lunes, 4 de abril de 2011

Página 7 publica un esquema de los cuatro pasos para lograr una resolución judicial del Tribunal de Justicia de La Haya, aunque no dice que el trámite puede durar varios años

Bolivia tiene tres vías para encarar la demanda marítima

Hay dos tribunales en La Haya y otra opción es terciar en litigio Perú-Chile
Dato. Una analista explica el proceso en cuatro etapas que mínimo durará tres años hasta el fallo final; en cualquier etapa se puede dar una conciliación y el juicio termina.
Con el anuncio del presidente Evo Morales de recurrir a instancias internacionales para resolver el tema marítimo, se abren ahora tres opciones para zanjar la demanda histórica, según la analista internacional Karen Longaric.
En La Haya hay dos jurisdicciones: la Corte Internacional de Justicia y la Corte Permanente de Arbitraje. Bolivia puede recurrir a una de esas dos instancias para presentar la demanda; la tercera alternativa es que el Estado vaya a una tercería en el proceso que sostienen Perú y Chile.
La abogada internacionalista explicó que en el caso que Bolivia respalde su demanda en el protocolo de 1907, estaría optando por el tribunal de arbitraje, donde el proceso tiene cuatro etapas y el tema se resolvería, en el mejor de los casos, en tres años.
Esto, sin contar con el tiempo que dure la preparación de la proposición acusatoria a cargo de la Dirección de Reivindicación Marítima, que hará llegar el documento final ante La Haya.
Longaric explicó que ahí inicia un proceso complejo. El protocolo de 1907 señala que cualquier diferencia que se desprenda de la interpretación o ejecución del Tratado de 1904, firmado entre Bolivia y Chile, podrá dirimirse por vía arbitral ante el tribunal de arbitraje de La Haya.
“Ese protocolo obligaría a Chile a aceptar la jurisdicción de la corte de arbitraje. El pacto de Bogotá también refiere el procedimiento de arbitraje y dice que las partes tendrán la facultad de ir al arbitraje si se ponen de acuerdo para resolver diferencias que surjan de tratados que las partes hubiesen suscrito”, señaló.
Una vez definida la jurisdicción se comunica a Chile para que ambas partes designen a sus dos árbitros, pero en ese proceso el país demandado puede presentar argumentos técnicos para rechazar el arbitraje.
Al definirse la competencia, el ente arbitral deberá conformar un tribunal, dos elegidos por Chiles y dos por Bolivia; entre los cuatro eligen un quinto que será imparcial, el árbitro dirimidor.
En la tercera etapa se presenta la demanda oficialmente y se pone en conocimiento de Chile; el proceso sigue y las partes presentan pruebas y alegatos, si las partes no ponen obstáculos, el proceso dura unos tres años, caso contrario se prolonga más.
Por último, el tribunal arbitral dictará el laudo (sentencia o fallo) arbitral.
Si esa instancia se declara incompetente de conocer el caso antes de todo este proceso, Bolivia puede recurrir a la Corte Internacional de Justicia, cuya jurisdicción se abre a través del pacto de Bogotá, que fue ratificado por nuestro país recientemente por la Asamblea Legislativa Plurinacional.
“Entonces se debe analizar si es más conveniente ir al arbitraje o al órgano judicial; ninguna es instancia de apelación de la otra. En ambos casos, las sentencias tienen calidad de cosa juzgada y tienen fuerza ejecutiva. En esos tribunales ya no hay otra opción”, señala la analista.
Por último, Bolivia puede recurrir, aunque no de forma simultánea a las otras, a una tercería, es decir ser parte del proceso que tienen Perú contra Chile.
Se trata de un tema de delimitación marítima entre esos países sobre la soberanía de una zona marítima de aproximadamente 37.900 kilómetros en el océano Pacífico.
La tesis peruana indica que el límite marítimo estaría aún sin determinar, pero la chilena sostiene que no hay temas limítrofes pendientes con el Perú, ya que existen tratados internacionales vigentes sobre la materia. La controversia se remonta a 1980.
“Esa posibilidad es viable para que La Haya tomen en cuenta los derechos que Bolivia tendría sobre la zona que está en litigio. La Corte Internacional de Justicia recibirá la solicitud, ya que Bolivia ratificó el pacto de Bogotá, antes no era posible. La aceptación de la tercería se resolverá cuando La Haya dicte el fallo final entre Perú y Chile, así es la admisión de la solicitud”.
Algunos detalles del proceso judicial
Dato Todos los países miembros de las Naciones Unidas tienen acceso a la Corte de La Haya.
Inicio Se hace una notificación de acuerdo especial de carácter bilateral entre los estados que desean resolver una controversia; si esto no ocurre, el país demandante presenta una solicitud unilateral con el Estado demandado.
Proceso En 2001, Perú comienza a elaborar el proceso y en 2005, su Congreso aprueba una ley para delinear la demanda judicial por el conflicto limítrofe. En 2008 presenta la demanda contra Chile, que hasta la fecha sigue en proceso.
Tiempo. A Bolivia podría tomarle un tiempo similar para realizar el proceso ante los tribunales internacionales.

