miércoles, 30 de mayo de 2012

mirando con lupa la Asamblea de la OEA en Tiquipaya y la anterior del 79

Hace 33 años de la última vez que Bolivia fue sede de la Asamblea de la OEA que al igual que éste año se ocupó del tema del MAR. Diferencias entre entonces y ahora son muchas.
Una. El Presidente Walter Guevara Arce, uno de los hombres más inteligentes que llegó a la primera magistratura, sentía pasión por el tema marítimo. Tomó la diplomacia casi como una carrera, con seriedad, profundidad y amor a la Patria. Siendo embajador en varios países, por decisión propia un poco y otro por mandato político se dedicó a preparar aquella Asamblea, convencido como era de ser el tema de la salida al Mar de Bolivia, una causa multilateral. Cuántas horas de intenso trabajo, de escribir sendos artículos y mociones, de entrevistar a personajes que tuvieran que ver con la Asamblea, una labor de persuación admirable y fructífera hasta lograr lo que entonces pareció ser un milagro.
De los 33 países reunieos en La Paz, 32 votaron por reconocer que sí, que la causa del MAR se había convertido en un tema general y de preocupación multilateral para el conjunto de naciones que se alojaban en la Organización de Estados Americanos.
En estas condiciones se produjo la votación y Chile se quedó completamente solo, su Embajador tuvo que abandonar la Asamblea para no sufrir la verguenza de pretender sostener una opinion contraria a la absoluta mayoría de naciones. De este modo, gracias a la labor personal de aquel gran patriota que fue don Walter Guevara y su convicción de obtener una salida al MAR por la vía diplomática, se había escrito una página imborrable para la historia del Continente Sur.
Lo maravilloso de esta victoria diplomática fue opacado por un inexplicable golpe de Estado orquestado por Alberto Natush Busch un general de Ejército que nunca pudo dar una explicación racional para haber elegido aquel momento, en que los cancilleres abandonaban territorio boliviano debieron cruzarse en el camino con los tanques y carros de asalto que el militar había movilizado para afincarse en el poder. La acción armada que dejó 500 muertos solamente en la ciudad de La Paz, dejó mal parado al Gobierno de Bolivia, que ni siquiera pudo agradecer la presencia de tantos amigos que le dieron respaldo.
Esto sucedió 33 años ha. La situación de hoy es muy diferente. Para empezar el Gobierno de Morales asume el poder tras una furibunda campaña antichilena, el pecado capital de Goni según Morales fue haber enunciado la posibilidad de exportar gas a los EEUU y México via puertos del Norte de Chile, bastó la mención para desencadenar la más feroz campaña mediática en Bolivia, con epítetos como "traidor a la Patria, asesino, criminal, prochileno..." etc. Esta actitud prelectoral hizo pensar que asumiendo Morales no habría diálogo sino fuerza contra Chile, por ello sorprendió cuando empezó una especie de "coqueteo con la presidente socialista Bachelet" quién alentó las esperanzas de "una solución ideal" en el originario quién entre ingenuo y "vivaz" le dió largas al asunto hasta que pasaron 5 años, la Bachelet dejó el mando y Evo continuó a la carga de sus insinuaciones, ahora ya francamente confrontado con el nuevo presidente brutalmente sincero "no habrá sesión soberana" sino mejoras en las necesidades de transporte de personas y mercaderías de Bolivia al mar por territorio chileno
El canciller Choquehuanca tan ingenuo como su Jefe, hizo vericuetos para explicar "la gestión de los 13 puntos" que terminó en cero hasta que ciertos incidentes han puesto en congeladora el tema.
Los últimos días, ante la proximidad de la Asamblea, ahora en Tiquipaya, el régimen de Morales, está pretendiendo jugar a las cartas, de forma totalmente demagógica "el tema del MAR" y ha puesto en movimiento a sus funcionarios para "tratar de sacarle el máximo provecho" introduciendo un poco de contrabando el asunto, recordar la resolución Guevara, y acusar a Chile de agresor.
Chile está a su vez desplegando toda su "gran experiencia diplomática" en una gestión de neutralizar el reclamo que Evo en el éxtasis de la Asamblea pretenderá volvar a su favor.
La mayoría de los expertos descartan una victoria de la actitud oportunista de Evo, especialmente porque no ha habido, no la hay una arremetida seria, consecuente, trabajada como la que protagonizó el Presidente Guevara Arce.
Así las cosas, en horas más asistiremos a los "gestos histriónicos de un originario" en su desesperación de minimizar los problemas internos. El desquiciamiento policial, un espantoso aumento de la criminalidad, la Novena Marcha indígena del TIPNIS, y las denuncias de EEUU por los delitos contra los DDHH que Evo y su séquito pretender tapar con un dedo frente a la presión universal.
Nota del Editor:


