viernes, 17 de junio de 2011

Harold Olmos se pregunta si detrás de las reuniones de expresidente y de excancilleres saldrá alguna nueva propuesta en el tema marítimo. hora de hablar sugiere


Van dos meses desde formación de un consejo de alto nivel para asesorar al presidente Evo Morales sobre la política marítima boliviana. En estos dos meses muchas cosas han ocurrido, entre ellas el desvanecimiento de la esperanza endeble de conseguir, en la reciente asamblea general de la Organización de los Estados Americanos (OEA),  una plena reiteración de la resolución de 1979 que recomendaba el diálogo encaminado a la obtención de una solución apropiada para las aspiraciones bolivianas.
Entretanto, declaraciones de Santiago y La Paz han ido y han venido, y hasta nos han hecho pensar que enarbolábamos banderas de guerra (algo ridículo frente a la desproporción de fuerzas.) Pero todos aguardábamos que algunas de las líneas generales de orientación emanadas de los expresidentes, y si el flujo de éstas continuó después de la primera reunión, fuesen compartidas con la población. (Del tipo: Recomendamos cautela frente a tal cosa, etc.) Creo que todos querríamos conocer la opinión de los exmandatarios en áreas no estratégicas ni secretas. ¿Qué recomendaciones hicieron los expresidentes para la reunión de la OEA?   ¿Estuvimos en el camino correcto? No son pocos los bolivianos que han visto los resultados como muy pobres, y querrían saber si los exmandatarios previeron esos resultados. Se puede concluir que no hubo sugerencias o éstas no fueron escuchadas.
Públicamente, sabemos que el presidente Morales agradeció a sus huéspedes y dijo que había aprendido mucho de ellos. Los expresidentes subrayaron el carácter secreto de la reunión y aseguraron que nada revelarían que pueda resultar nocivo para la estrategia boliviana. Esta retórica es normal. Pero resulta que casi 10 semanas después no se ha vuelto a hablar de un segundo encuentro.
Lo ocurrido en la OEA estaba escrito en la pared. Chile y Bolivia en 2011 son diferentes de lo que eran en 1979, cuando el hemisferio estaba casi compactamente unido contra las dictaduras. En Chile había una muy dura y, en Bolivia, una democracia que intentaba ponerse de pie y por eso concitaba simpatías. Fuimos a la reunión de 1979, en La Paz, llevados de la mano de muchos amigos.  La situación de hoy es muy diferente. Miremos serenamente quiénes son nuestros supuestos amigos en el mundo y veremos en qué terreno estamos.
Escuchando el punto de vista oficial parecería que hemos tenido una gran victoria. Dicho de manera simple, lo que se nos ha recomendado (tanto a Bolivia como a Chile) ha sido volver al cauce de la bilateralidad, del que salimos del 23 de marzo, hace menos de tres meses. Es difícil aceptar que eso sea un triunfo.
Y hace pocos días se celebró otra reunión, ahora a nivel de excancilleres. Nada oficial ha trascendido aunque es posible suponer que la pregunta obvia pudo haber sido: ¿Y ahora qué?
Estas consultas se asemejan cada vez más a la “reunión de los cien” que convocó el general Banzer en Cochabamba en 1974, cuando su gobierno de fuerza estaba en su auge.  Fue uno de los peldaños para construir la gestión de Charaña, ahora vista como uno de los pasos más avanzados de la diplomacia boliviana en las relaciones con Chile y el problema marítimo. Si de estas reuniones saldrá un gran diseño o apenas una aproximación al problema nacional es algo aún por verse. Es decir, si de las reuniones y las consultas emergerá un nuevo plan, constituye una interrogante que los bolivianos quisieran develar.

