El 16 de diciembre de 2007, el señor Evo Morales Ayma, la señora Bachelet y el señor Lula da Silva, en su condición de presidentes de Bolivia, Chile y Brasil, firmaron la: “Declaración de La Paz” que tiene como objetivo, sustituir al ferrocarril con un corredor carretero: Atlántico-Pacífico, con una longitud de 6.174 km. De éstas, 4.700 km están catalogadas como de circulación permanente; exige también una inversión de 669 millones de dólares, Bolivia debe aportar 415 millones de la misma moneda. Por si haga falta, repetiré que el Corredor Ferroviario Transcontinental Central, tiene una longitud de 3.800 km. El Proyecto Aiquile-Santa Cruz, parte del Transcontinental, falta construir 380 km con un costo de 478 millones de dólares, incluye equipo rodante.
El corredor proyectado por la “Declaración de La Paz” debía inaugurarse en noviembre del 2009 con la participación de Piñera, presidente chileno en la localidad de Puerto Suárez. No se realizó por el anuncio del señor Evo Morales Ayma, presidente del Estado Plurinacional, de acudir a tribunales internacionales para retornar al Pacifico.
Las amenazas de Piñera y de su Canciller, contrastan con el contenido de la referida “Declaración” elaborada en Chile y por chilenos que, en parte saliente sostiene: “Reafirmaron que la unidad de acción de nuestros pueblos debe regirse por altos principios como la lucha por la dignidad humana, la erradicación de la pobreza, la reducción de las asimetrías, el fomento de la cultura de la paz, la promoción del desarrollo y la construcción de un espacio integrado en lo político, social, cultural, económico, financiero, turístico, ambiental y la infraestructura. Este proceso deberá preservar el equilibrio de los ecosistemas”.
Como se observará, Chile escribe con la mano y borra con el codo. Por lo demás el señor Piñera, presidente de Chile y sus aliados más cercanos, saben que el Tratado de 1904 en sus diversos objetivos como: Libre Tránsito a perpetuidad. Inmunidad de Jurisdicción y Competencia exclusiva sobre la carga boliviana en tránsito por territorio chileno, sin que pueda ser interferida por autoridad alguna, y otros de igual valor jurídico, no se cumplieron y sí, fueron distorsionados y aplazados por más de 100 años, todo en beneficio exclusivo de Chile. Otra prueba elocuente: La capitalización a manos chilenas, destruyó intencionalmente la Red Andina de nuestro Sistema Ferroviario y; para completar sus objetivos geopolíticos, destruyó también el FC Arica- La Paz, parte sustantiva del Tratado de 1904. Si de algún modo el FC Arica-La Paz, dejara de operar, dicho tratado quedaría sin efecto.
El corredor proyectado por la “Declaración de La Paz” debía inaugurarse en noviembre del 2009 con la participación de Piñera, presidente chileno en la localidad de Puerto Suárez. No se realizó por el anuncio del señor Evo Morales Ayma, presidente del Estado Plurinacional, de acudir a tribunales internacionales para retornar al Pacifico.
Las amenazas de Piñera y de su Canciller, contrastan con el contenido de la referida “Declaración” elaborada en Chile y por chilenos que, en parte saliente sostiene: “Reafirmaron que la unidad de acción de nuestros pueblos debe regirse por altos principios como la lucha por la dignidad humana, la erradicación de la pobreza, la reducción de las asimetrías, el fomento de la cultura de la paz, la promoción del desarrollo y la construcción de un espacio integrado en lo político, social, cultural, económico, financiero, turístico, ambiental y la infraestructura. Este proceso deberá preservar el equilibrio de los ecosistemas”.
Como se observará, Chile escribe con la mano y borra con el codo. Por lo demás el señor Piñera, presidente de Chile y sus aliados más cercanos, saben que el Tratado de 1904 en sus diversos objetivos como: Libre Tránsito a perpetuidad. Inmunidad de Jurisdicción y Competencia exclusiva sobre la carga boliviana en tránsito por territorio chileno, sin que pueda ser interferida por autoridad alguna, y otros de igual valor jurídico, no se cumplieron y sí, fueron distorsionados y aplazados por más de 100 años, todo en beneficio exclusivo de Chile. Otra prueba elocuente: La capitalización a manos chilenas, destruyó intencionalmente la Red Andina de nuestro Sistema Ferroviario y; para completar sus objetivos geopolíticos, destruyó también el FC Arica- La Paz, parte sustantiva del Tratado de 1904. Si de algún modo el FC Arica-La Paz, dejara de operar, dicho tratado quedaría sin efecto.