lunes, 28 de mayo de 2012


En la Revista Mercedaria, Nº 327, publicada en Córdoba, septiembre 15 de 1943 se citan los siguientes aportes históricos: “La tragedia sangrienta de 1812 fue plasmada en el himno argentino cuyo autor supo historiar en su dístico inmortal: “Y cual lloran bañados en sangre Potosí, Cochabamba y La Paz”. El sacrificio de los cochabambinos y demás patriotas no había sido estéril para la independencia americana. Vélez Sársfield no trepida en aplaudir aquel hecho que tanta influencia tuvo en nuestra suerte, asegura que Cochabamba detuvo por un año al Ejército español”. Cita a José Macedonio Urquidi, como al autor boliviano que remarca: Las notables victorias del Ejército de Belgrano, en la Argentina, se debieron indudablemente, en gran parte, a que Cochabamba impidió con sus heroicos levantamientos que Goyeneche, con todo su poderío militar, se lanzara sobre las provincias del Río de la Plata”.

A Belgrano, no podía ocultársele esta misma verdad histórica, escrita por la indómita provincia de Cochabamba, con letras de sangre a lo largo y a lo ancho del altiplano. Por eso al llegar a Potosí, encabezando el segundo Ejército libertador, el general argentino dirigió su primera proclama, no a La Paz, no a Chuquisaca, sino a la gloriosa Cochabamba. 

“Hermanos míos de Cochabamba: El Ejército que tengo el honor de mandar es suficiente para arrollar al enemigo, bajo los auspicios de nuestra generala María Santísima de las Mercedes, he ordenado a la gente que de vosotros ha de tomar las armas para que esa provincia tenga parte en los triunfos sucesivos de la Patria. Ánimo, pues, constancia en los trabajos y acreditar que sois verdaderos americanos de las provincias del Río de la Plata, con una conducta cristiana, con vuestras virtudes políticas, con el valor y firmeza que os han distinguido en los contrastes que habéis experimentado, y que os ha traído el afecto de vuestros conciudadanos entre quienes tiene el honor de contarse vuestro general Manuel Belgrano. Potosí, 6 de agosto de 1813. (Biblioteca Nacional de Lima, Vol. 0170, Nº 210). 

La publicación relata que cuando Belgrano hubo llegado también a Cochabamba y visitado los lugares que fueron teatro de tantos sacrificios por la libertad nacional, ponderó en especial todo el valor y hazaña de las heroínas de la “Coronilla”, ordenó que en adelante hubiera para ellas un recuerdo de gratitud y admiración en cada nuevo día. Desde entonces, al pasar las listas de tropa, todas las noches se escuchaba en el campamento de los patriotas la voz viril de un oficial que decía: “¡Mujeres de Cochabamba!” otro oficial respondía: “¡Gloria a Dios, han muerto todas por la Patria, en el campo del honor!” La autoría corresponde al Mercedario Fr. Eudoxio de Jesús Palaci, en La Paz, Bolivia, septiembre de 1943. 

Por mi intermedio, la Sociedad de Geografía, Historia y Estudios Geopolíticos de Cochabamba, expresa con profunda emoción cívica su fervoroso homenaje  de respeto y gratitud a las venerables mujeres que, en el altar sacrosanto de la coronilla San Sebastián, se inmolaron combatiendo en desigual batalla contra el Ejército realista, en defensa de su terruño y la libertad del Alto Perú, hoy Bolivia, acción precursora que contribuyó a la consolidación de la Independencia de nuestra América.

domingo, 13 de mayo de 2012

El Dia se refiere a la salida al mar para Bolivia aunque no por el Pacífico sino al Atlántico por Paraguay

Uno de los diez hombres más ricos del mundo, Eike Batista, puso sus ojos en el Mutún mucho antes de que se mencionara el nombre de la empresa Jindal. Cuando llegó al poder, lo primero que hizo el Gobierno de Evo Morales fue sacar a empellones a la compañía de Batista, la EBX, por un supuesto error burocrático sin mayor importancia, que pudo haber sido subsanado, de haber existido una real voluntad de echar a andar este proyecto, el mayor emprendimiento industrial de la historia de Bolivia y que colocaría al país en las grandes ligas de la siderurgia.