domingo, 3 de abril de 2011

desde Santiago La Tercera brevemente se refiere a la reacción del Presidente que replica los adjetivos de Evo sin enojarse


El Presidente Sebastián Piñera respondió a las declaraciones de su homólogo de Bolivia, Evo Morales, quien acusó al Mandatario chileno de "ignorar" la historia y no tener "sentimientos", por afirmar que es "imposible" dar a Bolivia una salida soberana al Pacífico.
"Nuestro país tiene tratados limítrofes vigentes y eso hay que respetarlo. Si respetamos los tratados, vamos a seguir por un camino fecundo, pero si ponemos en duda los tratados, ese es un camino que no queremos recorrer", dijo Piñera, en el marco de las actividades de la Maratón de Santiago 2011.
La vocera de gobierno, Ena von Baer, también se encontraba en la Plaza de la Ciudadanía. Consultada al respecto, señaló que "no vamos a entrar en una escalada de declaraciones con Bolivia (...) el diálogo es el camino, cualquier solución tiene que ser con soberanía", dijo.
Ayer, el Presidente boliviano señaló que "que nos digan desde Chile que es imposible hablar, dialogar, sobre soberanía, se equivoca. Eso se llama ignorancia, eso significa no tener sentimiento, eso significa que hay que enclaustrar a un pueblo, hay que encerrar a un pueblo".

Morales, que anunció la semana pasada que llevará su demanda a tribunales internacionales, reiteró que antes estaba convencido de que el conflicto lo iba resolver el diálogo iniciado en 2006 con la entonces Presidenta Michelle Bachelet, pero que nunca recibió una propuesta formal de Santiago .

Aseguró que mantendrá el diálogo bilateral y multilateral, pero que al mismo tiempo apelará a la justicia internacional para que Chile "devuelva la salida al mar con soberanía".

sábado, 2 de abril de 2011

a otro perro con ese hueso. que le engañaron. que cayó en la trampa, son cuentos. Evo y Linera sabían desde siempre que no llegarían a nada. ellos sí engañaron al pueblo boliviano que está cansado de tanto embuste

Sarna con gusto no pica

Ni siquiera Fidel Castro pudo convencer a la diplomacia boliviana que Chile nos estaba mamando con eso del diálogo, los 13 puntos y la construcción de confianzas. Cuando el líder cubano le reclamó a Michelle Bachelet por el mar boliviano, Choquehuanca lo mandó a callar. Fue una como para Ripley. Durante años, los “enemigos” del presidente Morales, es decir, periodistas y columnistas que saben mucho del tema, lo estuvieron alertando sobre los jueguitos a los que se sometió como un manso cordero. Los chilenos nunca mintieron. Jamás hablaron de soberanía y pese a ello se supo que nuestros “dignatarios” (proviene de “dignidad”) estaban negociando “otrita cosa” con Chile. En ese proceso rifaron el Silala y estuvieron a punto de regalarlo como el huano, el salitre y el cobre. Cuando llegó Piñera al poder en pleno terremoto, poco faltó para que le diga “no friegues” al Gobierno boliviano y la respuesta fue como la de un vasallo frente a su señor, de parte nada menos que del vicepresidente García Linera. Ahora viene el presidente Morales a decir que lo estafaron. Que le cante a Fidel. (Copiado de Bajo el Penoco de El Dia, SC, Bolivia)

viernes, 1 de abril de 2011

vamos con el tercer desmentido a la declaración de Evo "he sido engañado" y vendrán más todavía. no aprende el originario verborreico.