El autor es periodista
http://haroldolmos.wordpress.com

lunes, 13 de junio de 2011

en manipular la cuestión marítima y las relaciones con Chile, ha encontrado Evo Morales un distractivo de sus acciones que lo involucran con el narcotráfico continental

Por: Mauricio Aira

El 23 de marzo de 2011 el Jefe del Estado Pluri...E.Morales emitió un discurso durante la celebración del "Día del Mar" que resultó siendo una sorpresa: "Chile nos ha entretenido. Durante 6 años nos ha estado engañando con la promesa de resolver nuestra demanda marítima. A partir de ahora, no continuaremos con el juego de Chile. Demandaremos nuestro pedido de salida soberana al Océano Pacífico, ante los Tribunales de Justicia Internacional". El anuncio causó un remezón en Chile, cuyo Gobierno presidido por Piñera alistaba una propuesta basada en una cesión temporal, con carácter de "un comodato de 99 años" de un corredor de salida al mar partiendo desde territorio boliviano pegado a la frontera con Perú. O sea una especie de repetición de la propuesta de Pinochet a Bánzer, con matices algo diferentes. Significaba ésto la ruptura de las negociaciones bilaterales? La primera interpretación fue que sí, que se acudiría a otros escenario y dejar sin efecto "las charlitas entre los Cancilleres boliviano y chileno".
La medida parecía ser bastante dura, por lo que Chávez, quizá el mismo Castro aconsejaron moderación..."que sigan las charlas", pero Bolivia acudirá a La Haya, fue la modificación, un acomodo, como sucede casi siempre en éste régimen que dice una cosa y luego hace otra.
El pueblo boliviano se preguntó como el chileno, qué está pasando con Evo Morales que ahora se enfrenta a Chile, cuando antes, especialmente en el periodo del Gobierno socialista de Bachelet todo eran mimos, pirojos, sonrisas y secretos. El pueblo chileno dejaría sus preguntas en la nebulosa, mientras que el pueblo boliviano no necesitaba ir lejos para explicarse "la nueva actitud".
Pocos días antes un verdadero psunami había hecho temblar a todo el aparato masista incluyendo policías y militares. La detención en Panamá del general de Policías René Sanabria y su inmediato traslado a Miami, donde permanece encarcelado bajo la acusación de tráfico de cocaína. Esta sí que fue sorpresa de la que muchos se alegraron porque resultaba siendo la confirmación de una sospecha general de estar el mismo Gobierno del MAS comprometido primero con los productores de coca de El Chapare que son sus aliados y segundo con los narcotraficantes que se benefician directamente con la producción de cocaína.
Sorpresa porque el ahora conocido como "Narcogeneral Sanabria" había sido Jefe de la Policía anti narcos y en el momento de su detención ocupaba un alto cargo, por mucho que se negó la verdad, en calidad de asesor del Gobierno y jefe de una oficina de inteligencia antinarco del Ministerio de Gobierno. En pocas horas, la credibilidad del Gobierno y del propio presidente se cayó por los suelos. Acostumbrado a tener dos, tres o mayor número de contactos por día Evo Morales, balbuceó, tímidamente acusó primero a Chile "no nos avisaron que a Sanabria lo buscaba la interpol" y luego se trata de un montaje de la Policía chilena comprometida con la DEA para perjudicarme, victimándose de nuevo, como siempre que tiene dificultades porque la gente reacciona "pobrecito Evo los gringos (La DEA) lo quieren tumbar" (echarlo del Gobierno)
La presunción del pueblo boliviano de ser la reacción de Evo por la hábil jugada de la DEA (Policía de inteligencia norteamericana en materia de narcóticos) combinando acciones con la policía chile (SICAR) y el gobierno de Panamá que procedió a la detención del delincuente ipso.facto al nomás desembarcar al amanecer del 26 de febrero en el aeropuerto internacional. A poco de estar allí incomunicado junto a un mafioso narcoboliviano reo de la Justicia boliviana dos veces encarcelado y fugado, Sanabria fue conducido ante un fiscal estadounidense que rápidamente lo condenó a incomunicación total y su detención formal hasta un primer acto acusatorio a las dos semanas. Ante el Fiscal de Florida Sanabria se declaró inocente, por lo que la autoridad dispuso la presentación de pruebas y la sentencia que no tardará en producirse en horas más cuando presumiblemente sea condenado a 30 años de encierro.
Ahora bien. Según los estrategas que le manejan su desarrollo de imagen y cambios de perfil, Evo Morales pretende "matar dos pájaros de un tiro" hacer olvidar a la opinión pública del tema del narcogeneral y todo el inmenso caudal de descrédito internacional que ello significa, y recuperar la causa marítima exactamente como lo hicieron gobiernos que Morales descalifica y tilda de "neoliberales. ladrones. vende patrias", eso sí jugando con la seguridad nacional y poniendo en riesgo, como nunca antes en la historia de Bolivia, la Paz, la Seguridad, la Estabilidad de un gobierno caracterizado por irresponsable, populista, demagoga y ahora también con visos de guerrero y terrorista.
Está poniendo las manos en la braza porque ha combinado en una misma olla narcotráfico, corrupción, agitación internacional contra el interés hemisférico, armamentismo y la táctica de estar umbilicalmente unido al régimen de Hugo Chávez, sacando a luz su alienza militar, que curiosamente se extiende al Irán, comprobado por la presencia del más grande terrorista de los tiempos modernos, en acto paramilitares en Santa Cruz y La Paz, nos estamos refiriendo al ministro iraní de Efensa Admad Vihadi buscado por Interpol bajo acusación del peor acto terrorista que tuvo lugar en Buenos Aires y que el militar de los Ayathola niega, sin poder probar su inocencia.
En suma estamos en las horas previas a la testificación de Sanabria en los EEUU, quien algo tendrá que decir antes de ser condenado de por vida, y de problemas internos como el Paro de Transportistas y Maestros que ha paralizado en la práctica todo el territorio nacional, excepción de Santa Cruz, el más firme baluarte opuesto a las maquinaciones del Jefe de Estado.

