Si los Tratados Internacionales deben ser honrados, entonces,
Brasil debe construir a su costo, la ferrovía Aiquile - Santa Cruz de
acuerdo al “Tratado de Límites y Comunicaciones Ferroviarias entre
Bolivia y Brasil” firmado en Rio de Janeiro en Diciembre de 1928 por los
Plenipotenciarios Fabián Vaca Chávez y Octavio Mangabeira al término de
una guerra en la que perdimos el territorio mayor de 490.430 kilómetros
cuadrados y se dio por finalizado el conflicto con obligaciones pendientes
referidas al Tratado anterior (Petrópolis 1903) mediante la vinculación
ferroviaria entre los dos países.
Con el objetivo de poblar El Acre, el presidente Pando opta por
formalizar un contrato con la empresa norteamericana “The Bolivian Sindicate”,
Brasil reacciona airadamente en 1907 y el Canciller Barón de Rio Branco propone
oficialmente a Bolivia, la opción de un canje territorial o la adquisición del
mismo por compra. Ante la negativa del Gobierno de Bolivia, los brasileños
determinan el alzamiento de los colonizadores y Bolivia se ve forzada a
abandonar su territorio.
En diciembre de 1928, los Plenipotenciarios, celebran el nuevo y
último Tratado en dos ejemplares en lengua castellana y portuguesa, (en
internet se advierte que lo hicieron en portuñol). El artículo quinto dice
textualmente: “Habiendo los dos Gobiernos concordado en que no se llevó a
efecto la construcción del ramal ferroviario entre Villa Mourtiho, u otro punto
próximo y Villa Bella, en la confluencia del rio Beni y del Mamoré, obra
que el Brasil se obligó a realizar, en virtud del artículo séptimo del
Tratado de 17 de Noviembre de 1903 y siendo conveniente para ambos países
que se efectúe del modo más eficaz la circulación comercial prevista en aquel
Tratado, queda estipulada la sustitución de la obligación aludida por un
auxilio del Brasil a la realización de un plan de construcciones ferroviarias
que ligando Cochabamba con Santa Cruz de la Sierra, se prolongue en lugar que
permita el contacto con la red ferroviaria brasileña.”
A la conclusión de la Guerra del Acre y en este espacio, merece
nuestro homenaje el Héroe Nacional don Bruno Racua Tububay, Brasil
compromete a manera de compensación y a su costo, la construcción de la
ferrovía Aiquile – Santa Cruz. Ahora nos explicamos porque el amable
obsequio de los Presidentes Brasileños don Emilio Garrastazú y don Ernesto
Geissel en 1972 a Bolivia, de los estudios de ingeniería a trazo final del tramo
Aiquile Santa Cruz mas el trazo Mataral, Valle Grande, Zudáñez, Tarabuco,
Sucre, que por ahora reposan, en la obscuridad y el silencio de los archivos
nacionales de Brasil y de Bolivia, sin ser ejecutados.
La época, fue muy difícil para Bolivia: la descomposición interna
producto de la guerra del Pacífico, la pobreza, el ejército diezmado, la
firma del tratado de 1904 con Chile y la presión de los países vecinos que
tenían a Bolivia en la boca de un alicate cuando procurábamos aligerar pugnas,
alegatos, invasiones y guerras con vecinos desiguales y despiadados con
estructuras de poder implacables.
Hoy, agosto 2013, desde Cochabamba, queremos pulsar la
alarmay alertar la existencia de los Tratados de 1903 (Petrópolis) y
1928, la pérdida mayor de nuestro territorio y la demarcación de límites al
norte, realizada únicamente por Brasil, sin la presencia de una comisión
boliviana que deja, entre otras cosas, pendiente el compromiso brasileño de
construir a su costo la línea ferroviaria Aiquile - Santa Cruz con
el trazo intermedio Mataral, Valle Grande, Zudañez, Tarabuco Sucre o como
sugiere el Ing. Carlos Velasco L. Aiquile - Sucre.
Para emprender negociaciones referidas al cumplimiento del
Tratado, es necesario promover un completo y veraz estudio con Brasil. Estamos
conscientes de que los intelectuales, historiadores, diplomáticos y políticos,
analizan las operaciones de los sistemas internacionales pero son los
estadistas los que tienen el deber de ejecutarlas.
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