en homenaje a GABY DE LA REZA, heroica mujer cochabambina que fuera la Primera Presidenta del Comité Pro Mar Boliviano, que reivindica el Retorno al Mar por encima de todas las cosas. excluye posturas demagógicas que pretender utilizar el tema para fines partidistas o de caudillaje.
martes, 5 de mayo de 2015
encuentro protocolar. se dan la mano las delegaciones de Chile y Bolivia en el hall principal de la Corte de La Haya. miércoles le tocará a Bolivia presentar sus alegatos durante el tiempo que considere necesario. hay espectativa!
encuentro en La Haya. los cancilleres de Bolivia y Chile, los "agentes Bulnes y Rodríguez" además observa el nuevo ministro de Defensa el saludo de los personajes en el pasillo de la Corte Internacional de Holanda donde maña miércoles le tocará alegar sus derechos a Bolivia. Foto y texto de El Deber de SC.
MARCO CHUQUIMIA / LA PAZ
marco.chuquimia@eldeber.com.bo
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5/05/2015
Desde 1904, cuando se firmó el tratado que enclaustró a Bolivia, Chile nunca explicó este tema ante un tribunal y el expresidente y portavoz de la demanda marítima, Carlos Mesa, destacó ese hecho como un triunfo histórico. Por su lado, los chilenos volvieron a apelar al Tratado de 1904 y al Pacto de Bogotá para intentar convencer a la Corte Internacional de Justicia de La Haya que se declare incompetente en la demanda marítima.
“Por primera vez Chile ha tenido que explicar a una corte internacional las razones por las que no quiere cumplir los compromisos que ha sostenido a lo largo de varias décadas, eso se tiene que valorar en su exacta dimensión y que en sí mismo tiene un carácter histórico y esta palabra tiene un profundo sentido, es un elemento fundamental”, dijo Mesa.
Unas cuatro horas antes, el agente chileno Felipe Bulnes había iniciado la presentación oral de los alegatos de ese país ante la CIJ para sostener que este alto tribunal no tenía competencia para solucionar un diferendo entre los dos países y que, según Chile, fue zanjado en un tratado en 1904.
En una alocución de 19 minutos, Bulnes puso énfasis en dos acuerdos: el Tratado de 1904, por el que Bolivia quedó enclaustrado, y el Pacto de Bogotá, que se redactó en 1948. El agente reiteró la firma del Tratado de 1904 en 28 oportunidades y el Pacto de Bogotá en 17 ocasiones, en un intento de convencer a los 15 jueces de la CIJ de que Bolivia pretende revisar el Tratado de 1904 y que una decisión de esa naturaleza violaría la intangibilidad de los tratados bilaterales.
Los cuatro abogados que hicieron uso de la palabra ante los jueces estuvieron encabezados por la argentina Mónica Pinto, que puso énfasis en el artículo 6 del Pacto de Bogotá, que refiere que aquellos países que hubieran definido sus fronteras antes de la firma de este acuerdo no pueden recurrir los mismos.
El abogado inglés Daniel Bethlehem centró su argumento en la vigencia del tratado de 1904 y descalificó la demanda boliviana; entretanto, su colega Samuel Wordsworth refirió el artículo 267 de la Constitución Política del Estado de Bolivia, en el cual se hace referencia que la salida al mar es un derecho irrenunciable.
Finalmente, el francés Pierre Marie Dupuy mencionó el Tratado de 1904 y el Pacto de Bogotá; dijo que por la imposibilidad de ceder territorio a Bolivia pidió a los jueces declarar la incompetencia de la CIJ para atender esta demanda. Los alegatos de la parte chilena duraron tres horas, aproximadamente
Desde 1904, cuando se firmó el tratado que enclaustró a Bolivia, Chile nunca explicó este tema ante un tribunal y el expresidente y portavoz de la demanda marítima, Carlos Mesa, destacó ese hecho como un triunfo histórico. Por su lado, los chilenos volvieron a apelar al Tratado de 1904 y al Pacto de Bogotá para intentar convencer a la Corte Internacional de Justicia de La Haya que se declare incompetente en la demanda marítima.