Es inútil dar y cavar en los pormenores que han rodeado a la historia reciente del Mutún, con la Jindal, la falta de gas, los contratos, las denuncias, las boletas de garantía y la entrega de terrenos, aspectos calificados como minucias por expertos, cuando lo importante es analizar por qué el Estado Central con base en la plaza Murillo (el de hoy y el de siempre), se ha empeñado en ponerle palos a la rueda a este proyecto, un gigante dormido que tal vez tarde mucho en despertar porque así le conviene al modelo político, económico y estatal diseñado para Bolivia desde la colonia y que no ha sido modificado pese a tanta machacona con el “cambio”.

Conviene reflexionar qué pasaría en Bolivia si se produjera la necesaria y definitiva voluntad política para poner en funcionamiento a toda su plenitud el proyecto del Mutún. Estamos hablando de una inversión multimillonaria que se concentraría en la zona fronteriza con Brasil, donde se formaría un polo de desarrollo nunca visto en el país, lo que supone, por supuesto, inversiones en infraestructura, una inmensa movilización poblacional y el surgimiento de una nueva locomotora económica para el país dentro de Santa Cruz, que desde ya es el principal actor en este campo en el país.

Desde el punto de vista geopolítico, se produciría un movimiento muy significativo favorable hacia el oriente boliviano, que vendría a cuestionar el modelo de desarrollo andinocentrista enfocado hacia el Océano Pacífico. El Mutún está a orillas del río Paraguay y el desarrollo de la siderurgia empujaría al país hacia la hidrovía que nos conduce hacia el Atlántico. Aquello pone en aprietos a las élites paceñas que siempre han gobernado este país, cuyos intereses se encuentran en la vigencia de los puertos chilenos. No hay duda que el Mutún contribuiría a desarrollar el corredor de exportación y un puerto que colocaría en mejores condiciones al país para negociar con Chile, país urgido de conseguir una puerta más expedita hacia el Atlántico.

Con el Mutún, se consolidaría definitivamente la marcha hacia el oriente y el país comenzaría a construirse y definirse desde esta zona del país. Este proyecto es la gran salida al estado fracasado netamente extractivista que se forjó desde 1825 y que no consigue encontrar su horizonte de progreso. Este proyecto significaría el gran salto hacia la industrialización que, por supuesto, abriría las puertas hacia la diversificación. Con el Mutún toda el área de influencia, que abarca una inmensa extensión en la que intervienen varias regiones del hinterland sudamericano, bloqueado por la falta de acceso a los puertos y por el chantaje de organizaciones internacionales que se escudan en preceptos ambientalistas. No hay duda que el Mutún cambiaría la historia de Bolivia y para bien.

Lamentablemente hay muchos –y con mucho poder-, que todavía se niegan a que esto suceda.
Conviene reflexionar qué pasaría en Bolivia si se produjera la necesaria y definitiva voluntad política para poner en funcionamiento a toda su plenitud el proyecto del Mutún y el desarrollo que se generaría.

sábado, 25 de febrero de 2012

Luis Juvenal Guzmán ha formulado en pocas líneas "la diplomcia marítima" refiriéndose a la agenda 13 mañosamente manejada por Chile.

Los contrasentidos del referéndum sobre el gas, pactado por el sistema político hegemónico de aquel momento, con la finalidad de excluir la soberanía permanente del pueblo sobre sus recursos naturales ¿cómo influyen en la diplomacia marítima del Estado plurinacional en relación al poder participativo y a la soberanía territorial?

El Estado plurinacional es producto de la voluntad elitista de la tiranía del poder representativo, reunido en una asamblea constituyente, formada por asambleístas o representantes, quienes elaboraron el actual texto constitucional para sepultar a la constitución participativa, la única expresión auténtica de la voluntad y la razón del pueblo y no del representante.

