sábado, 16 de septiembre de 2017

una parte de Chile niega la existencia de Mar para Bolivia, otra pone en duda cualquier derecho boliviano a una costa "lo perdieron con la guerra", otra muy pequena acepta que Chile ofreció una solución con mar después de la guerra. Bolivia pretende sentar a la mesa a Chile y recordarle las promesas...


Mesa responde a Muñoz: “Resolver en el siglo XXI lo que aún está pendiente”


  • Carlos Mesa, vocero de la demanda marítima y Heraldo Muñoz, canciller chileno. | Agencias
COCHABAMBA |
El vocero de la demanda marítima y expresidente de Bolivia, Carlos Mesa, con el artículo publicado hoy en El País: “Bolivia-Chile: resolver en el siglo XXI lo que aún está pendiente”, le respondió al canciller chileno Heraldo Muñoz, quien ayer en el mismo diario escribió: “Chile-Bolivia: la distancia del siglo XXI”.
Este cruce de ideas y argumentos se da en medio de la presentación de la dúplica que Chile hizo hoy en la mañana ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, en el marco de la demanda marítima interpuesta por Bolivia el 2013.
“Por primera vez, no fue Bolivia quien lo dijo, sino el máximo tribunal internacional de justicia: sí hay temas pendientes entre Chile y Bolivia, lo que desmonta definitivamente el argumento chileno de que el Tratado de 1904 (referido a nuestros límites territoriales) resolvió todos los problemas existentes entre ambas naciones”, señaló Mesa.
“Es imprescindible comprender que el espíritu de Bolivia al presentar su demanda ante la Corte, es buscar una solución pacífica y negociada a un problema que Chile no solo no ha querido resolver por ese medio, sino que se ha empeñado en encapsular en una negociación bilateral que condenó siempre a un callejón sin salida”, agregó el vocero boliviano de la demanda marítima.
Por su parte, Muñoz señaló que la demanda boliviana busca modificar el territorio de Chile y la alteración de un tratado vigente. “Chile ha estado dispuesto a escuchar las aspiraciones de Bolivia y presentar sus intereses propios al país vecino. Sin embargo, ello no significa que exista una obligación jurídica de negociar un acceso soberano”, apuntó.
“Bolivia goza de acceso al mar, sin soberanía, con exenciones tributarias y una serie de otros beneficios que anualmente cuestan a Chile cerca de cien millones de dólares, otorgados para una mejor implementación del régimen establecido a perpetuidad en el mismo Tratado de 1904”, añadió el canciller chileno.
La dúplica chilena se presenta luego de que Bolivia entregó su réplica el pasado 21 de marzo. Muñoz también explicó que la estrategia que asumieron apunta a las “inconsistencias” y “cambios de rumbo” de la argumentación boliviana.
Entretanto, Bolivia ya se prepara para la fase oral del juicio marítimo contra Chile. Con la entrega de la dúplica por parte del vecino país, se da por cerrada la fase escrita del proceso.

lunes, 10 de julio de 2017

al fin un elogio sobre el tema Carabineros. Tuto dijo que "el manejo fue impecable" me han sorprendido.


Jorge Tuto Quiroga


El expresidente calificó una decisión correcta la devolución de los dos carabineros chilenos y aseguró que "la forma de anunciar y ejecutar la entrega sido muy buena, casi impecable que muestra a Bolivia como un país ejemplo para el gobierno de Michelle Bachelet".
"Rara vez me escucharán que diga algo a favor de este gobierno con el que discrepo en caso todo, y me ha dejado sorprendido porque eso es lo que hace una democracia, no criminaliza los impases fronterizos", declaró.
Quiroga sostuvo que esa actitud del gobierno ayuda a Bolivia en el plano internacional porque da señales claras de cómo resolver incidentes fronterizos, pero lo que resta y desfavorece es la actitud del "gobierno servil de Evo Morales a la dictadura atroz de  Nicolás Maduro".
"El apoyo a un dictador que ha matado 90 personas resta credibilidad a Evo Morales cuando lo correcto es privilegiar la vía diplomática para la causa marítima y no para defender a Maduro que está consumando un golpe a la democracia y libertad en Venezuela", declaró.
Señaló que en Venezuela hay una catástrofe humanitaria, se vive la inflación y la criminalidad más alta del mundo y cuando la gente protesta, Maduro manda a los militares y grupos sicarios a reprimir en las calles.
Recordó que el mundo entero está viendo lo que hace la dictadura de Maduro y lamentablemente toman apunte qué países respaldan a ese gobierno, donde Bolivia y otros países centroamericanos están inscritos.
Aseguró que todos los países democráticos del mundo han repudiado el reciente ataque a la Asamblea de Venezuela, pero Evo Morales salió a decir "dale duro Maduro" sin tomar en cuenta que hay 90 muertos en tres meses.
Quiroga indicó que recientemente el grupo del G20 expresó su repudio y el papa Francisco también se ha pronunciado por el retorno a la paz y la democracia y se declaró convencido que el próximo domingo, cuando haya el plebiscito y millones de venezolanos en las calles, se habrá frenado la farsa Constituyente de Maduro y se habrá recuperado la democracia y la libertad.