domingo, 12 de junio de 2011

lo del Canciller en la OEA fue un rotundo fracaso y se está convirtiendo en un modelo de cómo puede ser transformado en éxito. así sea para un espectador interesado como Evo Morales. Choquehuanca lo hizo mal (M.K.M. EL, SC)

Está claro que la única persona en Bolivia que cree que el canciller Choquehuanca merece una condecoración por su actuación en la última reunión de la OEA es S.E. Mientras todos despotrican por la floja actitud boliviana, y la oposición pide la renuncia del Ministro de Relaciones Exteriores, el Gobierno se empecina en afirmar que todo estuvo bien. Es que en el MAS hay maestría para dar vuelta las cosas y meter gato por liebre. No tardará en salir spots hablando de un resonante triunfo diplomático.

Bolivia acudió a San Salvador con la idea de reflotar la resolución de 1979, aunque ahora se lo niegue. El Vicepresidente se refirió claramente al tema. Y hasta el embajador en la OEA, el señor Pary, afirmó, hace un par de semanas, que Bolivia contaba con 15 votos “seguros” en el organismo. ¿Votos para qué? ¿Votos de quiénes? Justamente para reponer la resolución de 1979, que instaba a Chile a darle una solución satisfactoria al enclaustramiento nacional, con soberanía. Ahora Bolivia tuvo que recular, porque afortunadamente se dio cuenta que ya no habría los apoyos de antes. Hasta Venezuela demostró una timidez conmovedora, cuando habló de que tenía la esperanza de que la “aspiración” boliviana se solucionara. Al final, agua de borrajas.

En vista de que no se obtuvo nada, S.E. dijo algo que no es cierto en modo alguno. Afirmó que en más de 100 años transcurridos, por primera vez Chile “reconoce que hay un tema de diferendo con Bolivia”. A S.E. no le han contado que Chile reconoció, por escrito, varias veces, que había un grave asunto a solucionar con Bolivia.  Se plasmó en las notas Ostria-Walker Larraín de 1950 y en las negociaciones de Charaña, por supuesto. Así que ese no es motivo para felicitarse.