En la Constitución plurinacional aprobada mediante un referéndum representativo, por acción u omisión de las personas asambleístas y de su equipo de asesoramiento, son excluidos del mencionado texto el poder participativo y la soberanía territorial boliviana. Esta acción u omisión, hoy condiciona cualquier iniciativa de la diplomacia plurinacional, limitando su accionar a los términos constitucionales de “organización territorial del Estado”, “tierra y territorio” vinculados con “los recursos naturales son de propiedad y dominio directo, indivisible e imprescriptible del pueblo boliviano…” formulación que satisface plenamente al Tratado de paz y amistad con Chile, ratificado por Bolivia el 10 de marzo de 1905 “…Por el presente Tratado quedan reconocidos del dominio absoluto y perpetuo de Chile los territorios ocupados por este….”, en aparente contradicción con el parágrafo II del Art. 267 de la Constitución “La solución efectiva al diferendo marítimo a través de medios pacíficos y el ejercicio pleno de la soberanía sobre dicho territorio…”, supeditando de esta forma el derecho vigente del pueblo boliviano a ejercer su soberanía en sus aguas territoriales no delimitadas y no demarcadas por el Tratado de 1904 y por otros instrumentos bilaterales a una “solución efectiva al diferendo marítimo”, favoreciendo de esta manera íntegramente al anexionismo chileno, en el caso de inobservancia de la novena disposición transitoria del texto constitucional.

La soberanía territorial es la plenitud suprema del pueblo, de la nación y del Estado en su espacio físico, el suelo, el subsuelo, el espacio aéreo y sus aguas territoriales, diferenciada jurídicamente de la propiedad que simplemente es la mera relación de pertenencia sobre la cosa resultado del trabajo del ser humano. En este sentido, la “agenda de los trece puntos” se limita a privilegiar la relación de dominio, desconociendo de facto la ruptura de relaciones diplomáticas con Chile, por lo que es urgente una reestructuración constitucional con la subsecuente aprobación de leyes que resguarden la soberanía territorial boliviana en correspondencia con el poder participativo para subsanar de forma y de fondo, todos los vicios constitucionales lesivos a los métodos indirecto, analítico y sintético judicial para una solución justa y democrática de la disputa territorial boliviano chilena. La diplomacia marítima plurinacional como “medio de ejecución de la política exterior boliviana, representada por un sistema de actos, procedimientos, métodos prácticos y formas jurídicas aplicadas por el Estado plurinacional en la cuestión marítima”, responde a una política exterior diseñada a partir de una constitución representativa en armonía con el núcleo del poder representativo mundial, del eje anglófono y su hegemonía colonialista en el Pacífico del sur junto a su aliado Chile. 

viernes, 24 de febrero de 2012

Primero la coca, "el mar puede esperar" parece decir que Evo no vaya a La Haga, pero sí a Viena a molestar a los 184 países miembros de la Convención sobre las Drogas...Humberto razona:

Delicia Andrade. Largo tiempo pres. del Comité Pro Mar

Las circunstancias pusieron al presidente Evo Morales en la necesidad de decidir si su próximo viaje al exterior sería a La Haya, para defender la causa marítima boliviana, o a Viena, para defender el cultivo extensivo de la coca.

En esta disyuntiva, el presidente optó por viajar a Viena, demostrando, una vez más, que su primera prioridad es la coca. Después viene lo demás, todo lo demás.

Al fin y al cabo, la causa marítima, pensó seguramente el presidente, está un poco verde, mientras que la causa de la coca está muy avanzada, con los cocales abarcando ocho de los nueve departamentos.

Él tendría que saber que para avanzar en la causa marítima hay que quitar el oxígeno –y el agua- a los puertos sin país que quedaron en la costa junto al país sin puertos tras la guerra del Pacífico.

Como todos los anteriores gobiernos, de cambio o no, el presidente Morales optó por no tocar lo esencial, por no dar el golpe más certero, que consistiría en quitar a los puertos sin país la savia que los mantiene vivos.

Ni siquiera tuvo en cuenta que su gobierno ha hecho por esa causa, sin saberlo, por supuesto, el mayor avance: ha construido las vías precisas para desviar hacia los puertos peruanos toda la carga que ahora sale por los puertos sin país.

Podía dar el jaque mate en esta partida, pero sus ojos están condenados a ver solamente la coca. Podía haber dado plazos para que se termine el uso de los puertos sin país, ofreciendo todas las alternativas de transporte que existen y que su gobierno ha creado.

