechos e intereses de las partes; y 3.– que la solución sea equitativa.
Al solicitar el presidente Morales al presidente Piñera una propuesta concreta sobre el tema marítimo, pareciera que estamos volviendo al escenario precambio de estrategia, con la diferencia de que ahora Bolivia tiene un elemento de presión que se refleja en la amenaza de acudir a tribunales internacionales, táctica que podría interpretarse como que nuestra posición habría sido reforzada, lo que, en parte, es cierto, sin olvidar que también las condiciones de negociación han sufrido un evidente deterioro en cuanto a la confianza, no sólo por el supuestamente abrupto cambio en la estrategia sino, y especialmente, por el empecinamiento chileno de prolongar ad infinitum la construcción de confianza mutua, sin demostrar una real voluntad de avanzar, lo que provocó la frustración boliviana que, a la vez, motivó el cambio de estrategia.
Enmarcar la negociación en las resoluciones de la OEA o, dicho de otra manera, buscar un padrinazgo del organismo regional deberá tomar en cuenta que el Secretario General es un chileno, bien chileno, que nunca dejará de ser chileno y, por tanto, muy difícil de que no se apegue a los intereses de su país, como ha demostrado elocuentemente en declaraciones relativas al problema. Adicionalmente, hay que estar conscientes de que, al igual que en la Dirección de Reivindicación Marítima, nuestra representación ante la OEA está encabezada por personas sin ninguna experiencia o formación en la complicada temática, y mucho menos conocimiento del delicado arte de la negociación internacional.
En esta materia, independientemente del marco negociador, la improvisación puede traducirse en fiascos cantados y la falta de idoneidad negociadora puede repetir las frustraciones experimentadas.
Abogado internacionalista
Fernando Salazar Paredes
sábado, 28 de mayo de 2011
senador Larraín reacciona ante la agresividad verbal de Evo. "o se sienta a tratar seriamente con Chile o no recibirá nada" no pasa día sin conocerse nuevas réplicas a Morales
El senador UDIHernán Larraínabordó los dichos del Presidente Evo Morales, quien pidió ayer al gobierno chileno una "propuesta concreta" para que su país logre un acceso soberano al océano Pacífico.
El parlamentario, miembro de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado, dijo que "Bolivia tiene que optar: o se sienta a la mesa de negociaciones con Chile, tratando de reconstruir confianzas -seriamente dañadas- para buscar soluciones conjuntas, o podrá seguir su camino de agresividad, en donde no recibirá nada de parte de Chile, porque nuestro país no tiene ninguna deuda pendiente".
Además, el senador gremialista refutó los dichos del Presidente Morales respecto a que Chile ha desarrollado una "carrera armamentista". Según dijo Larraín, "Chile no tiene más armas que le permitan la disuasión y la seguridad de nuestra nación, es decir, Evo Morales está dañando cada vez más la confianza que debe reinar entre países que necesitan la integración y, probablemente, eso se debe a que el apoyo popular que tiene es menor".
"No podemos depender, en relaciones de Estados, de la popularidad del gobierno de Bolivia. Eso no es serio e impide tener relaciones estables", agregó.
Por otra parte, el senador UDI discrepó del presidente de la comisión de RR.EE., Eugenio Tuma(PPD), quien dijo ayer que "la única ruta lógica para asegurar el acceso al Pacífico de Bolivia es por el norte de Arica, y para ello requerimos del consentimiento de la República del Perú".
"Chile no está en ninguna condición de formular ninguna propuesta específica a la petición de Bolivia, porque no hay deudas pendientes, porque está todo zanjado por los tratados y acuerdos internacionales vigentes desde hace más de un siglo. Por lo tanto, si Bolivia quiere revisar soluciones a sus problemas, entonces tiene que dejar de lado el lenguaje agresivo, dejar de lado denuncias falsas y dejar de lado la amenaza judicial. De lo contrario, hasta aquí van a llegar las conversaciones", dijo Larraín.
El parlamentario, miembro de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado, dijo que "Bolivia tiene que optar: o se sienta a la mesa de negociaciones con Chile, tratando de reconstruir confianzas -seriamente dañadas- para buscar soluciones conjuntas, o podrá seguir su camino de agresividad, en donde no recibirá nada de parte de Chile, porque nuestro país no tiene ninguna deuda pendiente".
Además, el senador gremialista refutó los dichos del Presidente Morales respecto a que Chile ha desarrollado una "carrera armamentista". Según dijo Larraín, "Chile no tiene más armas que le permitan la disuasión y la seguridad de nuestra nación, es decir, Evo Morales está dañando cada vez más la confianza que debe reinar entre países que necesitan la integración y, probablemente, eso se debe a que el apoyo popular que tiene es menor".
"No podemos depender, en relaciones de Estados, de la popularidad del gobierno de Bolivia. Eso no es serio e impide tener relaciones estables", agregó.
Por otra parte, el senador UDI discrepó del presidente de la comisión de RR.EE., Eugenio Tuma(PPD), quien dijo ayer que "la única ruta lógica para asegurar el acceso al Pacífico de Bolivia es por el norte de Arica, y para ello requerimos del consentimiento de la República del Perú".