“Por primera vez Chile ha tenido que explicar a una corte internacional las razones por las que no quiere cumplir los compromisos que ha sostenido a lo largo de varias décadas, eso se tiene que valorar en su exacta dimensión y que en sí mismo tiene un carácter histórico y esta palabra tiene un profundo sentido, es un elemento fundamental”, dijo Mesa.
Unas cuatro horas antes, el agente chileno Felipe Bulnes había iniciado la presentación oral de los alegatos de ese país ante la CIJ para sostener que este alto tribunal no tenía competencia para solucionar un diferendo entre los dos países y que, según Chile, fue zanjado en un tratado en 1904.
En una alocución de 19 minutos, Bulnes puso énfasis en dos acuerdos: el Tratado de 1904, por el que Bolivia quedó enclaustrado, y el Pacto de Bogotá, que se redactó en 1948. El agente reiteró la firma del Tratado de 1904 en 28 oportunidades y el Pacto de Bogotá en 17 ocasiones, en un intento de convencer a los 15 jueces de la CIJ de que Bolivia pretende revisar el Tratado de 1904 y que una decisión de esa naturaleza violaría la intangibilidad de los tratados bilaterales.
Los cuatro abogados que hicieron uso de la palabra ante los jueces estuvieron encabezados por la argentina Mónica Pinto, que puso énfasis en el artículo 6 del Pacto de Bogotá, que refiere que aquellos países que hubieran definido sus fronteras antes de la firma de este acuerdo no pueden recurrir los mismos.
El abogado inglés Daniel Bethlehem centró su argumento en la vigencia del tratado de 1904 y descalificó la demanda boliviana; entretanto, su colega Samuel Wordsworth refirió el artículo 267 de la Constitución Política del Estado de Bolivia, en el cual se hace referencia que la salida al mar es un derecho irrenunciable.
Finalmente, el francés Pierre Marie Dupuy mencionó el Tratado de 1904 y el Pacto de Bogotá; dijo que por la imposibilidad de ceder territorio a Bolivia pidió a los jueces declarar la incompetencia de la CIJ para atender esta demanda. Los alegatos de la parte chilena duraron tres horas, aproximadamente
martes, 14 de abril de 2015
Jaime Liendo desde OPINION se ocupa de "El Libro del MAR" demanda ante la Corte Internacional, en un intendo de demostrar la propiedad de Bolivia sobre el territorio que Chile invadió en 1879 por la fuerza de las armas. buena síntesis Jaime.
POR: JAIME LIENDO RAMOS INGENIERO. JELIENDO@HOTMAIL.COM | 14/04/2015 | ED. IMP.
El Libro del Mar, que básicamente es la Demanda Marítima Boliviana ante la Corte de Justicia Internacional de La Haya, es un intento loable para demostrar la propiedad inobjetable de la Nación Boliviana de su propiedad histórica desde la prehistoria, el imperio Aimara, el Imperio Incaico, la Colonia de la Real Audiencia de Charcas, la RepúblicaBoliviana, hasta la invasión pirata chilena, financiada y armada con un ejército y flota de guerra; además de adiestrada por el Imperio inglés, enemigo acérrimo de Bolivia desde que un tirano boliviano de cuyo nombre no quiero acordarme, expulsó de La Paz, al embajador británico montado de espaldas, en un burro hasta más allá de la frontera con el Perú.
En la nombrada Demanda Boliviana, existen algunos hechos (tratados y promesas que no figuran lamentablemente) tal como lo ha publicado el Comité Cívico Pro Mar Boliviano con el título de Tratado de Paz y Amistad de 1904; pero lo más contundente y que no tiene, por ningún lado, réplica contradictoria por parte del país delincuente es el contenido del libro Pérdidas Territoriales de Bolivia, escrito magistralmente con argumentos irrebatibles y absolutamente ciertos en base a realidades históricas comprobadas por todos los investigadores internacionales de todas las naciones del mundo que han condenado y siguen condenando el piraterismo chileno que desde la Colonia fue refugio de los piratas ingleses en eterna guerra latrocinadora contra el Imperio español, hasta que el emperador Carlos V mandó construir un fuerte en Copiapó (Río Salado) que es el límite entre la Capitanía de Chile y la Real Audiencia de Charcas, pero los chilenos asociados con los piratas ingleses lograron tomar el fuerte, entonces el propio emperador Carlos V mandó una flota de guerra que retomó el mencionado fuerte capturando prisioneros a la mayoría de los facinerosos que fueron colgados para ejemplo de respetar los límites establecidos por la historia contundente y el dominio de la Real Audiencia de Charcas.
