En la Revista Mercedaria, Nº 327, publicada en Córdoba, septiembre 15 de 1943 se citan los siguientes aportes históricos: “La tragedia sangrienta de 1812 fue plasmada en el himno argentino cuyo autor supo historiar en su dístico inmortal: “Y cual lloran bañados en sangre Potosí, Cochabamba y La Paz”. El sacrificio de los cochabambinos y demás patriotas no había sido estéril para la independencia americana. Vélez Sársfield no trepida en aplaudir aquel hecho que tanta influencia tuvo en nuestra suerte, asegura que Cochabamba detuvo por un año al Ejército español”. Cita a José Macedonio Urquidi, como al autor boliviano que remarca: Las notables victorias del Ejército de Belgrano, en la Argentina, se debieron indudablemente, en gran parte, a que Cochabamba impidió con sus heroicos levantamientos que Goyeneche, con todo su poderío militar, se lanzara sobre las provincias del Río de la Plata”.
A Belgrano, no podía ocultársele esta misma verdad histórica, escrita por la indómita provincia de Cochabamba, con letras de sangre a lo largo y a lo ancho del altiplano. Por eso al llegar a Potosí, encabezando el segundo Ejército libertador, el general argentino dirigió su primera proclama, no a La Paz, no a Chuquisaca, sino a la gloriosa Cochabamba.
“Hermanos míos de Cochabamba: El Ejército que tengo el honor de mandar es suficiente para arrollar al enemigo, bajo los auspicios de nuestra generala María Santísima de las Mercedes, he ordenado a la gente que de vosotros ha de tomar las armas para que esa provincia tenga parte en los triunfos sucesivos de la Patria. Ánimo, pues, constancia en los trabajos y acreditar que sois verdaderos americanos de las provincias del Río de la Plata, con una conducta cristiana, con vuestras virtudes políticas, con el valor y firmeza que os han distinguido en los contrastes que habéis experimentado, y que os ha traído el afecto de vuestros conciudadanos entre quienes tiene el honor de contarse vuestro general Manuel Belgrano. Potosí, 6 de agosto de 1813. (Biblioteca Nacional de Lima, Vol. 0170, Nº 210).
La publicación relata que cuando Belgrano hubo llegado también a Cochabamba y visitado los lugares que fueron teatro de tantos sacrificios por la libertad nacional, ponderó en especial todo el valor y hazaña de las heroínas de la “Coronilla”, ordenó que en adelante hubiera para ellas un recuerdo de gratitud y admiración en cada nuevo día. Desde entonces, al pasar las listas de tropa, todas las noches se escuchaba en el campamento de los patriotas la voz viril de un oficial que decía: “¡Mujeres de Cochabamba!” otro oficial respondía: “¡Gloria a Dios, han muerto todas por la Patria, en el campo del honor!” La autoría corresponde al Mercedario Fr. Eudoxio de Jesús Palaci, en La Paz, Bolivia, septiembre de 1943.
Por mi intermedio, la Sociedad de Geografía, Historia y Estudios Geopolíticos de Cochabamba, expresa con profunda emoción cívica su fervoroso homenaje de respeto y gratitud a las venerables mujeres que, en el altar sacrosanto de la coronilla San Sebastián, se inmolaron combatiendo en desigual batalla contra el Ejército realista, en defensa de su terruño y la libertad del Alto Perú, hoy Bolivia, acción precursora que contribuyó a la consolidación de la Independencia de nuestra América.
A Belgrano, no podía ocultársele esta misma verdad histórica, escrita por la indómita provincia de Cochabamba, con letras de sangre a lo largo y a lo ancho del altiplano. Por eso al llegar a Potosí, encabezando el segundo Ejército libertador, el general argentino dirigió su primera proclama, no a La Paz, no a Chuquisaca, sino a la gloriosa Cochabamba.
“Hermanos míos de Cochabamba: El Ejército que tengo el honor de mandar es suficiente para arrollar al enemigo, bajo los auspicios de nuestra generala María Santísima de las Mercedes, he ordenado a la gente que de vosotros ha de tomar las armas para que esa provincia tenga parte en los triunfos sucesivos de la Patria. Ánimo, pues, constancia en los trabajos y acreditar que sois verdaderos americanos de las provincias del Río de la Plata, con una conducta cristiana, con vuestras virtudes políticas, con el valor y firmeza que os han distinguido en los contrastes que habéis experimentado, y que os ha traído el afecto de vuestros conciudadanos entre quienes tiene el honor de contarse vuestro general Manuel Belgrano. Potosí, 6 de agosto de 1813. (Biblioteca Nacional de Lima, Vol. 0170, Nº 210).
La publicación relata que cuando Belgrano hubo llegado también a Cochabamba y visitado los lugares que fueron teatro de tantos sacrificios por la libertad nacional, ponderó en especial todo el valor y hazaña de las heroínas de la “Coronilla”, ordenó que en adelante hubiera para ellas un recuerdo de gratitud y admiración en cada nuevo día. Desde entonces, al pasar las listas de tropa, todas las noches se escuchaba en el campamento de los patriotas la voz viril de un oficial que decía: “¡Mujeres de Cochabamba!” otro oficial respondía: “¡Gloria a Dios, han muerto todas por la Patria, en el campo del honor!” La autoría corresponde al Mercedario Fr. Eudoxio de Jesús Palaci, en La Paz, Bolivia, septiembre de 1943.
Por mi intermedio, la Sociedad de Geografía, Historia y Estudios Geopolíticos de Cochabamba, expresa con profunda emoción cívica su fervoroso homenaje de respeto y gratitud a las venerables mujeres que, en el altar sacrosanto de la coronilla San Sebastián, se inmolaron combatiendo en desigual batalla contra el Ejército realista, en defensa de su terruño y la libertad del Alto Perú, hoy Bolivia, acción precursora que contribuyó a la consolidación de la Independencia de nuestra América.