Por un problema de carácter técnico no ha sido posible acceder a la transferencia de contenidos en textos e imágenes de este blog BOLIVIA HACIA EL MAR. al parecer el problema se resolvió hace algunos minutos de modo que podremos retomar el trabajo especialmente ahora, en vísperas de la 42 Asamblea de la OEA que ya se viene celebrando en la población de Tiquipaya, Cochabamba, Bolivia.

lunes, 28 de mayo de 2012


En la Revista Mercedaria, Nº 327, publicada en Córdoba, septiembre 15 de 1943 se citan los siguientes aportes históricos: “La tragedia sangrienta de 1812 fue plasmada en el himno argentino cuyo autor supo historiar en su dístico inmortal: “Y cual lloran bañados en sangre Potosí, Cochabamba y La Paz”. El sacrificio de los cochabambinos y demás patriotas no había sido estéril para la independencia americana. Vélez Sársfield no trepida en aplaudir aquel hecho que tanta influencia tuvo en nuestra suerte, asegura que Cochabamba detuvo por un año al Ejército español”. Cita a José Macedonio Urquidi, como al autor boliviano que remarca: Las notables victorias del Ejército de Belgrano, en la Argentina, se debieron indudablemente, en gran parte, a que Cochabamba impidió con sus heroicos levantamientos que Goyeneche, con todo su poderío militar, se lanzara sobre las provincias del Río de la Plata”.

A Belgrano, no podía ocultársele esta misma verdad histórica, escrita por la indómita provincia de Cochabamba, con letras de sangre a lo largo y a lo ancho del altiplano. Por eso al llegar a Potosí, encabezando el segundo Ejército libertador, el general argentino dirigió su primera proclama, no a La Paz, no a Chuquisaca, sino a la gloriosa Cochabamba. 

“Hermanos míos de Cochabamba: El Ejército que tengo el honor de mandar es suficiente para arrollar al enemigo, bajo los auspicios de nuestra generala María Santísima de las Mercedes, he ordenado a la gente que de vosotros ha de tomar las armas para que esa provincia tenga parte en los triunfos sucesivos de la Patria. Ánimo, pues, constancia en los trabajos y acreditar que sois verdaderos americanos de las provincias del Río de la Plata, con una conducta cristiana, con vuestras virtudes políticas, con el valor y firmeza que os han distinguido en los contrastes que habéis experimentado, y que os ha traído el afecto de vuestros conciudadanos entre quienes tiene el honor de contarse vuestro general Manuel Belgrano. Potosí, 6 de agosto de 1813. (Biblioteca Nacional de Lima, Vol. 0170, Nº 210). 