"Chile no está en ninguna condición de formular ninguna propuesta específica a la petición de Bolivia, porque no hay deudas pendientes, porque está todo zanjado por los tratados y acuerdos internacionales vigentes desde hace más de un siglo. Por lo tanto, si Bolivia quiere revisar soluciones a sus problemas, entonces tiene que dejar de lado el lenguaje agresivo, dejar de lado denuncias falsas y dejar de lado la amenaza judicial. De lo contrario, hasta aquí van a llegar las conversaciones", dijo Larraín.
viernes, 27 de mayo de 2011
La Tercera titula: Evo metido en un zapato chino. la OEA no es un tribunal y valoraron que la única salida es el diálogo que tiró por la borda el originario
Chile nada debe a Bolivia dice Piñera |
"El Presidente Morales está metido en un zapato chino, porque se dio cuenta que jurídicamente no tiene ninguna opción demandando a Chile para obtener una salida al mar", dijeron los diputados.
A juicio de los parlamentarios, las declaraciones de Morales se deben a que "no es claro" que exista algún tribunal con jurisdicción al que puedan acudir para revisar el tratado de 1904, que fijó los límites entre Chile y Bolivia.
Junto con reiterar su emplazamiento, Morales citó hoy la resolución de la OEA, organismo que en 1979 declaró "de interés continental" la solución de la demanda boliviana respecto a un acceso al mar.
"Por una actitud desesperada el Presidente Morales está citando las resoluciones de la OEA, que no es un tribunal", afirmaron al respecto los parlamentarios.
Además, Edwards y Zalaquett rechazaron la posibilidad de que Chile presente una propuesta de salida al mar, y afirmaron que Morales "se tiene que acordar que él fue el que tiró por la borda la agenda de los 13 puntos".
"Valoramos que se haya dado cuenta que la única opción es el diálogo bilateral propuesta siempre por el Estado de Chile", dijeron.
jueves, 26 de mayo de 2011
Erbol Comunicaciones - Periódico Digital
Erbol Comunicaciones - Periódico Digital: "“Hemos visto que a nuestro hermano canciller le han quitado un cargo más y él estaría así (al margen), de eso nos hemos dado cuenta nosotros”, manifestó el Arquiri Apu Mallku del CONAMAQ, Gabino Apata, en un taller sobre la aplicación del mandato constitucional de la consulta a los pueblos indígenas del país.
El representante originario, señaló a la Agencia de Noticias Indígenas de la Red Erbol que pese a que fueron protagonistas e impulsaron el proceso de cambio con la exclusión del jefe de la diplomacia boliviana del tema marítimo, se sienten marginados del mismo." (Fragmento. ver la nota completa haciendo click)
El representante originario, señaló a la Agencia de Noticias Indígenas de la Red Erbol que pese a que fueron protagonistas e impulsaron el proceso de cambio con la exclusión del jefe de la diplomacia boliviana del tema marítimo, se sienten marginados del mismo." (Fragmento. ver la nota completa haciendo click)
Chile se coloca a la ofensiva. ha puesto malla de alambre en la frontera "para evitar el paso de animales enfermos" asegura. muchos dicen que para detener a los narcos y contrabandistas
El Gobierno chileno atribuyó ayer a ciudadanos particulares la colocación de mallas en la frontera con Bolivia y vinculó esos hechos con el riesgo de que algunos animales que se encuentran en territorio boliviano padezcan aftosa.
"El informe que tengo es que corresponde a un enmallado para proteger a los animales que tienen al otro lado, que pasan a este lado, y que tienen un peligro de aftosa", señaló el ministro chileno de Relaciones Exteriores, Alfredo Moreno.
El canciller precisó que "por eso las mismas personas del lugar han puesto una malla, y si hay cualquier problema, no hay ningún problema en resolverlo".
Comisión boliviana se trasladará a Pisiga. Según han publicado medios bolivianos, la ministra de Defensa, Cecilia Chacón, anunció que una comisión boliviana tenía previsto trasladarse a la población de Pisiga, fronteriza con Chile, para realizar una inspección ocular.
Esto, después de que vecinos de esa localidad denunciaran el cercado de la frontera en un área cercana al pueblo de Colchane, en la región chilena de Tarapacá.
"Me parece muy bien que vayan las personas, tanto ellos como nosotros, y verifiquen cualquier cosa que pueda existir ahí", apuntó ayer el canciller chileno.
Las relaciones entre ambos países han sufrido un traspié desde que en marzo el Gobierno boliviano, anunció su intención de demandar internacionalmente a Chile.
Una cerca de 1.500 metros de alambre
Una cerca de alambre y palos de unos 1.500 metros de extensión, fue instalada por pobladores de las localidades de Colchane y Pisiga Carpa, ayudados por el gobierno.
Chile dispuesto al diálogo con Bolivia
EL canciller chileno Alfredo Moreno insistió en que su país tiene la mejor disposición para dialogar con Bolivia sobre diversos temas.
DETALLES
Disputa por aguas del Silala
La disputa se produce en medio de una discusión entre Chile y Bolivia por el uso de las aguas de dos ríos, el Lauca y el Silala, que se encuentran en la frontera entre estos países, de unos 800 km de extensión.
Estos diferendos son tratados en una agenda bilateral de 13 puntos creada en 2006 por ambos países que incluye además el reclamo marítimo de Bolivia a Chile por una salida al Pacífico.