El presidente de Chile, Sebastián Piñera, afirmó hoy que la petición boliviana de una salida soberana al mar es algo "imposible" e instó al Gobierno de Evo Morales a respetar los tratados internacionales entre ambos países.
"Ellos (Bolivia) pretenden algo que es imposible", dijo Piñera en una entrevista con un programa de la red pública de televisión (TVN).
El gobernante aseguró que su Gobierno "nunca" negociará con Bolivia una solución que suponga la cesión de soberanía, como pretende Evo Morales, que la semana pasada anunció que demandará a Chile ante tribunales internacionales para restituir la salida al mar que su país perdió en una guerra hace 132 años.
"Chile tiene un tratado de límites con Bolivia del año 1904. Ese tratado fue válidamente suscrito y está plenamente vigente, y los tratados internacionales hay que cumplirlos", subrayó Piñera.
"¿Se imaginan si en el mundo los países empezaran a desconocer los tratados? ¿Qué pasaría entre Francia y Alemania, entre México y Estados Unidos?", se preguntó el mandatario.
Piñera subrayó que su colega boliviano "dio un giro" en la relación que mantienen sus países, algo que en su opinión se puede deber a la "situación interna" de Bolivia.
Agregó que Chile "tiene la mejor disposición" al diálogo con su vecino y que se ha avanzado mucho en algunos aspectos.
Por su parte, el ministro chileno de Relaciones Exteriores, Alfredo Moreno, opinó que "el diálogo es el mejor camino" para solventar las diferencias, y subrayó que el gobierno boliviano es el que "en los últimos días ha planteado un camino distinto".
"El que tiene que determinar el camino que vamos a seguir en adelante es Bolivia. Chile está más que disponible a tener todas las conversaciones y los procesos para solucionar cualquier tema", dijo Moreno en el Palacio de La Moneda, tras reunirse con su par brasileño, Antonio de Aguilar Patriota.

jueves, 31 de marzo de 2011

la diferencia entre José Gramunt y Prudencio es que el primero nos habla del MAR desde el punto de vista práctico. el segundo ajustado a lo jurídico. comparar ambos resulta provechoso

Desde que el Sr. Presidente en su discurso conmemorativo del Día del Mar, declaró que Bolivia elevaría su demanda a un tribunal internacional, sobre una salida útil y soberana al Océano Pacífico, se reavivó en entusiasmo y la ilusión por el retorno de Bolivia al mar. Ahora bien, como el mensaje presidencial propuso el tema por la vía judicial y no por la “Agenda de los 13 puntos”, que la Cancillería venía negociando con Chile, levantó un tsunami de opiniones contradictorias. La disyuntiva está en si es mejor dejar de negociar con Chile en un diálogo de sordos, “per saecula saeculorum”, o recurrir directamente a un a un tribunal internacional de arbitraje.

Les confieso que durante estos últimos días he leído casi todo lo publicado en los periódicos sobre el controvertido discurso del Sr. Presidente y los subsiguientes comentarios de la prensa. He visto que el Gobierno ha puesto en alerta a sus movimientos sociales – comités políticos del MAS.  No creo que sean los más apropiados para emitir opiniones sobre tema tan complejo como la reivindicación marítima. En cambio, estoy convencido del acierto en convocar doctos historiadores, experimentados diplomáticos y otros intelectuales e incluso políticos con buena formación histórica y jurídica. También he leído los comunicados de algunos partidos que han hecho notas que el tema marítimo es una cuestión de Estado y que no debe utilizarse como distractivo para entretener a la opinión pública frente a los problemas de la escasez, los derrumbes y el mal gobierno.
 
Creo firmemente en el derecho de los bolivianos a poseer y disfrutar de una costa en el Pacífico. Pero estoy convencido de que Chile, tal vez dispuesto a conceder algunas ventajas en sus puertos marítimos, no cederá ni un solo palmo de so-be-ra-nía. En estas cuatro sílabas está el nudo más apretado del enredo. Así las cosas, todavía me atrevo a insistir en que la desinteligencia entre los dos países, más el Perú, sólo podrá llegar a un acuerdo pacífico, firme y duradero, cuando se ponga a un lado el concepto estricto de soberanía y, en su lugar, se hable en términos de integración, globalización, fraterna cooperación, ayuda mutua, esfuerzo conjunto, beneficio recíproco, tranquila convivencia y otra ideas del mismo género.
 