Mas, lo que todo boliviano debía saber al dedillo es la Carta Histórica sobre el LItoral a Mons. Obispo de La Serena (Chile), pues en ella está tantísima documentación histórica absolutamente probada y sin lugar a ninguna duda, demostrando que el Litoral Boliviano es de propiedad legitima desde los orígenes del hombre en esas tierras y durante los imperios Aimara, imperio Incaico, la conquista española del Perú, alto y bajo, además durante el coloniaje y la guerra de independencia y la creación de la República de Bolivia.
En la nombrada Demanda Boliviana, existen algunos hechos (tratados y promesas que no figuran lamentablemente) tal como lo ha publicado el Comité Cívico Pro Mar Boliviano con el título de Tratado de Paz y Amistad de 1904; pero lo más contundente y que no tiene, por ningún lado, réplica contradictoria por parte del país delincuente es el contenido del libro Pérdidas Territoriales de Bolivia, escrito magistralmente con argumentos irrebatibles y absolutamente ciertos en base a realidades históricas comprobadas por todos los investigadores internacionales de todas las naciones del mundo que han condenado y siguen condenando el piraterismo chileno que desde la Colonia fue refugio de los piratas ingleses en eterna guerra latrocinadora contra el Imperio español, hasta que el emperador Carlos V mandó construir un fuerte en Copiapó (Río Salado) que es el límite entre la Capitanía de Chile y la Real Audiencia de Charcas, pero los chilenos asociados con los piratas ingleses lograron tomar el fuerte, entonces el propio emperador Carlos V mandó una flota de guerra que retomó el mencionado fuerte capturando prisioneros a la mayoría de los facinerosos que fueron colgados para ejemplo de respetar los límites establecidos por la historia contundente y el dominio de la Real Audiencia de Charcas.
Mas, lo que todo boliviano debía saber al dedillo es la Carta Histórica sobre el LItoral a Mons. Obispo de La Serena (Chile), pues en ella está tantísima documentación histórica absolutamente probada y sin lugar a ninguna duda, demostrando que el Litoral Boliviano es de propiedad legitima desde los orígenes del hombre en esas tierras y durante los imperios Aimara, imperio Incaico, la conquista española del Perú, alto y bajo, además durante el coloniaje y la guerra de independencia y la creación de la República de Bolivia.
lunes, 23 de marzo de 2015
existe respaldo a la gestión ante la Corte Internacional en el tema del MAR, hoy "Día del Mar" insta Los Tiempos a ratificar el optimismo, respaldado por un Gobierno Democrático, es decir que tenga autoridad y valor internacional. no se tolerará una nueva frustración
Las autoridades de gobierno deben comprender que todas sus acciones deben estar subordinadas a la estrategia adoptada para satisfacer nuestra demanda marítima
Este 23 de marzo, en que recordamos la acción heroica de Eduardo Abaroa defendiendo el territorio nacional, nos encontramos con un generalizado sentimiento optimista respecto a la posibilidad de que se abra una nueva oportunidad para recuperar una salida soberana al Océano Pacífico una vez que Chile se avenga a negociar de buena fe la atención de esta legítima demanda nacional.