miércoles, 14 de junio de 2017

no tardaría Chile en calificar la actuación de Héctor Arce ministro de Justicia en la OEA como de "rotundo fracaso mediático" para ocultar que sí procedieron remal con los dos miitares y 7 funcionarios de Aduana detenidos en territorio chileno hace ya 60 dias. hubo violencia y ausencia de consideración.


Bolivia muestra ante la OEA pruebas de la tortura a bolivianos en Chile; pide actuar para su liberación



domingo, 4 de junio de 2017

qué lindo sería ponernos a trabajar en la solución de salida al mar por el Atlántico, en lugar de seguir con la utopía de por el Pacífico. plantea El Dia. tener salida por los dos grandes mares sería de un impacto irresistible, aunque el articulista cree que "los centralistas" se oponen a la idea.


Qué lindo sería…

Qué lindo sería que alguna vez Bolivia decida cambiar, que sus gobernantes digan la verdad y los ciudadanos estén dispuestos a aceptarla; porque no es tanto que los políticos sean mentirosos, sino que a todos nos suelen gustar los “cantos de sirena”.

Nos gusta, por ejemplo, escuchar que nuestro país no tiene salida al mar, que estamos condenados a vivir enclaustrados, sometidos por un designio histórico, por el abuso de un invasor y todo eso. Nos gusta que nos hagan llorar y enojar; hacer el papel de víctimas ante el mundo y gritar a los cuatro vientos que somos pobres porque no tenemos un puerto en agua salada.

Qué lindo sería que sean sinceras las palabras del vicepresidente García Linera, que el otro día mencionó a Puerto Busch como alternativa comercial de Bolivia, para deshacernos de ese abuso de 1879 que se repite todos los días cuando Chile nos maltrata a su gusto y, como si nos gustara, continuamos encadenados a los puertos del norte chileno.

Hemos hecho poses en Ilo, en Rosario y también en Uruguay, donde alguna vez surgió una posibilidad, pero nunca pasó de la amenaza y es probable que ocurra lo mismo con lo que hoy se plantea en respuesta al enésimo bloqueo fronterizo que paraliza el 80 por ciento del comercio exterior boliviano que depende de una sola ruta. Un crimen, sin lugar a dudas, pero es igual de grave no buscar una salida que nos ayude a recuperar la otra soberanía, la que depende exclusivamente de nosotros mismos.

Los que nunca se atreven a patear el tablero de las taras bolivianas, tal vez piensen que si Bolivia decide construir su puerto en el río Paraguay, explotar la hidrovía y lanzarse de lleno hacia el Atlántico, el sueño de recuperar el litoral cautivo se irá esfumando. Tal vez crean que la mejor salida es seguir inermes, continuar reclamando en todos los tribunales y foros posibles, mantener las venas brotadas cantándole al mar y explotando el caballito de batalla con fines políticos y mientras tanto, seguimos en las mismas.

Justamente ahora que el país está embarcado en un proceso judicial en La Haya y cuando existen grandes expectativas de conseguir un resultado positivo, resultaría altamente oportuno ponerse manos a la obra en Puerto Busch. En el supuesto caso de que recuperemos el acceso al Pacífico, Bolivia estará en condiciones de desarrollar dos importantes polos en los dos océanos, pasando a ser la única nación del Cono Sur en conseguirlo. El impacto sería formidable. Y si la respuesta es adversa y nos condena a seguir esperando, mucho más importante todavía, pues nos ayuda a presionar a Chile y nos evita el estrangulamiento.

Pero qué lindo sería que este tema sólo se trate de una salida al mar (que ya la tenemos), de comercio o de pensar en el desarrollo del país. El mayor problema de Bolivia no son esos, pues todos saben del potencial que existe en Puerto Busch y su área de influencia; todos saben de la transformación que eso implicaría para la región y para la nación en su conjunto. Son los centralistas, que en su inmensa mezquindad no dejan que eso ocurra. Son ellos justamente los que nunca dejarán que nuestro país llegue al mar, ni al Pacífico, ni al Atlántico.

Ojalá sean sinceras las palabras del vicepresidente García Linera cuando menciona a Puerto Busch como alternativa comercial de Bolivia, para deshacernos de ese abuso de 1879 que se repite todos los días cuando Chile nos maltrata a su gusto y, como si nos gustara, continuamos encadenados a los puertos del norte chileno.

jueves, 18 de mayo de 2017

buena iniciativa. es un tema Bolivia, no es el tema Evo Morales. creo que los líderes de la Comunidad deberíamos mostrar ante Chile que estamos unidos para defender a nuestros 9 compatriotas. ojalá el Régimen acepte esta mediación y de via libre a la gestión de Tuto Quiroga. la causa lo justifica plenamente.