Vista la realidad ponderable y tangible de los estados nacionales de este siglo, la palabra soberanía suena metafísica. La idea que he tratado de explicar no es una quimera. Y pongo por testigo a la Unión Europea que ha sacrificado importantes componentes de la soberanía de cada uno de los estados asociados. Pongo dos ejemplos: la moneda y los ejércitos. En Europa ya no circulan francos ni marcos ni pesetas, sino euros. Los ejércitos europeos que en los siglos pasados se masacraron sin piedad, hoy se encuadran en unidades de alemanes, franceses, españoles, británicos bajo un comandante general sueco o noruego, por ejemplo. Ceder soberanía es posible y, en muchos casos, conveniente y  provechoso. Confío en que abundan los bolivianos, los chilenos y los peruanos que se sumarían a esta causa si encontraran un abanderado más poderoso y atrayente que el aquí suscrito.

miércoles, 30 de marzo de 2011

diplomático de carrera e historiador Ramiro Prudencio se ha caracterizado por su juicio sereno y generalmente certero del tema marítimo. el juicio demandará tiempo y dinero.afirma

En uno intempestivo viraje, el Gobierno del presidente Evo Morales ha decidido dejar de lado la política bilateral en la cuestión marítima,  y comenzar una exaltada y romántica política multilateral. Se dice que un pequeño grupo ajeno a la Cancillería, ha logrado convencer a las autoridades gubernativas de que nuestro país tendría buenas chances para lidiar en el plano jurídico, y obtener por esta vía un arreglo del problema de nuestro enclaustramiento geográfico.
Pareciera, en primer lugar, que ese pequeño grupo no se ha dado cuenta de que han pasado más de cien años de la suscripción del Tratado de 1904, y que el tiempo ha consolidado plenamente la vigencia del mismo. Además, todo lo que ahora se está manifestando sobre el Tratado, ya se lo estudió y planteó en 1920 y 1921, ante la Liga de las Naciones. Y allí fue rechazada la demanda nacional. Una comisión jurídica elegida por ese organismo  emitió un informe, el 22 de septiembre de 1921, donde señalaba: “Que tal como ha sido presentada la demanda de Bolivia, es inadmisible, porque la Asamblea de la Liga de las Naciones no puede modificar por sí misma ningún pacto y porque la revisión de los Tratados es de la sola competencia de los Estados contratantes”.
Ahora bien, ya se han publicado los cinco argumentos principales que tendría el país para optar a La Haya. El primero se refiere a que en el Protocolo de 16 de abril de 1907, se nombró como árbitro del Tratado de Paz, a la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya (TPA), en sustitución del emperador alemán, quien rechazó esa designación. Da la impresión de que ese pequeño grupo hubiese descubierto la pólvora al observar que existen dos tribunales en La Haya: el TPA, que es árbitro del Tratado de Paz, y la Corte Internacional de Justicia.
Respecto al TPA, conviene recordar que en el  Protocolo de 1907, se especifica que éste sólo tendría tuición “en todas las cuestiones que llegaren a suscitarse con motivo de la inteligencia o ejecución de dicho Pacto (el Tratado de Paz)” y no en su revisión o modificación.  Pero cabe destacar además, que el TPA es un tribunal fantasma, existe simbólicamente pero no en la realidad, porque no tiene jueces permanentes. Sólo cuenta con una Secretaría y una lista de jueces, cuatro por país, de los cuales las partes que mantienen una controversia, deben elegir para crear el tribunal. En consecuencia, si Chile no desea designar a los jueces, nunca podría constituirse el tribunal. 
El segundo argumento sería la omisión en el Tratado de Paz, de la cesión boliviana del territorio comprendido entre los paralelos 23º y 24º de latitud sur.  Pero ello se complementó en el Acta Aclaratoria del Tratado de Paz, suscrita el 15 de noviembre de 1904, la cual fue  ratificada por ambos países. En ella se puntualiza que “el Gobierno de Bolivia reconoce el dominio absoluto y perpetuo de Chile en el territorio situado entre los paralelos 23 y 24 de latitud meridional, desde el mar hasta el actual deslinde con la República Argentina”.
El tercero se refiere al Tratado de Transferencia de Territorios de 18 de mayo de 1895. Pero éste nunca entró en vigencia, porque Bolivia le incluyó dos protocolos modificatorios rechazados por Chile.       
En el cuarto, relativo a los recursos hídricos, se menciona que Chile estaría usufructuando aguas bolivianas en forma inconsulta: las del Silala, del canal del Uchusuma y del río Lauca. Respecto al Silala, ya se estaba negociando sobre el particular y hasta se llegó a un acuerdo previo entre las partes. En cuanto al río Uchusuma, sus aguas son utilizadas por el Perú y no por Chile. Por lo tanto, Bolivia podría llevar a un tribunal internacional sólo el problema del río Lauca, siempre que Chile se negase a negociarlo bilateralmente.
El último argumento es verdaderamente insólito. Se expresa que Bolivia habría reconocido el dominio absoluto y perpetuo de Chile sobre su litoral, pero no habría cedido la soberanía. Pareciera que ese pequeño grupo no conociese bien el idioma castellano y no entendiera que esos son conceptos sinónimos.
Es menester recordar que Bolivia no tiene derechos jurídicos para reintegrarse al mar, sino sólo derechos históricos y morales, estos últimos debidos a las variadas veces que Chile ofreció solucionar el problema. En consecuencia, llevar la cuestión marítima a tribunales internacionales demandará solamente una gran pérdida de tiempo y dinero. Pero lo peor es que lo único que se obtendrá será una nueva desilusión y una mayor amargura para nuestro sufrido y esperanzado pueblo.