Pero de las derrotas se pueden obtener ventajas y hasta victorias si se trabaja bien. Hubo algo muy importante que dijo el canciller chileno, cuando afirmó que su país “no está en condiciones de entregar un acceso soberano, sin compensaciones territoriales”. Eso es lo que se podría aprovechar positivamente si los bolivianos queremos ubicarnos en la realidad. Lamentablemente, cuando el canciller Choquehuanca afirmaba que esperaba que la propuesta de canje de territorios sea por escrito, S.E. pateaba el tablero, una vez más, asegurando que “eso no está en la Constitución”. Son las contradicciones de siempre dentro del MAS; la falta de comunicación y coordinación. La falta de diplomacia.

El cómo de una negociación marítima no está en la Constitución, efectivamente. Pero tampoco la Constitución prohíbe que se negocie un canje de territorios con Chile. Eso no existe. Lo que sucede es distinto y tiene que ver con que durante las negociaciones Banzer-Pinochet la condición para un arreglo era el canje simultáneo de territorios, que “podría ser continuo o integrado por distintas porciones de territorio fronterizo”. Es una falacia y un embuste aquello de que Chile hubiera exigido los Lípez o el salar de Uyuni a cambio del corredor al norte de Arica. Eso esgrimía la irracional oposición a Banzer, temerosa de un éxito diplomático que presuntamente podría eternizarlo en el poder. Con una opinión pública adversa, y una actitud acomodaticia de Perú, la negociación naufragó y el canje de territorios se convirtió en un estigma nacional.

S.E. es un mandatario que mueve masas, que no tiene una oposición contundente, y que es obedecido por muchos sectores de la población. Tiene el Congreso y el resto de los poderes en sus manos. Su amigo Humala ha dicho que Perú no será un obstáculo para Bolivia. Si en verdad desea darle una solución a nuestro enclaustramiento marítimo que tome en cuenta la posibilidad del canje territorial. Es necesario que S.E. haga conciencia de que el país entrará a la negociación con 1.069.094 km.2  y que al finalizar la misma no tendrá ni un metro más ni uno menos, pero tendrá costa, que es lo que nos importa. Es decir que Bolivia conservará exactamente el mismo territorio y habrá cumplido con su más que centenario objetivo.

¿Es doloroso para los bolivianos? ¡Claro que sí! Cómo no va a ser si Chile nos arrebató todo nuestro rico litoral. Pero ahí está Chile desde hace más de 130 años con todo su poderío económico y militar. Amenazante como ahora e impasible. ¿Queremos o no queremos retornar al Pacífico? ¿Vamos a seguir con la Agenda somnolienta de los 13 puntos? ¿Vamos a enredarnos y extraviarnos en el laberinto de juicios ante tribunales internacionales, sin recursos económicos ni humanos? ¿Vamos a seguir buscando en la OEA resoluciones con las que ya podríamos empapelar los muros de la Cancillería?

Si se trata de verdadero patriotismo, hay que ir por el único camino posible. Si lo que se quiere es hacer show y marear la perdiz, ningún argumento será válido. Hay que tener coraje, desde luego. Y fuerza política. Para que no hayan pretextos, naturalmente que al departamento que deba ceder territorio para el arreglo con Chile se le incorporará la zona marítima. Si el canciller Moreno ha insinuado la posibilidad del canje, habrá que recoger el guante u olvidarse del mar para siempre.

jueves, 9 de junio de 2011

Walter Guevara Arze presidente de la República en octubre de 1979 cuando tuvo lugar en La Paz la Asamblea de la OEA que ofreció a Bolivia unánime respaldo en su Reivindicación Marítima.