La publicación relata que cuando Belgrano hubo llegado también a Cochabamba y visitado los lugares que fueron teatro de tantos sacrificios por la libertad nacional, ponderó en especial todo el valor y hazaña de las heroínas de la “Coronilla”, ordenó que en adelante hubiera para ellas un recuerdo de gratitud y admiración en cada nuevo día. Desde entonces, al pasar las listas de tropa, todas las noches se escuchaba en el campamento de los patriotas la voz viril de un oficial que decía: “¡Mujeres de Cochabamba!” otro oficial respondía: “¡Gloria a Dios, han muerto todas por la Patria, en el campo del honor!” La autoría corresponde al Mercedario Fr. Eudoxio de Jesús Palaci, en La Paz, Bolivia, septiembre de 1943. 

Por mi intermedio, la Sociedad de Geografía, Historia y Estudios Geopolíticos de Cochabamba, expresa con profunda emoción cívica su fervoroso homenaje  de respeto y gratitud a las venerables mujeres que, en el altar sacrosanto de la coronilla San Sebastián, se inmolaron combatiendo en desigual batalla contra el Ejército realista, en defensa de su terruño y la libertad del Alto Perú, hoy Bolivia, acción precursora que contribuyó a la consolidación de la Independencia de nuestra América.

domingo, 13 de mayo de 2012

El Dia se refiere a la salida al mar para Bolivia aunque no por el Pacífico sino al Atlántico por Paraguay

Uno de los diez hombres más ricos del mundo, Eike Batista, puso sus ojos en el Mutún mucho antes de que se mencionara el nombre de la empresa Jindal. Cuando llegó al poder, lo primero que hizo el Gobierno de Evo Morales fue sacar a empellones a la compañía de Batista, la EBX, por un supuesto error burocrático sin mayor importancia, que pudo haber sido subsanado, de haber existido una real voluntad de echar a andar este proyecto, el mayor emprendimiento industrial de la historia de Bolivia y que colocaría al país en las grandes ligas de la siderurgia.

Es inútil dar y cavar en los pormenores que han rodeado a la historia reciente del Mutún, con la Jindal, la falta de gas, los contratos, las denuncias, las boletas de garantía y la entrega de terrenos, aspectos calificados como minucias por expertos, cuando lo importante es analizar por qué el Estado Central con base en la plaza Murillo (el de hoy y el de siempre), se ha empeñado en ponerle palos a la rueda a este proyecto, un gigante dormido que tal vez tarde mucho en despertar porque así le conviene al modelo político, económico y estatal diseñado para Bolivia desde la colonia y que no ha sido modificado pese a tanta machacona con el “cambio”.

Conviene reflexionar qué pasaría en Bolivia si se produjera la necesaria y definitiva voluntad política para poner en funcionamiento a toda su plenitud el proyecto del Mutún. Estamos hablando de una inversión multimillonaria que se concentraría en la zona fronteriza con Brasil, donde se formaría un polo de desarrollo nunca visto en el país, lo que supone, por supuesto, inversiones en infraestructura, una inmensa movilización poblacional y el surgimiento de una nueva locomotora económica para el país dentro de Santa Cruz, que desde ya es el principal actor en este campo en el país.

Desde el punto de vista geopolítico, se produciría un movimiento muy significativo favorable hacia el oriente boliviano, que vendría a cuestionar el modelo de desarrollo andinocentrista enfocado hacia el Océano Pacífico. El Mutún está a orillas del río Paraguay y el desarrollo de la siderurgia empujaría al país hacia la hidrovía que nos conduce hacia el Atlántico. Aquello pone en aprietos a las élites paceñas que siempre han gobernado este país, cuyos intereses se encuentran en la vigencia de los puertos chilenos. No hay duda que el Mutún contribuiría a desarrollar el corredor de exportación y un puerto que colocaría en mejores condiciones al país para negociar con Chile, país urgido de conseguir una puerta más expedita hacia el Atlántico.