¿Cuál es la razón de este sentimiento optimista? La demanda que el país ha presentado ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para que sobre la base de varias ofertas que ha hecho Chile en el tiempo transcurrido al país para darle una salida soberana al mar, se le obligue a negociar de buena fe. Se trata de una estrategia novedosa que ha logrado, probablemente por primera vez en esta historia, descolocar a la diplomacia chilena que se ha movido en medio de declaraciones inconsistentes y falsas, al punto que ha provocado incluso pugnas internas. A la inversa, la estrategia adoptada por Bolivia ha recibido un generalizado respaldo ciudadano y, lo que es muy importante, salvo excepciones en el campo oficialista y opositor, ha sido respetada y no utilizada para fines internos de corto plazo, como se puede apreciar en el suplemento que sobre el tema publicamos hoy.
Es necesario anotar, asimismo, que ese optimismo se mantiene pese a la solicitud de incompetencia presentada por Chile para que la CIJ no atienda el caso, y que recién se resolverá en los próximos meses, después de los cuales recién comenzará, si la CIJ rechaza esa apelación chilena, el proceso de fondo propiamente dicho.
En este contexto, es necesario ratificar en esta fecha la necesidad de que este tema reciba la atención y la prioridad que merece, lo que significa mantenerlo al margen de la disputa política interna y, sobre todo, controlando, particularmente en el ámbito del Órgano Ejecutivo, que trate de ser utilizado con fines personales de figuración, así como convertirlo en un objeto de chauvinismo sin sentido, tentación en la que caen algunos funcionarios gubernamentales amantes de la parafernalia autoritaria.
Pero, también se debe hacer notar que uno de los factores que ayuda a que la estrategia que se comenta tenga fuerza es que es ejecutada por un gobierno que ha sido elegido mediante el voto popular y en el que impera el sistema democrático.
Por ello, acciones como las adoptadas por el Tribunal Nacional Electoral, que afectan la realización de elecciones libres y transparentes, pueden convertirse en peligrosos antecedentes que deslegitimen la voz del Estado nacional, y, sobre todo, que afecten la unidad alcanzada alrededor de la estrategia de retorno al Pacífico.
Es decir, las autoridades de gobierno deben comprender que si en verdad dan prioridad a la estrategia adoptada para satisfacer nuestra demanda marítima todas las acciones internas e internacionales que desarrollen deben estar subordinadas a su consecución. De lo contrario, la ciudadanía, que ya soporta elevados niveles de incertidumbre por demasiadas actitudes antidemocráticas del régimen, no tolerará una nueva frustración en el tema de la demanda marítima si ésta se debe a errores de los dirigentes gubernamentales.
domingo, 16 de noviembre de 2014
machacón Carlos Mesa insiste. no caer en la trampa a la que Chile trata de inducirnos. no se discute el tratado de 1904. lo que pretende Bolivia es Justicia y la necesidad de costa soberana. compromiso que Chile admitió en sendos documentos que deber ser conocidos y difundidos.
Una de las formas más eficientes para lograr un objetivo determinado en una argumentación es, basado en un hecho cierto, hacer afirmaciones que nada tienen que ver con las razones del interlocutor. No hay peor mentira que una media verdad.
A esto se debe añadir que es parte de la habilidad argumentativa llevar al otro al terreno de lo que uno quiere discutir. Si las razones del adversario son demasiado poderosas no conviene entrar a discutir esas razones, porque en ese terreno las posibilidades de éxito son muy pequeñas o nulas. En consecuencia, hay que salir de ese escenario y forzar al otro a cambiar de ‘campo de juego’ para que lo que se discuta sea lo que a uno le interesa, aquello que por excéntrico que sea al verdadero meollo de la cuestión, permita distraer a quienes escuchan el debate. Aún más, hay que conseguir que la contra argumentación no sólo deje de lado lo verdaderamente importante, sino que acabe volcándose en contra del rival.
A fuerza de provocar es posible sacar de quicio al contrario y obligarlo a discutir en el lugar deseado y sobre los temas que se quieren discutir. Si es posible enredar las cosas lo suficiente como para que además entre en contradicciones, o acabe reconociendo implícitamente los falsos supuestos, tanto mejor.
Chile quiere hacerle creer al mundo que, sobre un hecho real, la firma del Tratado de 1904, porque sus autoridades lo dicen la demanda boliviana se basa en el desconocimiento del mencionado tratado. No, una y cien veces no; la demanda no se basa ni directa ni indirectamente en ese tratado.
