En cuatro ocasiones los gobiernos de Bolivia y Chile estuvieron en puertas de consolidar un acuerdo sobre la demanda nacional de recuperación del acceso a las costas del Pacífico, lo que demuestra, históricamente que es factible una solución negociada.
Esa situación fue revelada por el excanciller y diplomático de carrera, Armando Loaysa, quien confió a OPINIÓN su optimismo por la posibilidad de un acuerdo sobre el más que centenario tema. “Yo creo que un día vamos a llegar a un acuerdo. Bolivia tiene una actitud siempre muy negativa, un fatalismo histórico”, dijo.Consultado sobre las bases de ese optimismo, Loaysa explicó que en principio, porque es diplomático, pero sobre todo apoyado en la historia.
“En la historia se han dado posibilidades de negociación entre Chile y Bolivia y hay oportunidades en que Bolivia cometió graves fallos, la clase política boliviana, en no aceptar propuestas o acuerdos a que se llegó con Chile”.
Señaló que el año 1895 “se llegó a un acuerdo perfecto, pero el Congreso boliviano puso condiciones que derrumbaron el acuerdo: eran Tacna y Arica o una costa equivalente en esa zona para Bolivia, con soberanía”, recordó.
Agregó que ese acuerdo, favorable para Bolivia, fue impulsado por el presidente boliviano Mariano Baptista Caserda, a quien definió como un gran diplomático y en Chile era jefe de Estado el presidente Santamaría.
Las otras oportunidades en que se estuvo en puertas de un acuerdo, fue la negociación de los años 50, desarrollada por el embajador de Bolivia en Santiago, Ostria Gutiérrez. La tercera ocasión fue el año 1975-1978, entre los dictadores militares Hugo Bánzer en Bolivia y Augusto Pinochet en Chile, cuando se firmó el acuerdo de Charaña basado en un canje de territorios.
Y la cuarta ocasión fue, según Loaysa, el denominado “enfoque fresco” de hace 24 años, durante el último gobierno del presidente Víctor Paz Estenssoro, negociación conducida por el entonces canciller Guillermo Bedregal.
La quinta oportunidad en que se entablan negociaciones bilaterales sobre la demanda boliviana es en la actual administración de Gobierno, del presidente Evo Morales, que en los últimos cuatro años desarrolla una agenda de 13 puntos que incluye, de manera explícita, el tema que interesa a nuestro país.
“Los presidentes de ambos estados han acordado que se inicie una negociación específicamente incluyendo el tema marítimo, después de 24 años se ha acordado iniciar una negociación con Chile sobre el tema marítimo. No es una cosa menor, la última vez fue el enfoque fresco con Paz Estenssoro, hace 24 años”, subrayó el excanciller boliviano.
“Ahora se llegó a una negociación lo que no es una cosa menor. Son cuatro años de gestiones. En diplomacia las cosas no se hacen de la noche a la mañana, no es como comprar una casa o realizar un contrato inmobiliario. Una negociación diplomática debe ajustar los intereses de dos Estados y eso es muy difícil y complejo”, agregó.
Explicó que la situación es más complicada aún debido a que “los bolivianos y chilenos estamos muy cargados por esta cuestión que está en el imaginario colectivo y ya es patrimonio histórico. El mayor trauma que ha sufrido Bolivia en su historia ha sido la pérdida del litoral marítimo. Esto ha marcado a los bolivianos y, de alguna manera, a Chile también”.
Loaysa dijo que no comparte calificar una potencial solución, ya sea con términos como “soberanía” o simplemente “recuperación de la cualidad marítima”. “No estoy de acuerdo con esas cosas semánticas. El principio es que Bolivia ha buscado siempre una solución y ahora está de manera explícita en la Constitución”.
Recordó también las varias resoluciones aprobadas por la Organización de Estados Americanos a favor de la demanda boliviana. “Hay once resoluciones aprobadas casi por unanimidad por el continente, incluyendo Estados Unidos y con las reservas de Chile. Han consignado esas resoluciones que Bolivia y Chile deben ponerse a negociar una salida útil y soberana -utilizan esa palabra-, de Bolivia al Pacífico. Esas son normas de derecho internacional interamericano”.
Loaysa agregó que el hecho de que Chile no hubiese querido aceptar esas resoluciones con el argumento de que es un tema bilateral y no multilateral, no significa que las resoluciones de la OEA no sean producto de un consenso en la Asamblea General”.
El excanciller, consultado sobre si el potencial acuerdo con Chile se basará con canje de territorios o algún tipo de compensación, respondió que “esos son los términos que Bolivia podría plantear en la negociación, pero eso es el inicio de la negociación y ya están abiertas muchas posibilidades”.