Gritos de apoyo a Cuba y de “mar para Bolivia” coreados por un millar de dirigentes sociales sudamericanas, pifias al embajador de EE.UU., mientras oficiales de la Armada boliviana custodiaban el ingreso al gimnasio de la Universidad del Valle en el distrito de Tiquipaya, en Cochabamba.
Esa era la puesta en escena preparada por el gobierno boliviano a las 19.00 de ayer para la inauguración de la Asamblea General de la OEA, donde se esperaba -además- que el Presidente Evo Morales abordara su aspiración de salida al mar con soberanía.
Además, los cancilleres invitados -incluido el chileno, Alfredo Moreno- serían sentados en el escenario, justo detrás del mandatario boliviano. Todo con el telón de fondo de que la cita era la primera realizada en ese país desde 1979, cuando La Paz obtuvo una resolución en que se insta a ambos países a negociar una salida al mar con soberanía.
La puesta en escena para el acto inaugural fue conocida por Chile en los días previos. Y Moreno se comunicó a las 10.00 de ayer con su par boliviano David Choquehuanca. “Le anuncié que para no tener un momento complejo, ni para mí ni para ellos, me parecía lo más adecuado no ir”, explicó anoche el canciller, agregando que el formato de la ceremonia fue “inusual” para este tipo de asambleas.
Y como se esperaba, Morales abordó el tema marítimo. Tras dar su respaldo al reclamo de Argentina por las islas Malvinas, varios de los presentes gritaron “mar para Bolivia”. “Por supuesto que si las Malvinas son para Argentina, el mar es para Bolivia”, dijo el jefe de Estado.
El mandatario indicó que Bolivia nació como nación con mar y que “nunca hemos renunciado ni renunciaremos al mar con soberanía”. Recalcó que “ni las guerras ni las invasiones otorgan derechos”, en un velado cuestionamiento al Tratado de 1904, agregando que “si estamos por la integración debemos resolver este problema”.
Morales recordó también la visita que hizo a Chile el 2006, cuando cientos de asistentes a un acto en el court central del Estadio Nacional corearon “mar para Bolivia”. Por ello, agradeció a un grupo de chilenos de organizaciones sociales presentes ayer en las gradas del gimnasio.
La referencia al tema marítimo fue breve. Pero dio las primeras luces de la estrategia que La Paz utilizará en esta asamblea: incluir los reclamos por salida al mar bajo el paraguas de críticas a la OEA por no hacer cumplir sus resoluciones en este tema, como la del 79.
Así, la comparación del tema marítimo con el de las Malvinas no fue casual. En ambos casos hay resoluciones de la OEA.
Este diseño, explicaron autoridades paceñas, apunta a que una eventual derrota por la falta de una decisión más fuerte sobre el tema del mar en esta reunión recayera no sólo en Palacio Quemado, sino también en el organismo hemisférico.
“La OEA tiene dos caminos: o muere al servicio del imperio o renace para el beneficio de los pueblos de América”, dijo ayer Morales, alinéandose con las posturas más duras de Ecuador y Venezuela.
“Bolivia no tiene expectativas de que la OEA pueda pronunciarse en el tema del mar. No lo ha hecho en las últimas décadas y no creemos que lo vaya a hacer ahora. Por eso hay una crítica muy fuerte a la OEA, porque no responde a las demandas de los países cuando la necesitan”, dijo a La Tercera la vocera boliviana, ministra Amanda Dávila.
Las aguas del Silla que nacen en Bolivia y corren por Chile |
Anoche, el canciller Moreno respondió que “lo que genera los derechos son los tratados y estos son los qe traen la paz y estabilidad”, defendiendo el pacto limítrofe de 1904.