 La otra OEA

Mauricio Aira

Nos referimos a la que se reunió en La Paz, octubre de 1979 y brindó apoyo en forma unánime a la reclamación de Bolivia ante Chile por una salida al mar reivindicando su derecho a la vecindad del Océano Pacífico tal como nació en agosto de 1825 cuando se fundó la República.
Que todos los miembros de la Organización de Estados Americanos dieran su respaldo al planteamiento boliviano, no fue obra del acaso, sino de la acción laboriosa, meticulosa perseverante del cochabambino Walter Guevara Arze cuyo mérito mayor resultó en el más notable triunfo de la diplomacia boliviana, según lo reconocen también sus opuestos políticos que han dejado testimonio de ello en libros de valor histórico.
Conviene recordar especialmente a la juventud actual que los puertos bolivianos sobre el Litoral fueron fundados y organizados desde la creación de la República por mucho que Chile niega esta realidad y la réplica a sus falacias está en los mismos historiadores, en las estadísticas, en las versiones  diplomáticas que se toman como un pleno reconocimiento del extenso Litoral desde cuando Melgarejo auspició el Tratado de Límites. No debemos oír las voces que pretenden eliminar las ideas jurídicas y las leyes geográficas en que se asienta el derecho boliviano, ya que Bolivia no abandonará jamás el camino de la reivindicación porque hay una conciencia colectiva de más de un siglo que no se debilita, que no muere sino que se revitaliza. Saber por ejemplo que el puerto de Antofagasta fue fundado por Melgarejo el 22 de octubre de 1868 siendo prefecto José Taborga, Abdón Senén diputado por Tocopilla y Cobija, Calixto Viscarra, Tesorero de Mejillones y Agustín Vidaurre Notario de Hacienda.
Apenas concluidas las acciones militares como resultado del asalto al puerto de Antofagasta el 14 de febrero de 1879 Bolivia expresó su reclamo su airada protesta por el inaudito atropello, aunque la presión deChile en todo sentido fue creciendo y restando los argumentos que esgrimía nuestra Patria para tener un puerto propio. “no habría chileno capaz de firmar un tratado reconociendo aquella salida. Desde la quebrada de Camarones hasta el Estrecho de Magallanes todas las poblaciones son chilenas, formadas, desarrolladas, sustentadas por chilenos, con nuestros capitales, con el sudor y esfuerzo del pueblo chileno. En todo ello casi no hay bolivianos” afirmaba una de las primeras respuestas al permanente reclamo nuestro que a lo largo de éstos 132 años se repitieron más de 60 veces según pudo contabilizar el Comité Pro Mar Boliviano con sede en Cochabamba que conserva una muy valiosa documentación para confirmar lo dicho.
Pensadores boliviano han terminado por reconocer que no existe una política frente a Chile, aún cuando el Jefe del Estado hubiese intentado trazar una línea el 23 de marco (Día del Mar) al echar por la borda lo que se venía tratando en sus cinco años de gobierno, y anunciar la recurrencia a Tribunales Internacional en demanda de una salida soberana al mar, que en los hechos ha sido corregida con la intervención del Canciller Choquehuanca en la reciente Asamblea de la OEA que parece retomar la vía de la negociación bilateral.
En los hechos Bolivia continúa nutriendo la economía de Mejillones, Tocopilla, Iquique y Arica lo que debió haber sido notificado en El Salvador, retirar nuestra causa de la OEA que no pudo dar cumplimiento a la Resolución de 1979 y encomendar a la ONU que sugiera una solución o la transferencia del reclamo a la Corte Internacional de Justicia que tiene atribuciones para analizar estas causas que pueden afectar a la causa de la Paz, dado que no se encuentra una solución justa a favor de Bolivia.
Otra salida inteligente que propuso ya en 2001 Juan Pereyra Fiorilo fue negociar la integración total con Brasil desgravación de aranceles, libre ingreso y autorización de trabajo a obreros, profesionales, empresarios y ofrecer garantías a los capitales de modo que los beneficios concedidos por Perú a Bolivia en el puerto de Ilo se hagan extensivos también a Brasil o sea la integración trilateral con carreteras y líneas férreas sin cambio de trenes entre el Atlántico y el Pacífico. Todo ello no se vio en la OEA de nuestros días.