Podía haber pasado a la historia por algo que valiera la pena, pero optó por lo fácil, por la coca, una batalla ya ganada por su ejército de cocaleros y sus aliados, los narcotraficantes.
Su lealtad con los cocaleros lo tiene ciego. No niega nada a los cocaleros. Ellos lo llevaron al sitio donde se encuentra y hasta donde le llegan sus exigencias, incluso contra todo lo que convenga al país.

La política boliviana sobre la coca la manejan los cocaleros. Y también la política boliviana sobre la droga. Ellos son los que ordenaron la expulsión de la DEA y los que obligaron al gobierno a denunciar el tratado contra las drogas de 1961.

Ellos, los cocaleros, deciden si en Bolivia se respetará o no los parques nacionales.

Ordenaron que la marcha del TIPNIS fuera frenada, acosada, insultada y flagelada. Los ministros que debieron cumplir esas órdenes fueron usados para esos propósitos y desechados después de obedecer.

En los últimos cinco meses fueron cambiados dos ministros de Gobierno, porque obedecieron unos y se resistieron otros, a cumplir las órdenes de los cocaleros.

Son los cocaleros quienes han decidido que el parque Choré sea destruido. Ahora se informa de los primeros indicios de desertización. ¡Un parque convertido en desierto!

Cuando el presidente eligió ir a Viena en lugar de ir a La Haya se inclinó por una opción que es la derrota de Bolivia, y desechó la que hubiera significado un avance en la causa mayor.
Vacaflor.obolog.com

Primero la coca, "el mar puede esperar" parece decir que Evo no vaya a La Haga, pero sí a Viena a molestar a los 184 países miembros de la Convención sobre las Drogas...Humberto razona:

viernes, 17 de febrero de 2012

Jaime Liendo desde OPINION reclama Mar para Bolivia porque nunca ha renunciado al legítimo derecho de retorno al Pacífico. reclamó en cuanto Foro pudo a través del tiempo.

El 14 de febrero de 1879, es una fecha fatídica para Bolivia y para su pueblo, pues en ese día de luto histórico la nación boliviana fue víctima del más alevoso crimen hecho con premeditación alevosía y ventaja por su vecino Chile que en confabulación con los intereses del Imperio Británico que ya había financiado y modernizado el Ejército chileno para apoderarse del desierto de Atacama fabuloso en el contenido de grandes depósitos mineralógicos, guano y salitre; lo hizo realidad sin disparar un solo tiro, pues Bolivia en ese tiempo desgraciado acababa de salir de una serie de calamidades naturales que le dejaron completamente debilitada. Entonces los araucanos, mediante su poderosa flota bélica ocuparon los puertos de Antofagasta, Tocopilla, Cobija y otros dejando desde entonces a Bolivia sin acceso al mar. Tiempo que ya suma 133 años de enclaustramiento.

Bolivia nunca ha dejado de reclamar su legítimo derecho a recuperar su condición de país marítimo y lo ha hecho siempre en cuanto foro internacional se ha tocado el tema, sin embargo, jamás los chilenos han mostrado su arrepentimiento haciendo gala, al contrario, de que la victoria les da derechos inapelables, pues es constante la declaración araucana de que Bolivia debe respetar el Tratado de Paz y Amistad de 1904, donde la nación boliviana entrega a perpetuidad sus territorios del Litoral a la soberanía de Chile. Es así que cuando se reunió la Asamblea de la OEA el año 1979, en la ciudad de La Paz, como nunca la Asamblea por unanimidad aprobó una Resolución histórica que obliga a Chile devolver a Bolivia una salida soberana y útil al océano Pacífico sin compensación territorial. Bolivia nunca hizo uso de la Resolución de la OEA, se supone porque la diplomacia boliviana y los gobiernos nacionales son incapaces de exigir a los araucanos el cumplimiento de esa famosa resolución que ni siquiera se atreven a mencionarla. Ahora, en el presente año está definido que la próxima Asamblea General de la OEA se reunirá en Cochabamba y es entonces la ocasión propicia para que el actual Gobierno masista se organice inteligentemente para hacer que la Asamblea ratifique la Resolución de 1979 para exigir con inteligente firmeza diplomática, la ejecución de dicho mandato resolutivo y de una vez por todas se destierre para siempre la especulación gubernamental del Estado chileno de que: “el problema marítimo boliviano es una cuestión binacional”, pues el encierro boliviano es un problema de solidaridad de todas las naciones del continente americano y de justicia universal, por otra parte, otra nación directamente involucrada es Perú.