Chile quiere que Bolivia muerda el anzuelo del supuesto ‘acceso al mar’, y para ello se esmera en una larga serie de argumentos a propósito del libre tránsito. A su equipo jurídico le gustaría muchísimo que Bolivia cayera en la trampa y que no sólo respondiera al envite, sino que se enzarzara en consideraciones sobre el incumplimiento del tratado. Hacerlo sería ni más ni menos que una ingenuidad de colegiales.
Tenemos como base una demanda cuya consistencia jurídica es muy alta y que está en las antípodas de cuestionar parcial o totalmente tratados, como para entrar a discutir cuestiones de burocracia fronteriza, costos de almacenaje o dificultades de aforo. Ése no es el tema de la demanda boliviana y, por tanto, no hay ni una sola palabra que decir sobre ello, por la simple y sencilla razón de que lo que Bolivia plantea está referido a los compromisos hechos reiteradamente por el Estado chileno a lo largo de casi un siglo, al margen y sin tocar el Tratado de 1904.
Lo que el país debe hacer y esta haciendo a través de la posición del Presidente y nuestras principales autoridades y también a través de la responsabilidad que se nos ha encomendado, es decirle al mundo el qué y el porqué de nuestra demanda, pero sobre todo insistir sin pausa en dos ideas fundamentales. La primera, Bolivia respeta el Tratado de 1904 y respeta el orden internacional que generan los tratados entre Estados. La segunda, Bolivia basa su demanda en las promesas formales de Chile que le ofreció a nuestro país en reiteradas oportunidades un acceso soberano al mar. En este punto vale la pena subrayar que en ningún caso hablamos de conversaciones preliminares o informales, nos referimos a compromisos oficiales firmados por las más altas autoridades de Chile que, por ello, comprometieron la fe del Estado chileno. La obligación emanada de esos compromisos tiene vigencia, independientemente de las razones por las que no se hayan concretado, porque el hecho demandado es que esas promesas formales y oficiales no se hicieron realidad.
Chile, en el video que ha presentado a consideración de la opinión pública internacional, insiste en argumentos que son los únicos que sustentan su demanda preliminar de incompetencia ante la Corte de La Haya. Sus gobernantes detallan esos argumentos que además repiten en diversos escenarios bilaterales y multilaterales, buscando confundir a la opinión internacional. Es imperativo para Bolivia desvirtuar esas acciones, no sólo porque se trata de una causa nacional sino, y esto es lo más importante, porque tergiversan lo que Bolivia plantea. No es un debate de un argumento contra otro sino, por el contrario, es una acción deliberada y a sabiendas de que quiere hacerle decir a nuestro país algo que la demanda no dice ni remotamente. Ése es el tema más grave, que a quien no conoce este diferendo en profundidad, es relativamente sencillo hacerle creer que la base de nuestro juicio pone en riesgo el orden jurídico internacional.
Que no quepa duda de que entendemos perfectamente esa estrategia y que el pilar sobre el que nos movemos, tanto en el ámbito de nuestros encuentros oficiales como en el de la difusión internacional y pública de nuestra causa, está anclado única y exclusivamente en nuestras razones jurídicas y en el terreno único y posible de una controversia, discutir las razones verdaderas y no las razones inventadas malintencionadamente por una de las partes.
Por eso, en las visitas que hemos realizado en estos meses hemos reforzado ante la comunidad internacional la explicación de los argumentos jurídicos que explican el sustento de nuestra causa. Es un imperativo dar a conocer en todos los foros y por todos los medios de difusión masiva a nuestro alcance, las razones que nos asisten, para que las medias verdades no sean una constante en La Haya.
viernes, 7 de noviembre de 2014
secreto en cuanto al contenido de la réplica del Gobierno de Bolivia ante el Tribunal de La Haya por las razones que Chile ha expuesto en su alegato. Rodríguez Veltzé desde Holanda informa.