Expresidente Quiroga quiere poner a prueba a Chile y se ofrece viajar por los 9 detenidos

Tuto plantea activar una vía diplomática y dice que quiere para saber si la negativa de otorgar visas es sólo con el gobierno de Evo Morales y sus autoridades, o con todos los bolivianos.

Tuto quiere poner a prueba a Chile y se ofrece viajar por los 9 detenidos


El expresidente Jorge Tuto Quiroga ofreció este jueves viajar a Chile para activar una vía diplomática y gestionar la liberación de los nueve bolivianos detenidos en una cárcel de Iquique y poner a prueba a La Moneda, para saber si la negativa de otorgar visas es sólo con el gobierno de Evo Morales y sus autoridades, o con todos los bolivianos.

Dijo que en su calidad de líder opositor, él es quien tiene más problemas, diferencias y dificultades con Evo Morales, pero considera que la detención de los bolivianos ya no es un problema entre un partido político, sino un hecho que daña a los bolivianos y afecta la relación entre países y pueblos hermanos.

“Este encarcelamiento va a dejar heridas muy profundas entre pueblos. Tomemos así. No quiero ir a desordenar nada, no quiero la foto, ni entrar de contrabando ni cruzar la frontera de noche, sino entrar formalmente y si Chile nos va a negar visa, que muestre que nos está negando a todos los bolivianos sin distinción, no solo a las autoridades de gobierno sino a todos para que quede claro que la señora Bachelet, tiene un problema con Bolivia y quiere abusar a Bolivia”, manifestó en conferencia de prensa.

También pidió al presidente Evo Morales  convocar a todos los líderes políticos de oposición y exautoridades para una reunión o la firma de un documento conjunto, donde expresen un rechazo al tratamiento abusivo e intolerable que se imparte a los compatriotas, y a la criminalización de una diferencia diplomática.

“Me parece que es imperativo mostrar a Chile y al mundo entero de que estamos unidos en la defensa de los bolivianos. Chile insiste en incluso quitar el derecho a la defensa, que no puedan ser asistidos, que autoridades bolivianas no puedan estar allá. No es un tema de Evo Morales es un tema Bolivia”, insistió.

Advirtió que si Chile insistirá en encarcelar a los bolivianos, ofreció también sus oficios para llevar y ampliar la denuncia internacional ante la OEA, CIDH, ante Naciones Unidas y otras instancias, porque los “embajadores de este gobierno, parecen embajadores de Maduro” y nada augura que se pueda resolver en el corto plazo.

Desea que hablar con autoridades chilenas para hacerles notar que esta situación de los nueve detenidos, afectará las relaciones entre los bolivianos porque es grave “criminalizar una relación fronteriza, teniendo dos meses a nueve bolivianos”.

jueves, 27 de abril de 2017

nuestra participación de algún modo "protagónica en la última fase de Charaña" nos lleva a corroborar lo afirmado por Reynolds en su artículo. en efecto no se logró el firme propósito de Bánzer y Pinochet debido a la oposición del Perú, pero también de Cochabamba, según lo tengo referido en varios artículos de mi autoría y según consta en la Historia de Charaña.


Las lecciones de Charaña


Demetrio Reynolds*


Lo que aún es pregunta, puede considerarse como una lección. Esta deja de ser tal cuando ya tiene respuesta. Si los docentes enseñaran a preguntar y a buscar respuestas nuevas, sería una revolución pedagógica. Las respuestas “enlatadas” son poco estimulantes para el aprendizaje, no incentivan la curiosidad ni ejercitan el razonamiento.

Bolivia no ha querido o no ha podido aprender las lecciones de Charaña; de lo contrario, no se hubiera reincidido en errores de 1975, como la agenda de los 13 puntos y la recurrencia a La Haya. No se estudió con meticulosa perspicacia los antecedentes y las condiciones que llevaron al fracaso. El tema continúa siendo actual y es todavía un desafío sin respuesta.

Nunca estuvo mejor motivado Chile para atender la demanda marítima de Bolivia como con Pinochet. Después de derrocar a Salvador Allende en 1973, un virtual cerco de soledad le rodeaba al dictador, por eso fue él quien solicitó la entrevista. Las relaciones diplomáticas estaban interrumpidas por el desvío unilateral del río Lauca, pero estaba en vigor el “Plan Cóndor” que facilitó el acercamiento entre dictadores e hizo menos escabroso el tratamiento del tema marítimo.

