jueves, 3 de noviembre de 2011

un abogado experto en temas tributarios aceptar la responsabilidad de dirigir DIREMAR. ente para estudiar las estrategias de retorno al mar. LT refleja las circunstancias del nombramiento

Ha causado sorpresa —por decir lo menos— la designación de un abogado especializado en derecho tributario como Director de la Dirección de Reivindicación Marítima (Diremar), una entidad creada para estudiar diversas estrategias que permitan abrir nuevos caminos —entre ellas demandas jurídicas— que nos conduzcan a obtener una salida soberana al Océano Pacífico.
La sorpresa surge por dos elementos importantes. Uno, que el nuevo director fue magistrado del Tribunal Constitucional por nombramiento directo hecho por el Presidente del Estado y, luego, candidato seleccionado por la Asamblea Legislativa a esa instancia, habiendo perdido, por un amplio margen, la elección.
El segundo, que una oficina como Diremar lo menos que necesita es de personal no especializado en sus niveles de decisión. El tema del mar es complejo en sí mismo, basta revisar las reparticiones que –para atenderlo— hay en los gobiernos del mundo para comprender aquello. Más aún en el caso boliviano, en el que está de por medio una guerra perdida por la que se nos quitó nuestra cualidad marítima. Y no se trata de evaluar la capacidad profesional de la autoridad nombrada, sino de que no tiene especialización en el tema.
A lo señalado habrá que agregar que el discurso de posesión del nuevo Director de Dinamar no ha sido, precisamente, novedoso. Más bien puede ser comparado con las alocuciones que se lanzan en fechas simbólicas, en las que abundan los lugares comunes y las afirmaciones de efecto, así como la afirmación presidencial de que el nuevo Director de Diremar contaría con el respaldo de la Asamblea Legislativa, extremo, en verdad innecesario, por cuanto, como dispone la Constitución Política del Estado, el Presidente tiene la atribución de dirigir “la política exterior; suscribir tratados internacionales; nombrar servidores públicos diplomáticos y consulares de acuerdo a la ley” (Art. 172/5).
Además, se procede a este nombramiento luego de que el Presidente del Estado sostuviera una reunión con su colega chileno en Asunción —haciendo lo propio sus respectivos cancilleres—, en la que se habría abordado la posibilidad de reimpulsar las negociaciones bilaterales con la agenda de 13 puntos, entre los que se encuentra la demanda marítima boliviana, decisión que si se concreta exigirá de la nueva autoridad marítima enfrentar una carrera contra el tiempo en condiciones poco ventajosas para atender este asunto.
Por lo señalado, no está demás exhortar a las autoridades a que en tema de tanta trascendencia como el marítimo realicen especiales esfuerzos para adecuar la experiencia con la necesidad de formar nuevos funcionarios que se vayan especializando en él. Si hay un espacio en el que la experiencia es fundamental es en el de las relaciones internacionales, en las que no imperan las buenas intenciones sino los intereses fríos.
Asimismo, adoptar la decisión política de desterrar la improvisación y el sectarismo, pues sólo en la medida en que haya unidad de criterios y capacidad de dar prioridad a los intereses del país sobre los personales, por más legítimos que estos sean, se podrá abordar el tema del acceso soberano al mar con más probabilidades de éxito.

martes, 1 de noviembre de 2011

medios sometidos a Evo dicen que "Piñera le pidió no hablar del mar" aquel como siempre lo hace dijo que sí, pero al final quizo meter una declaración que resultó un fracaso. Piñera le había prevenido. "no se atreva que fracasará" y así fue

A Chile nunca le ha gustado que Bolivia ande reclamando el mar en todas las cumbres. Durante casi cinco años, Evo Morales les dio el mayor de los gustos a los chilenos, ya que el tema marítimo fue prácticamente extirpado de todos los discursos oficiales. De un momento a otro y por razones netamente internas, el jefazo comenzó a chillar por agua salada, pero le fue muy mal. En su primer ensayo, durante la última Asamblea de la OEA celebrada en El Salvador, la diplomacia boliviana recibió una paliza cuando intentó incluir una resolución sobre la demanda marítima. Antes de la reciente Cumbre Iberoamericana realizada recientemente en Paraguay, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, le pidió a su colega boliviano no hablar del mar. Al principio parecía una súplica, pero al final se supo que se trataba de una advertencia, mejor dicho, un buen consejo para evitar un nuevo papelón. Menos mal que el presidente Morales prefirió hablar de la quinua, del Tipnis y de lo malos que son los periodistas bolivianos y apenas hizo referencia al mar, sin mencionarlo. Pero al final, cuando intentó meter su queja en la declaración final de la reunión presidencial, el resultado fue otro rotundo revés.

martes, 25 de octubre de 2011

Comité Cívico Pro Mar Boliviano había convocado a nuevas elecciones para el siguiente período. El nuevo directorio será posesionado el 8 de noviembre en el Salón de Actos del Club Social


A partir de las 19:00, se cumplirá la elección del nuevo directorio del Comité Cívico Pro Mar Boliviano, en su sede provisional del Club Social de la calle Bolívar esquina España. 