El agente ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), Eduardo Rodríguez Veltzé, presentó a las 07.00 (hora boliviana) la respuesta del Estado Plurinacional a la objeción que alegó Chile en contra de la competencia de este Tribunal para decidir sobre el diferendo marítimo.
El 15 de julio, los representantes chilenos solicitaron la incompetencia de la Corte, porque supuestamente Bolivia quiere modificar un tratado (el de 1904) firmado con anterioridad al establecimiento de la CIJ. Por tanto, este tema no estaría en jurisdicción de esta instancia, según la versión chilena.
La respuesta pide que la CIJ “declare que la demanda boliviana se encuentra dentro de su jurisdicción y en consecuencia se fijen los plazos para las futuras actuaciones”, señala un comunicado de la Cancillería.
Asimismo, el Estado Plurinacional insistió en que se debe mantener “la confidencialidad de contenidos y argumentos de su respuesta, y recuerda que la información oficial sobre las actuaciones de referida demanda se comunica por la Corte Internacional de Justicia, y en lo que a Bolivia respecta por la Cancillería del Estado Plurinacional de Bolivia”.
lunes, 20 de octubre de 2014
toma en cuenta Gastón Cornejo el apoyo de organizaciones de Chile que están en contra de su Gobierno que desecha el diálogo bilateral con Bolivia, hasta tanto dure la reclamación ante el tribunal de La Haya. la pública declaración de estos "amigos de la causa boliviana" exige la iniciación del diálogo que poco después debería incluir a Perú por laintegración de nuestros pueblos.
Los Partidos y Movimientos de Chile suscribieron una valiente y fraternal declaración: “Saludamos al pueblo boliviano y en sesión plenaria afirmamos que los pueblos de Chile yBolivia son pueblos hermanos. Que nuestras luchas por la autodeterminación, contra la explotación, la pobreza, la discriminación y la apropiación de nuestra tierra y medio ambiente por parte de los grandes capitales transnacionales, es común y forma parte del patrimonio de lucha de los movimientos sociales. Que en ambos países luchamos por construir sociedades justas e igualitarias basadas en nuestras soberanías como pueblos y en la construcción de democracias verdaderamente participativas y directas. Pensamos que el diálogo entre nuestros pueblos y también entre los gobiernos debe ser retomado en lo inmediato por sobre las vías jurídicas. No es recusando o negando el diálogo en torno a la demanda marítima de Bolivia que se podrá avanzar. En consecuencia, no compartimos la decisión del Gobierno de Chile de recusar la competencia del Tribunal Internacional de la Haya frente a la demanda de negociación presentada por el Gobierno de Bolivia.
Creemos que se debe iniciar a la brevedad en un diálogo y negociación bilateral directa e invitar oficialmente luego al Perú. Es la hora de la integración de nuestros pueblos hacia la construcción de la Patria Grande. Los pueblos de Chile y Bolivia tenemos la responsabilidad de avanzar juntos y las fuerzas sociales, populares y de izquierda de Chile y Boliviadebemos asumir el desafío conjuntamente”. Firman: Octavio González y Joaquín Arduengo, Presidente y miembro del Partido Humanista. Esteban Silva, Coordinador del Movimiento del Socialismo Allendista, Javiera Rivas, Roberto Striling, Álvaro Fernández, del Partido Igualdad.