Asimismo, cabe recordar a la diplomacia boliviana que la Corte Internacional de La Haya, a la cual piensa acudir el Gobierno pidiendo la anulación del Tratado de 1904, la dicha Corte no extingue tal tratado por la cláusula lc. rebus sic estantibus.

Es importante conocer que una Convención de la ONU, en 1966, concede mar con “cuasi soberanía” o soberanía administrativa a los 15 países del mundo que nacieron sin mar, a fin de que operen flotas navieras mercantes propias.

Por último, la única posibilidad real de que Bolivia recupere su acceso soberano al mar es que demande a Chile ante los organismos internacionales de justicia y ante la ONU haciendo conocer con documentación verdadera que Chile usurpó el Litoral boliviano mediante un acto absolutamente delictivo de invasión sin justificación ninguna por lo que la indebida apropiación es absolutamente contraria a las leyes internacionales por lo cual Bolivia merece una indemnización justa y una devolución de dos puertos útiles sobre el océano Pacífico.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Fiel a su tradición los jóvenes de Cochabamba rindieron homenaje a los héroes de la Guerra del Pacífico concurriendo a la Plaza Cobija con fervor cívico

Con el fin de preservar la memoria histórica, el Comité Pro Mar Boliviano realizó ayer un acto cívico de recordación de la invasión chilena del 14 de febrero de 1879 al entonces puerto boliviano de Antofagasta.

La actividad se cumplió por la mañana en la plazuela Cobija. Contó con la participación de representantes del Servicio Departamental de Educación (Seduca), las Fuerzas Armadas, y de diversas unidades educativas, como el Avaroa, Litoral y Cobija, entre otras.

El secretario general del Comité, Arturo Bustamante, manifestó que la actividad, realizada anualmente por su entidad, tuvo el objetivo de que “la población no olvide esta fecha”, cuya conmemoración generalmente se pierde en medio de los festejos del Carnaval.

En este marco, se leyeron reseñas históricas de “la invasión de los chilenos contra nuestro país”, y se difundieron mensajes de aliento a la demanda marítima nacional, que exige la recuperación del territorio usurpado.

Bustamante lamentó la ausencia de las principales autoridades del departamento al acto, a quienes se les cursaron invitaciones con anticipación.

Por otro lado, adelantó que el Comité Pro Mar prepara una serie de actividades cívicas, en colegios y espacios municipales, hasta el 23 de marzo (Día del Mar) y después de esa fecha, para continuar con su propósito de preservar la memoria histórica.

Bustamante invitó a las personas e instituciones que deseen sumarse a los actos, a visitar las reuniones en el Club Social, que se efectúan los martes desde las 19:00 horas.

NAVAL La Escuela Naval Militar izó el martes la tricolor nacional a media asta y con crespón negro para recordar los 133 años de la invasión chilena a los territorios marítimos con los que Bolivia nació a la vida independiente.

"Recordamos los 133 años de aniversario de la lamentable invasión chilena a las costas bolivianas del océano Pacífico, sobre todo, Antofagasta", expresó en La Paz el jefe del Cuerpo de Cadetes, Cap. Renán Guardia.

Explicó que izar la tricolor nacional a media asta se orienta a recordar el trágico acontecimiento de 1879, y el crespón negro es para perpetuar la memoria de los héroes que ofrendaron sus vidas para defender el territorio nacional.

INJUSTICIA El titular de la Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima (Diremar), Juan Lanchipa, aseguró que la invasión a Antofagasta consumó “el hecho más injusto en Latinoamérica”.

"1879 viene a ser ese año en que se consuma el hecho más injusto y más grave en Latinoamérica, el enclaustramiento geográfico que priva a Bolivia del acceso soberano al océano Pacífico", manifestó.

Señaló que gran parte del territorio nacional, ubicado en la costa, que fue cercenado por Chile, fue ambicionado muchos años antes de la invasión.