Se elegirá al presidente y vicepresidente; en tanto que los demás cargos serán designados directamente, para procurar unidad en el trabajo. Se trata de la secretaría general y las carteras de finanzas, actas, prensa, vinculación internacional y asesor legal. El directorio tendrá duración de tres años. 

Los postulantes deberán ser miembros activos del Comité con antigüedad de un año.

El representante del Comité Electoral, Carlos Iriarte Fiorilo, informó que la posesión del directorio será el 8 de noviembre en el Salón de Actos del Club Social.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Rocío Estremadoiro cita al historiador Alberto Gutiérrez a propósito del MAR y Melgarejo. "aprovechando sus 5 minutos de poder se creen reyezuelos"


Alberto Gutiérrez fue un diplomático boliviano de antaño, para algunos tristemente célebre al ser el representante de nuestro país que firmó el Tratado de 1904, estableciendo la “paz y amistad” entre Bolivia y Chile y ratificando la cesión perpetua del que fuera el litoral boliviano. Empero Gutiérrez, al mismo tiempo, fue un eximio historiador. Su obra sobre la Guerra del Pacífico es reveladora no solamente como muestra de riqueza documental que devela los pormenores de la guerra, sino por forjar una autocrítica permanente que procura descubrir las propias responsabilidades de Bolivia para que ocurriera el amargo desenlace del que resultó la mediterraneidad del país.
Un fragmento de su libro “La guerra del 1879” reflexiona sobre el régimen de Mariano Melgarejo, dictador famoso por sus excesos, despotismo y por su irresponsable manejo del Estado. Se preguntaba por qué, a pesar de la caída de Melgarejo, el gobierno que lo depuso, encabezado por Agustín Morales, al final terminó ejerciendo prácticas similares a las que había abolido con tanto estruendo. Por qué se repetía constantemente el abuso de poder más allá de las diferencias políticas, ideológicas y hasta particulares de los distintos gobernantes. Respondiendo a estas inquietudes, concluyó:
“Hay otro factor que crea esas contradicciones, que el historiador se encuentra en el deber de investigar en sus verdaderos orígenes. Es la educación de los políticos en Bolivia, la tendencia a la adulación y el servilismo, la predisposición enfermiza que forma bandas voluntarias de sicarios y esbirros. La lisonja palaciega que malea y pervierte los mejores caracteres, hizo también su presa en la índole irascible de Morales”.
Este pasaje me hizo pensar, nuevamente, en lo cíclica que es la historia con esa tendencia de los bolivianos a repetirla casi como un mandato ineludible de nuestro inconsciente colectivo, al punto de que una reflexión contextualizada en el siglo XIX, vaya como anillo al dedo para describir el acaecer reciente.
Cualquiera que conozca un poquito las entrañas de la organización gubernamental del país no importando si es el nivel central, departamental o municipal, tiene muy en claro que, aún hoy, cuando se supone soplan vientos de “cambio”, lo público sigue descansando en mal planificadas estructuras nepotistas, clientelistas y de compadrazgos encabezadas por caudillos de mayor o menor grado, que aprovechando sus cinco minutos de poder, se creen “reyezuelos”, confirmando tal pretensión una masa de seguidores adulones e hipócritas que,  ya sea por ambición o sobrevivencia, no parecen tener otra función que lamerle las botas al jerarca de turno.
Así, siendo el ser humano tan proclive a la soberbia,  al egoísmo,  a la codicia y al sometimiento de su prójimo, me pregunto si es cierto que el poder cambia a las personas siendo capaz de doblegar los  “mejores caracteres”, como decía Gutiérrez, con esa tendencia latente y manifiesta que ha marcado históricamente a la cultura política de Bolivia, infestando incluso los ámbitos sindicales y privados, al punto de retocar “a lo boliviano” el melancólico verso de Gabriela Mistral cuando cantaba “todas queríamos ser reinas”, a “todos habíamos querido ser reyes”.
Justo estaba en esas cavilaciones cuando, como en un augurio onírico, pude leer en una de las paredes de La Paz este grafiti de Mujeres Creando que dice cual recordación o advertencia: “Evo, no estás solo, estás rodeado de llunk´us”. 

martes, 4 de octubre de 2011

olvidó Evo todo lo relacionando con Chile y el Mar y la salidal al Mar, más aún desde que repuso en su puesto de ministro de las ffaa a Rubén Saavedra dejando acéfala, vacía la Dirección Marítima. Vean cómo utiliza los temas a su sabor.