Personalmente conozco a los personeros del Partido Humanista chileno, entre ellos distingo fraternalmente a Tomás Hirsch, quien fue candidato a la presidencia del país hermano. Sé de la ideología pacifista y constructiva que asume el Humanismo de Mario Rodríguez Cobos SILO, su creador. Conozco y aprecio entrañablemente al Coordinador del Partido Socialista de Salvador Allende, el insigne político Esteban Silva, quien lucha constantemente por la integración americana y la justicia social también al distinguido Jorge Arrate excandidato a la Presidencia. Sé, que de haber sido invitado el Senador Alejandro Navarro y el diputado Marco Enríquez-Ominami, hubieran firmado con gusto el manifiesto. Solo deploro la ausencia de algún representante del Partido Comunista chileno, el gran partido de Luis Emilio Recabarren, Ricardo Fonseca, Volodia Teitelboim, Pablo Neruda, Luis Corvalán, los Insulza, Víctor Jara, Elías Lafferte, Alejandro Lipschutz, Gladys Marín. La antigua y selecta agrupación política con cuya ideología comulgamos en la perspectiva de una transformación social y cultural en pos de un mundo nuevo y la integración americana para la cual es absolutamente inadmisible el enclaustramiento boliviano. Ninguna voz ahora que es un partido cogobernante. No se escuchó de sus actuales miembros ningún cuestionamiento a la decisión de objetar al Tribunal de La Haya. También sé que al menos un centenar de personalidades de Chile envió una carta a la presidenta Michel Bachelet pidiéndole dialogar con Bolivia.
Respondo al Manifiesto y al gesto con la gratitud debida, ya que guardo reconocimiento hacia el pueblo de Chile porque en su seno universitario gané mi cultura profesional y en sus valores profundos acrisolé el humanismo y la dignidad de ser humano en la respetabilidad de persona.
Valoro el manifiesto, grato para los bolivianos que soñamos con la posibilidad cierta y realizable de un encuentro fraternal entre nuestros pueblos que tienen un desafío histórico de concluir el enclaustramiento de Bolivia.
Creemos que se debe iniciar a la brevedad en un diálogo y negociación bilateral directa e invitar oficialmente luego al Perú. Es la hora de la integración de nuestros pueblos hacia la construcción de la Patria Grande. Los pueblos de Chile y Bolivia tenemos la responsabilidad de avanzar juntos y las fuerzas sociales, populares y de izquierda de Chile y Boliviadebemos asumir el desafío conjuntamente”. Firman: Octavio González y Joaquín Arduengo, Presidente y miembro del Partido Humanista. Esteban Silva, Coordinador del Movimiento del Socialismo Allendista, Javiera Rivas, Roberto Striling, Álvaro Fernández, del Partido Igualdad.
Personalmente conozco a los personeros del Partido Humanista chileno, entre ellos distingo fraternalmente a Tomás Hirsch, quien fue candidato a la presidencia del país hermano. Sé de la ideología pacifista y constructiva que asume el Humanismo de Mario Rodríguez Cobos SILO, su creador. Conozco y aprecio entrañablemente al Coordinador del Partido Socialista de Salvador Allende, el insigne político Esteban Silva, quien lucha constantemente por la integración americana y la justicia social también al distinguido Jorge Arrate excandidato a la Presidencia. Sé, que de haber sido invitado el Senador Alejandro Navarro y el diputado Marco Enríquez-Ominami, hubieran firmado con gusto el manifiesto. Solo deploro la ausencia de algún representante del Partido Comunista chileno, el gran partido de Luis Emilio Recabarren, Ricardo Fonseca, Volodia Teitelboim, Pablo Neruda, Luis Corvalán, los Insulza, Víctor Jara, Elías Lafferte, Alejandro Lipschutz, Gladys Marín. La antigua y selecta agrupación política con cuya ideología comulgamos en la perspectiva de una transformación social y cultural en pos de un mundo nuevo y la integración americana para la cual es absolutamente inadmisible el enclaustramiento boliviano. Ninguna voz ahora que es un partido cogobernante. No se escuchó de sus actuales miembros ningún cuestionamiento a la decisión de objetar al Tribunal de La Haya. También sé que al menos un centenar de personalidades de Chile envió una carta a la presidenta Michel Bachelet pidiéndole dialogar con Bolivia.
Respondo al Manifiesto y al gesto con la gratitud debida, ya que guardo reconocimiento hacia el pueblo de Chile porque en su seno universitario gané mi cultura profesional y en sus valores profundos acrisolé el humanismo y la dignidad de ser humano en la respetabilidad de persona.
Valoro el manifiesto, grato para los bolivianos que soñamos con la posibilidad cierta y realizable de un encuentro fraternal entre nuestros pueblos que tienen un desafío histórico de concluir el enclaustramiento de Bolivia.