miércoles, 8 de junio de 2011

el mar cada vez más lejano por obra y gracia del MAS de Evo Morales. Bolivia ni siquiera presentó petición ante la falta de respaldo

La situación de enclaustramiento marítimo del Estado Plurinacional de Bolivia, como consecuencia de la invasión chilena a nuestro territorio, que derivó en la Guerra del Pacífico y en la suscripción del Tratado de 1904, ha sido siempre de preocupación de los pueblos latinoamericanos, toda vez que los convenios internacionales suscritos como consecuencia de un ataque armado tienen poca cabida para los criterios de la nación perdidosa, quedando las condiciones de aquéllos en función de la utilidad que representan para quienes ganan las batallas. La falta de acceso al mar de Bolivia afecta en gran medida las relaciones comerciales y políticas entre los diversos Estados, razón por la cual es innegable el interés regional o “hemisférico” del caso, tal como determinó la Organización de Estados Americanos (OEA) durante su duodécima Asamblea General, en la que se emitió la Resolución Nº 426 del 31 de octubre de 1979. 

La citada resolución declaró que “es de interés hemisférico permanente encontrar una solución equitativa por la cual Bolivia obtenga acceso soberano y útil al océano Pacífico”, y recomendó a ambos Estados iniciar negociaciones encaminadas a otorgar al país una conexión territorial libre al mar. Desde entonces, han transcurrido prácticamente 32 años, en los cuales Chile no ha dado cumplimiento a los puntos resolutivos de la norma. 

La estrategia de la Cancillería boliviana, de solicitar la reivindicación de la norma promulgada el año 1979, mediante la votación de los 33 países miembros de la OEA, podría haber sido una importante victoria en la reconducción del proceso de negociación con la República de Chile. Sin embargo, el no haber introducido una resolución que trate este asunto, conforme a las reglas y procedimientos del organismo internacional hasta las 11.00 del día 6 de junio de 2011, causa un perjuicio al propósito que se perseguía. 

Si bien el discurso ha sido elocuente y rememorativo respecto de los daños históricos que la ausencia de una salida soberana al mar ha representado para la nación, y en el que se ha denunciado una serie de incumplimientos por parte del país vecino, no ha sido más que una proclamación de quejas y lamentos. En síntesis, no se ha logrado una disposición vinculante que obligue al Gobierno chileno a tratar el libre acceso al mar para Bolivia. 

Muchas palabras, pocos resultados. El periódico La Tercera, en la edición electrónica correspondiente al 7 de junio del año en curso, publicó que el equipo consular chileno esperaba el peor escenario, esto es, la emisión de una resolución por parte de la OEA que lo conmine a negociar con Bolivia. “Sin embargo, minutos después, la calma y las risas nerviosas volvieron”, señala la nota, toda vez que se habría desistido del plan original, presentándose simplemente una petición de correr la fecha de la Asamblea de la organización del próximo año, en la ciudad de Cochabamba. 

Un inmenso alivio para los representantes del Gobierno de Sebastián Piñera, quienes se limitaron a pasar un mal momento en la 41 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, en la que han reafirmado la vigencia y validez jurídica del Tratado de 1904, expresando la soberanía que tienen los países para delimitar el derecho que regulará sus relaciones bilaterales. 

Con todo esto, Bolivia ve más lejana la costa marítima. 

sábado, 4 de junio de 2011

La Nación se ocupó editorialmente del tema del terrorista invitado por Evo en artículo inobjetable (Los Tiempos de Cochabamba desinforma)