La palabra “soberanía” marca la única opción posible: un corredor al norte de Arica. Tras el abrazo de Charaña ambos, Chile y Bolivia, dirigieron su esfuerzo hacia ese punto. Corrijamos un poco, fue solo Chile.

Con motivo del sesquicentenario, Bolivia estaba más interesada en un mensaje donde se hablara del mar para afianzar la permanencia de Banzer en el poder. De ahí que el embajador Gutiérrez Vea Murguía se apresurara en declarar: “Bolivia ya tiene su mar”, cuando lo único efectivo fue la reanudación de las relaciones diplomáticas, que es lo que buscaba Pinochet.

De ser exitoso el intento de Charaña, Chile hubiera ganado por doble partida: resolvía el asunto del mar con Bolivia, y se cubría las espaldas con el Perú. Pero no dependía el resultado solo de Santiago. En sujeción al Protocolo Complementario del tratado de 1929, Chile estaba obligado a recabar anuencia del Perú. La contrapropuesta peruana de establecer en torno al corredor una soberanía tripartita, que Chile rechazó de plano, condenó el intento al fracaso. Esa es la historia del candado y la llave.

¿Por qué Perú no quiere desprenderse de Arica? El efecto que le dejó la derrota es de tipo moral. A través del tratado de referencia, demuestra no querer renunciar a la “provincia cautiva” y alienta la esperanza de recuperarla. Sólo Bolivia cometió el desatino de entregar en bandeja –y por un plato de lentejas, como se dice- todo el Litoral. Ismael Montes es el principal responsable.

Junto a “soberanía” la otra palabra clave es “confianza”. Después de liquidar con torpeza a esta última, se fue a buscar diálogo hasta Holanda. Ahora tomaron la posta los abogados, pero una cosa es definitiva: sin el Perú no hay solución posible. El fallo de la CIJ, así sea favorable, puede ser la crónica de otro fracaso anunciado.
*Escritor, miembro del PEN Bolivia

lunes, 3 de abril de 2017

cuánta razón tiene Eric Landivar al afirmar que "con o sin Evo" Bolivia mantendrá como a lo largo de toda su historia "el retorno al mar" como política de Estado. mal hace por tanto Evo de jactarse que es el único que puede llevar a Bolivia a ese fin determinado.


Mar para Bolivia, con o sin Evo

Hay una diferencia sustancial entre las políticas de gobierno y las políticas de Estado. Las primeras, son las que caracterizan a una gestión en particular y que forman parte de su visión política. Las políticas de Estado son las que, independientemente de quién esté en el Gobierno, la posición se mantiene invariable por su importancia. 

En Bolivia, la única política de Estado es la demanda marítima. No hubo y, seguramente no habrá, un gobierno que esté contra esta aspiración. Cada gestión ha desplegado su propia estrategia, pero para todos el fin era el mismo: lograr un acceso soberano a las costas del Pacífico.


El Gobierno actual trató de lograr un acercamiento directo a través del diálogo con la presidenta Michelle Bachelet, acudiendo a la afinidad ideológica, tal como hizo el expresidente Hugo Banzer con su par chileno Augusto Pinochet. Ante la falta de resultados, el Gobierno nacional decidió utilizar una más agresiva, llevando nuestra demanda a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya para que este tribunal obligue a Chile a negociar con Bolivia una solución sobre el diferendo marítimo.


La importancia de la demanda marítima para el país se puede constatar también con la invitación del presidente Evo Morales a los exmandatarios nacionales para que formen parte de la estrategia, pese a que durante toda su gestión esas exautoridades fueron constantemente atacadas.


Sin duda, la demanda marítima une a todos los bolivianos. Pero que sea una política de Estado no significa que esté exenta de rédito político. Es en este punto donde los bolivianos debemos mirar con cautela, puesto que en un país donde se trata de exaltar la figura de un presidente, no debe sorprender que se diga que solamente con Evo Morales al mando del país, Bolivia podrá tener un acceso soberano al mar.


Los bolivianos deseamos que el fallo de la CIJ sea favorable a Bolivia, pero debemos reprochar que un partido o una persona traten de apropiarse del único tema en el que la ciudadanía ve más allá de los colores políticos. Precisamente por eso es que no hay duda de que quien sea que esté en gestión de gobierno, trabajará por esta causa.


Por otra parte, no podemos dejar de lamentar que así como hay una política de Estado sobre nuestra demanda marítima, no suceda lo propio con la salud y la educación. Cada gobierno de turno ha aplicado su propia reforma educativa, entorpeciendo cualquier política seria para su mejoramiento, y no han logrado dar soluciones integrales al problema de la salud. Los bolivianos debemos unirnos para exigir que la salud y la educación sean políticas de Estado prioritarias para cualquier gobierno, al igual que lo es nuestro acceso soberano al mar