En medio del escándalo desatado por la represión gubernamental a la marcha indígena quedó en un segundo plano la situación de parálisis en la que habría entrado la Dirección de Reivindicación Marítima, una vez que su ex director, Rubén Saavedra, fue puesto nuevamente a cargo del Ministerio de Defensa.
Como se recordará, esa oficina fue creada poco después del “gasolinazo”, en el marco de un cambio de estrategia en el tema marítimo que buscaba un repunte en la alicaída popularidad del gobierno, tras el grave error cometido a fines de diciembre.
Es decir, que una crisis creó a la Dirección de Reivindicación Marítima (el gasolinazo) y ahora otra crisis (el TIPNIS) amenaza con cerrarla.
Una vez más se comprueba que, lejos de impulsarse una política de Estado en la cuestión del acceso al Pacífico, el asunto está sometido a los vaivenes de la política interna de la administración de Evo Morales.
Un sondeo realizado por El Diario confirma que la ciudadanía comparte esta percepción, ya que la mayoría de los consultados manifestaron que “el Gobierno aparenta no trabajar de forma seria en un tema tan importante para los bolivianos”.

“Auto de Buen Gobierno”

Repuesto en el Ministerio de Defensa tras la renuncia de Cecilia Chacón, Saavedra tiene la difícil misión de asegurar el mando político sobre las fuerzas militares, en tiempos en que el propio gobierno ha devaluado esa capacidad al negarse a asumir las órdenes emitidas a la Policía, fenómeno que también es minuciosamente evaluado en ámbitos castrenses.
El tema es crucial, porque entre los escenarios posibles manejados por el régimen, en caso de no postergarse las elecciones judiciales, estaría la declaración de un “Auto de Buen Gobierno” que cumpliría las funciones de un Estado de Sitio disimulado, con la excusa de precautelar los comicios del 16 de octubre.
Y se sabe que una medida de esa envergadura sería inaplicable en un clima de malestar policial y militar…
notishots@gmail.com

domingo, 25 de septiembre de 2011

contra réplica del Canciller Choquehuanca a la réplica de Moreno. Sí que existe una controversia por resolver" sostiene jefe de la diplomacia de Evo en corto comunicado publicado en Santiago

La Cancillería boliviana respondió a los dichos del Presidente Sebastián Piñera durante su intervención en la Asamblea General de la ONU -el jueves pasado-, ocasión en la que reiteró que entre ambos países "no existen asuntos territoriales pendientes".

A través de un comunicado oficial, el Ministerio de RR.EE. paceño plantea que La Paz "ha exigido, en todo momento, la necesidad de una reparación histórica por parte de Chile, por la pérdida de su acceso libre y soberano al océano Pacífico, producto de una agresión bélica".

"Entre Bolivia y Chile existe una controversia de carácter internacional y de interés hemisférico, como ha reconocido la propia Organización de Estados Americanos (OEA) (...). A lo largo de la historia, Chile ofreció resolver la situación de enclaustramiento de Bolivia, sin que hasta la fecha se haya concretado", agrega el documento.

En el comunicado, además, se sostiene que el canciller Alfredo Moreno"reconoció" ante la OEA, en junio, "la existencia de un diferendo" que "debe resolverse imperiosamente".

sábado, 24 de septiembre de 2011

la demanda de apoyo reclamada por Evo a la salida de Bolivia al Mar no ha tenido ningún apoyo "cero reacción" observa canciller Moreno desde Santiago


El canciller chileno, Alfredo Moreno, consideró ayer que la reacción internacional a la demanda marítima que Bolivia ha defendido en foros internacionales, como lo hizo por última vez este miércoles en la Asamblea General de Naciones Unidas, ha sido "absolutamente nula".
“No me parece sorpresivo. Esto es algo que Bolivia ha hecho en los foros internacionales, no sólo ahora sino en muchas oportunidades anteriores. La reacción a esto ha sido absolutamente nula", opinó Moreno en declaraciones desde Nueva York a Radio Cooperativa.

Durante su intervención ante la Asamblea General de Naciones Unidas, el presidente boliviano, Evo Morales, defendió su intención de demandar a Chile para lograr una salida al mar con soberanía, perdida durante una guerra libra-da contra ese país en el siglo XIX. Y pidió a la ONU y a otros organismos internacionales acompañar y apoyar el pedido de Bolivia.

El miércoles, Morales opinó que el tratado "no aportó a la paz ni a la amistad y ocasionó que por más de un siglo Bolivia no acceda a un puerto soberano".

También en la ONU, su homólogo chileno, Sebastián Piñera, respondió el jueves que "no existen asuntos territoriales pendientes" con Bolivia, y defendió que el Tratado de 1904 "fue fruto de una negociación libre y consentida".