Martín Dinatale
LA NACION
Con un mensaje diplomático, la Argentina ayer respondió por partida doble al conflicto que se desató con Bolivia por haber recibido al ministro de Defensa de Irán, Ahmad Vahidi, que está prófugo de la Justicia y se lo acusa de ser coautor ideológico del atentado contra la AMIA. Por un lado, se suspendió una visita de Evo Morales, que estaba preparada para mediados del corriente mes, y, por otra parte, la presidenta Cristina Kirchner recibirá hoy en Venecia a su par de Israel, Shimon Peres.
Esto muestra que el pedido de disculpas que extendió el gobierno de Bolivia a la Argentina por haber recibido a Vahidi al parecer no fue suficiente para la Presidenta. Tampoco resultó satisfactorio para el Gobierno que la administración boliviana expulsara al funcionario iraní cuando conoció la queja argentina.
El conflicto con Bolivia creció en las últimas horas por el malestar de la Casa Rosada con Morales, que no hizo nada para detener al ministro iraní buscado por Interpol para ser juzgado en la Argentina por el atentado en el que murieron 85 personas.
Fuentes de la Cancillería y del kirchnerismo confirmaron a La Nacion que la visita de Evo Morales prevista para mitad de este mes quedó en suspenso. Según se supo, el presidente de Bolivia iba a reunirse con Cristina Kirchner para darle un respaldo electoral y, a la vez, iba a recibir una distinción de la CTA oficialista de Hugo Yasky y del líder piquetero Luis D'Elía. Pero nada de ello será posible por ahora.
"No hay clima para recibir a Evo [Morales] ahora", sintetizó un destacado funcionario del Palacio San Martín. La foto de Morales y su ministra de Defensa, María Cecilia Chacón, con Vahidi en Santa Cruz de la Sierra, más los compromisos de colaboración militar que Irán y Bolivia sellaron causó un fuerte enojo no sólo de la comunidad judía en la Argentina sino de Cristina Kirchner. El mismo lunes, la Cancillería se quejó a la embajada boliviana en Buenos Aires.
La respuesta a este altercado fue la carta que remitió de inmediato el ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, David Choquehuanca Céspedes, a su par Héctor Timerman, en la que en nombre del gobierno boliviano le pidió disculpas a la Argentina por desconocer los antecedentes penales de Vahidi. Luego se expulsó al funcionario iraní. Pero ya era tarde. Interpol no lo detuvo, y la justicia argentina se perdió la oportunidad de recibir el testimonio de uno de los principales imputados en el atentado contra la AMIA.
La frialdad que la Argentina mostrará con Bolivia apunta a marcar un límite que Cristina Kirchner no está dispuesta a cruzar: es decir, sellar acuerdos con funcionarios iraníes acusados por la Justicia.
"La Presidenta está muy molesta con Evo Morales y evalúa exigirle una respuesta pública por haber recibido a Vahidi", expresó ayer a La Nacion el presidente de la AMIA, Guillermo Borger, como para que no quedaran dudas del clima que había en la comitiva presidencial en Italia. La comunidad judía esperaba ayer una respuesta dura de la Argentina y, al parecer, la obtuvo. La cancelación del viaje de Morales, por un lado, y la reunión con Shimon Peres, por otra parte.
Reunión en Venecia
El encuentro del presidente de Israel con Cristina Kirchner, que se hará hoy en Venecia, en medio de los festejos por los 150 años de la unificación italiana, fue pedido por el propio funcionario israelí, según se informó oficialmente.
La reunión de Cristina Kirchner y Peres se hará en el hotel Europa Regina, de Venecia, y según fuentes de la Cancillería, girará en torno al avance de Irán en América latina.También hablarán de una alianza de Israel con el Mercosur y la necesidad de que la Argentina designe en Tel Aviv a un embajador.
La comunidad judía ve con preocupación los acuerdos militares que Irán hizo en Venezuela, Ecuador, Brasil y Bolivia. Esto incluye desde la inauguración de escuelas militares, como fue el caso de Bolivia y acuerdos que exceden el ámbito militar y que apuntan a la explotación de uranio destinado a las centrales nucleares.
Timerman comentará mañana a su par de Bolivia el enojo de Cristina Kirchner en la reunión de la OEA que se realizará en El Salvador.

jueves, 2 de junio de 2011

muchos opinan que Chile se excedió. otros que Chile hizo bien en advertir. las provocaciones de SE Evo causaron una reacción que ojalá atempere al originario que ya gritó: "somos pacifistas...no queremos guerra", pero sí joder!