Ramiro Prudencio Lizón
es diplomático e historiador.

martes, 29 de marzo de 2011

unos los más apoyan la reivindicación como acto de Justicia. otros temen estar siendo usada la "banderola" para ocultar debilidades de Evo

Cynthia Perou
cynthia_perou@hotmail.com

Hace algunos años escuche que en Bolivia solo existían dos tipos de gobiernos, los malos y los que hablan del mar, hoy estamos ante ambas cosas, un gobierno que no tiene idea de  lo que es una política económica, dedicándose a endeudarnos hasta nuestra octava generación y que para tapar problemas tan serios como el desempleo, la falta de oportunidades, la inflación, el narcotráfico entre otros, hace del mar, la nueva propaganda y agenda gubernamental.

Tenía que bajar estrepitosamente en las encuestas Evo Morales para retomar el tema marítimo, a costo de una canasta familiar que esta por las nubes, movilizaciones sociales por un aumento salarial que honestamente no alcanza para casi nada, de una ausencia total de incentivos a la empresa privada, de sectores mineros que han comunicado que “desde la época de los barones del estaño a la fecha poco o nada han cambiado las condiciones del sector”, o desde un problema interno tan serio como la corrupción y el peligro del narcotráfico que parece haberse insertado en todas las esferas del aparato estatal.

Por otra parte, parece que el constante acoso a las agencias norteamericanas ya no rinden el circo que tan popular en su debido momento hizo al MAS, ya que con una mano agradecen el apoyo de la NAS, mientras que con la otra piden, puño izquierdo arriba, la salida de USAID.

La reivindicación marítima boliviana es indudablemente un tema importante, pero como ciudadanos sabemos que estos temas son traídos a colación solamente como una cortina de humo para distraer nuestra atención de los problemas urgentes que nos atingen diariamente. Honestamente el problema marítimo supongo que nunca dejo de estar en mesa del Canciller Choquehuanca, que por cierto parece ser la última pieza desplazada del ajedrez masista.

Hoy, los bolivianos tenemos una agenda propia que no dejaremos a la deriva, una agenda de solución a problemas tan urgentes como, la salud, la vivienda, el trabajo, el salario justo, una oportunidad para nuestros hijos y otras prioridades que no cambiaremos por discutir el tema del Mar, para eso está la Cancillería y el nuevo cuerpo colegiado que piensa formar el Gobierno con ayuda de autoridades de gobiernos pasados; nosotros en cambio exigimos ahora, saber la verdad de nuestras finanzas, saber que planes tenemos para el tema de seguridad alimentaria, como vamos a lograr nuevos empleos en Bolivia, que hacen las empresas del Estado que nos pertenecen y a que se dedican los empleados que hemos designado como autoridades para preveer nuestro bienestar en el futuro inmediato.