martes, 23 de abril de 2013

apuntes a ser tomados en cuenta en el tema del Tratado del 1904 (Textos II y III por M.Aira)


  1. La Academia Boliviana de la Historia tuvo el acierto en 1979, cien años después del asalto a nuestro Litoral por las FFAA de Chile, de edicar cuatro volúmenes de gran valor de la autoría de Daniel Sánchez Bustamante con el título genérico de "Bolivia su estructura y sus derechos en el Pacífico, textos invalorables cuando se trata del Tratado de 1904 y nuestra relación con Chile. Cumplen la imprescindible necesidad de conocer la realidad cuando se trata de establecer la verdad histórica que Chile ha tratado, por todos los medios de desigurar y ocultar al gran público para que no sucediese lo que está pasando hoy mismo, que Bolivia presentase una querella internacional denunciando la injusticia de una mal llamada "Guerra del Pacífico" que no fue otra cosa que el asalto a la propiedad privada. La ocupación de territorios en posesión de su propietario legítimo la República de Bolivia. Mucho antes de 1879 cuando Chile secretamente planeaba la invasión sus escritores y periodistas se dieron a la tarea de difundir la mentira. Que Chile poseía esos territorios que Bolivia y Perú pretendían sus riquezas y que constituía un deber preparar su permanente defensa. Cuando ocurrió el asalto completaron la mentira, que Chile salió en defensa de lo suyo ante un doble enemigo Perú y Bolivia y que reivindicaban sus riquezas como "un derecho legítimo". La tarea de propaganda y falseamiento de la verdad fueron, son tan grandes que todavía se duda del legítimo derecho de Bolivia a reclamar su propiedad en territorios costeros. Escritores e historiadores bolivianos han intentado en todo tiempo de contrarestar aquella falacia, sin que el eco del pensamiento boliviano hubiese lograr ganar. Daniel Sánchez Bustamante, catedrático, político, maestro de la juventud, gran patriota fue sin duda uno de los exponentes de la verdad, de la voluntad boliviana de mostrar toda la verdad de la Guerra que nos cercenó nuestro mar. Su libro publicado en 1919, estuvo destinado a poner en conocimiento de la Liga de las Naciones, acorde con la línea del gran presidente Wilson, descorrer el terror cerrado por Chile y reclamar el retorno al Mar, con toda la fuerza de su razonamiento y de su impulso bolivianista. (sigue en III)
  2. Mauricio Aira   Reply
    Cuando se estudian los factores y el proceso del Tratado de 1904, la fatalidad cubre la vida nacional al nacer el nuevo siglo. Se podría decir que Bolivia confió en la corta duración del tal convenio, que las guerras que se anunciaban (prolegómenos de la Primer Guerra Mundial) los cambios que se estaban sucediendo, el nacimiento de la Liga de las Naciones, y para no pocos la correcta utilización de la indemnización que pagaría Chile por efecto de los daños provocados a Bolivia por la Guerra, hacían pensar que las condiciones del tratado que se discutió por muchos año a saber la entrega de la costa (500 y algo de kilómetros) la construcción de los ferrocarriles Antofagasta Oruro y Arica La Paz, significaría poco menos que la clave para el desarrollo y el crecimiento económico y por fin la indemnización que Chile pagaría dividida en varias cuotas anuales, serviría como capital de arranque para prometedores proyectos futuros. Un factor que pocos conocen, fue el aislamiento de Bolivia del resto del continente, los vecinos nos estaban abandonando, estaban dejando sola a Bolivia, que se les arregle como mejor pudiese, los conflictos en el Acre, luchando contra los brasileños que invadían el territorio aledaño, todo estaba empujando a Bolivia a tener que suscribir el borrador que ya para el 1902 estaba casi listo. Es bueno saber que el Tratado de 1904 no fue obra de un negociador aislado ni de un momento infeliz de nuestra diplomacia. Fue el nudo en que se recogieron sucesos adversos -texto de Sánchez Bustamante- desengaños repetidos, precipitaciones angustiosas, necesidades urgentes, ilusiones muertas. Cada uno de loso actores, Perú, Brasil, Argentina y Paraguay tenían pleitos pendientes con Bolivia, Bolivia no podía contar con ninguno de ellos. Pendía sobre el cuello como una guillotina el ultimatum de firmar o continuar la guerra. Argentina se mantuvo ligeramente leal hasta cuando chantajeada por Chile, con la disputa interna por el Canal del Beagle, entonces se retiró como mediador, lo que significó darle a Chile campo libre, declaró terminado el Pacto de Tregua, discutió los montos de la indemnización reduciéndolos cada vez de un millón 300 mil libras, dijo que el millón sería la inversión en los ferrocarriles y que las 300 mil libras esterlinas restantes las entregaría sí en efectivo. Lo cierto es que cuando suscribió el Gobierno, fue como un "rendirse a Chile". La otra derrota que tendría que ratificarse con una decisión del Congreso, si bien Bolivia pretendió poner a salvo los intereses de ciudadanos bolivianos en los territorios ocupados, que conservasen "el derecho propietario y que éste les sea garantizado por el Estado Chileno. En los hechos todas las causas judiciales de bolivianos en Chile terminaron con sentencias desfavorables, hecho jurídico que varios tratadistas consideraron como antecedentes para negar o cuestionar la validez del Tratado que al menos en éste punto concreto no se cumplió. Para no entrar al tema de las indemnizaciones que recibió y no recibió Bolivia, como el pago que hizo Chile de las deudas a los proveedores de equipos de guerra y otros por un monto superior a los 6 millones de libras esterlinas que hasta hoy ha quedado en el plano de discusión. En suma el Tratado de 1904 fue la capitulación. El final de una dolorosa herida que hasta hoy sangra 134 años después del asalto torpe y contranatura de Chile a Bolivia.

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