El Gobierno chileno ha decidido mandarle un mensaje muy enérgico a su par boliviano y lo ha hecho con las mismas armas que ha estado exhibiendo el régimen de Evo Morales, que desde el 23 de marzo pasado viene alborotando el espíritu nacionalista y la conciencia marítima de la población, sin conseguir hasta ahora resultados alentadores. Una reciente encuesta demostró que sólo el 40 por ciento de los bolivianos apoya la decisión del Presidente de llevar a Chile ante los tribunales internacionales para lograr un acceso soberano al océano Pacífico, mientras que el 35 por ciento piensa que el Mandatario anunció la medida para distraer problemas internos. El 15 por ciento cree que fue una mala decisión.

El presidente chileno Sebastián Piñera no anda muy bien en las encuestas, aunque su índice de popularidad no es tan  bajo como el de su colega boliviano. Por eso es que al mandatario mapochino le vienen como anillo al dedo las provocaciones que llegan del otro lado de la Cordillera. Su más reciente respuesta ha sido lanzada en la línea clásica del nacionalismo belicista chileno, una postura que le ha servido a lo largo de su historia para mantener la unidad de la población en cualquier circunstancia, ya sea para defender su territorio, su producción y su cultura, para enfrentar un terremoto o para respaldar al ex dictador Augusto Pinochet, aquella vez que el juez español Baltasar Garzón lo tuvo entre las cuerdas.

El ministro de Defensa de Chile, que al mismo tiempo cumple funciones de canciller, Andrés Allamand, ha sacado a relucir el gran potencial bélico de su país y ha dicho que las Fuerzas Armadas “están en condiciones de hacer respetar los tratados internacionales y de cautelar adecuadamente la integridad territorial”. Lo dijo a propósito del nuevo anuncio realizado por la diplomacia boliviana de recurrir a la Organización de Estados Americanos (OEA), una instancia que en repetidas ocasiones brindó su respaldo a la demanda marítima de Bolivia y que en 1979 emitió una resolución que instruía a Chile atender la problemática boliviana. Hay que mencionar que ese ha sido tal vez el mayor espaldarazo que ha recibido nuestra demanda marítima, pero que cuando fue emitido, pilló a políticos y militares bolivianos sumergidos en peleas por el poder, golpes de estado y conspiraciones. Resulta que 32 años después deciden darle importancia a aquel pronunciamiento y lo hacen cuando precisamente un chileno es el conductor de la OEA.

La última estrategia anunciada refuerza la idea de que Gobierno de Evo Morales está caminando a los tumbos y de manera improvisada en el supuesto objetivo de recuperar la soberanía sobre el océano Pacífico. Decimos “supuesto”, porque en realidad, lo que busca el régimen boliviano es buscar un medio para recuperar la credibilidad perdida, mejorar la popularidad del Presidente y recobrar la unidad de una buena parte de la población en torno a un solo propósito, ante el estrepitoso fracaso del “proceso de cambio”. Como se ha mencionado, la población boliviana desconfía de las maniobras que se han puesto en marcha y es precisamente aquí que Chile lleva las de ganar, porque seguramente está en mejores condiciones de fortalecer la conciencia nacional en torno al conflicto marítimo. En el plano de la diplomacia y los escenarios multilaterales, es muy difícil que Bolivia pueda conseguir, ya sea en la OEA o en La Haya, algo más que declaraciones y buenas intenciones.


El ministro de Defensa de Chile, que al mismo tiempo cumple funciones de canciller, Andrés Allamand, ha sacado a relucir el gran potencial bélico de su país y ha dicho que las Fuerzas Armadas “están en condiciones de hacer respetar los tratados internacionales y de cautelar adecuadamente la integridad territorial”. (Transferido de El Dia)