Con el Mutún, se consolidaría definitivamente la marcha hacia el oriente y el país comenzaría a construirse y definirse desde esta zona del país. Este proyecto es la gran salida al estado fracasado netamente extractivista que se forjó desde 1825 y que no consigue encontrar su horizonte de progreso. Este proyecto significaría el gran salto hacia la industrialización que, por supuesto, abriría las puertas hacia la diversificación. Con el Mutún toda el área de influencia, que abarca una inmensa extensión en la que intervienen varias regiones del hinterland sudamericano, bloqueado por la falta de acceso a los puertos y por el chantaje de organizaciones internacionales que se escudan en preceptos ambientalistas. No hay duda que el Mutún cambiaría la historia de Bolivia y para bien.

Lamentablemente hay muchos –y con mucho poder-, que todavía se niegan a que esto suceda.
Conviene reflexionar qué pasaría en Bolivia si se produjera la necesaria y definitiva voluntad política para poner en funcionamiento a toda su plenitud el proyecto del Mutún y el desarrollo que se generaría.

sábado, 25 de febrero de 2012

Luis Juvenal Guzmán ha formulado en pocas líneas "la diplomcia marítima" refiriéndose a la agenda 13 mañosamente manejada por Chile.

Los contrasentidos del referéndum sobre el gas, pactado por el sistema político hegemónico de aquel momento, con la finalidad de excluir la soberanía permanente del pueblo sobre sus recursos naturales ¿cómo influyen en la diplomacia marítima del Estado plurinacional en relación al poder participativo y a la soberanía territorial?

El Estado plurinacional es producto de la voluntad elitista de la tiranía del poder representativo, reunido en una asamblea constituyente, formada por asambleístas o representantes, quienes elaboraron el actual texto constitucional para sepultar a la constitución participativa, la única expresión auténtica de la voluntad y la razón del pueblo y no del representante.

En la Constitución plurinacional aprobada mediante un referéndum representativo, por acción u omisión de las personas asambleístas y de su equipo de asesoramiento, son excluidos del mencionado texto el poder participativo y la soberanía territorial boliviana. Esta acción u omisión, hoy condiciona cualquier iniciativa de la diplomacia plurinacional, limitando su accionar a los términos constitucionales de “organización territorial del Estado”, “tierra y territorio” vinculados con “los recursos naturales son de propiedad y dominio directo, indivisible e imprescriptible del pueblo boliviano…” formulación que satisface plenamente al Tratado de paz y amistad con Chile, ratificado por Bolivia el 10 de marzo de 1905 “…Por el presente Tratado quedan reconocidos del dominio absoluto y perpetuo de Chile los territorios ocupados por este….”, en aparente contradicción con el parágrafo II del Art. 267 de la Constitución “La solución efectiva al diferendo marítimo a través de medios pacíficos y el ejercicio pleno de la soberanía sobre dicho territorio…”, supeditando de esta forma el derecho vigente del pueblo boliviano a ejercer su soberanía en sus aguas territoriales no delimitadas y no demarcadas por el Tratado de 1904 y por otros instrumentos bilaterales a una “solución efectiva al diferendo marítimo”, favoreciendo de esta manera íntegramente al anexionismo chileno, en el caso de inobservancia de la novena disposición transitoria del texto constitucional.

La soberanía territorial es la plenitud suprema del pueblo, de la nación y del Estado en su espacio físico, el suelo, el subsuelo, el espacio aéreo y sus aguas territoriales, diferenciada jurídicamente de la propiedad que simplemente es la mera relación de pertenencia sobre la cosa resultado del trabajo del ser humano. En este sentido, la “agenda de los trece puntos” se limita a privilegiar la relación de dominio, desconociendo de facto la ruptura de relaciones diplomáticas con Chile, por lo que es urgente una reestructuración constitucional con la subsecuente aprobación de leyes que resguarden la soberanía territorial boliviana en correspondencia con el poder participativo para subsanar de forma y de fondo, todos los vicios constitucionales lesivos a los métodos indirecto, analítico y sintético judicial para una solución justa y democrática de la disputa territorial boliviano chilena. La diplomacia marítima plurinacional como “medio de ejecución de la política exterior boliviana, representada por un sistema de actos, procedimientos, métodos prácticos y formas jurídicas aplicadas por el Estado plurinacional en la cuestión marítima”, responde a una política exterior diseñada a partir de una constitución representativa en armonía con el núcleo del poder representativo mundial, del eje anglófono y su hegemonía colonialista en el Pacífico del sur junto a su aliado Chile. 

viernes, 24 de febrero de 2012

Primero la coca, "el mar puede esperar" parece decir que Evo no vaya a La Haga, pero sí a Viena a molestar a los 184 países miembros de la Convención sobre las Drogas...Humberto razona:

Delicia Andrade. Largo tiempo pres. del Comité Pro Mar

Las circunstancias pusieron al presidente Evo Morales en la necesidad de decidir si su próximo viaje al exterior sería a La Haya, para defender la causa marítima boliviana, o a Viena, para defender el cultivo extensivo de la coca.

En esta disyuntiva, el presidente optó por viajar a Viena, demostrando, una vez más, que su primera prioridad es la coca. Después viene lo demás, todo lo demás.

Al fin y al cabo, la causa marítima, pensó seguramente el presidente, está un poco verde, mientras que la causa de la coca está muy avanzada, con los cocales abarcando ocho de los nueve departamentos.

Él tendría que saber que para avanzar en la causa marítima hay que quitar el oxígeno –y el agua- a los puertos sin país que quedaron en la costa junto al país sin puertos tras la guerra del Pacífico.

Como todos los anteriores gobiernos, de cambio o no, el presidente Morales optó por no tocar lo esencial, por no dar el golpe más certero, que consistiría en quitar a los puertos sin país la savia que los mantiene vivos.

Ni siquiera tuvo en cuenta que su gobierno ha hecho por esa causa, sin saberlo, por supuesto, el mayor avance: ha construido las vías precisas para desviar hacia los puertos peruanos toda la carga que ahora sale por los puertos sin país.

Podía dar el jaque mate en esta partida, pero sus ojos están condenados a ver solamente la coca. Podía haber dado plazos para que se termine el uso de los puertos sin país, ofreciendo todas las alternativas de transporte que existen y que su gobierno ha creado.

Podía haber pasado a la historia por algo que valiera la pena, pero optó por lo fácil, por la coca, una batalla ya ganada por su ejército de cocaleros y sus aliados, los narcotraficantes.
Su lealtad con los cocaleros lo tiene ciego. No niega nada a los cocaleros. Ellos lo llevaron al sitio donde se encuentra y hasta donde le llegan sus exigencias, incluso contra todo lo que convenga al país.

La política boliviana sobre la coca la manejan los cocaleros. Y también la política boliviana sobre la droga. Ellos son los que ordenaron la expulsión de la DEA y los que obligaron al gobierno a denunciar el tratado contra las drogas de 1961.

Ellos, los cocaleros, deciden si en Bolivia se respetará o no los parques nacionales.

Ordenaron que la marcha del TIPNIS fuera frenada, acosada, insultada y flagelada. Los ministros que debieron cumplir esas órdenes fueron usados para esos propósitos y desechados después de obedecer.

En los últimos cinco meses fueron cambiados dos ministros de Gobierno, porque obedecieron unos y se resistieron otros, a cumplir las órdenes de los cocaleros.

Son los cocaleros quienes han decidido que el parque Choré sea destruido. Ahora se informa de los primeros indicios de desertización. ¡Un parque convertido en desierto!

Cuando el presidente eligió ir a Viena en lugar de ir a La Haya se inclinó por una opción que es la derrota de Bolivia, y desechó la que hubiera significado un avance en la causa mayor.
Vacaflor.obolog.com

Primero la coca, "el mar puede esperar" parece decir que Evo no vaya a La Haga, pero sí a Viena a molestar a los 184 países miembros de la Convención sobre las Drogas...Humberto razona: