viernes, 20 de julio de 2012

alarma ha causado en Chile el ingreso de otra patrulla armada del Ejército y sus autoridades han dicho que serán detenidos ipso facto, se trataría de "ladrones de vehículos"


 Campesinos aymaras de la región chilena de Tarapacá denunciaron el ingreso irregular de militares bolivianos a territorio del vecino país.  Asimismo, denunciaron que los supuestos efectivos bolivianos  los extorsionaron e intentaron robar el vehículo de un pastor de la comunidad chilena de Cancosa.
La denuncia que fue publicada en el periódico La Estrella de Iquique señala que los presuntos efectivos militares no usaron uniforme pero  tenían “pistolas automáticas” y  poseían “armamento de guerra”.
De acuerdo al relato del afectado, el hecho ocurrió el miércoles pasado cuando él se dirigía a comercializar productos a la población chilena de “Tirana” y en territorio del país trasandino  habría sido interceptado por cuatro supuestos militares bolivianos a bordo de una camioneta de color azul.
Según la publicación chilena, los “militares” bolivianos  le exigieron al campesino chileno que  les entregará su vehículo, acusándolo de traficar con automóviles sin documentos, conocidos como “chutos” en Bolivia.  El afectado relató que los “bolivianos” no pudieron arrebatarle el vehículo pero amenazándolo con las armas le robaron  50 mil pesos chilenos  (aproximadamente 700 bolivianos) .
Repercusiones
El fiscal regional de Tarapacá, Manuel Guerra, indicó que la acción denunciada "eso es un robo con intimidación que corresponde que sea investigada”. Mientras el gobernador de la provincia chilena de El Tamarugal, Espártago Ferrari afirmó que la cancillería chilena deberá pronunciarse y hacer los reclamos respectivos a Bolivia.
Sin embargo, Ferrari dijo que de comprobarse que son militares bolivianos se debería aplicar la ley al igual que con la patrulla que ingresó por Colchane.
En junio de 2011, una patrulla de 14 militares bolivianos fue interceptada y detenida en la localidad de Colchane, Chile por policías del vecino país.  Luego de ser expulsado de territorio chileno la Ejército boliviano los recibió con honores, en un suceso que provocó polémica en La Paz y Santiago.

miércoles, 18 de julio de 2012

Jorge Siles Salinas quién fuera Cónsul General en Santiago, se adentra en los vericuetos de la negociación por el MAR que nunca termina en un libro que describe Roberto Prudencio con maestría

“Si, el Mar” es el título que Jorge Siles Salinas le dio a su última obra publicada  recientemente por Plural, en la cual efectúa un detallado y prolijo resumen de su gestión como Cónsul General en Santiago, durante la negociación marítima con Chile, denominada “Enfoque Fresco” de 1986-1987.

La propuesta boliviana fue presentada en la reunión de Cancilleres de ambos países, en Montevideo, abril de 1987 y  la respuesta chilena rechazando la misma,  se efectúo en junio de ese mismo año, mediante Nota entregada por la Cancillería chilena al Cónsul General Siles Salinas, en la que,  en sus partes mas sobresalientes decía “La Cancillería de Chile siente el deber de informar que no resulta admisible para Chile el fondo de la aludida propuesta boliviana”.

Siles Salinas reconoce que la propuesta boliviana de 1987 tuvo como base la de 1975 durante la negociación de Charaña. En la reunión de Montevideo la delegación boliviana entregó  un documento de propuesta que consistía en  otorgar a Bolivia, por parte de Chile, un corredor con soberanía al norte de Arica, de aproximadamente 10 km de ancho y de  tres alternativas de  enclave al sur de Arica en territorios que fueron de Bolivia antes de la guerra del Pacífico. En cuanto al tema del  enclave, existía el antecedente de la negociación de Charaña, que Chile rechazó otorgarlo,  porque temía que Bolivia efectuara posteriormente, la exigencia de un corredor que uniera al territorio boliviano con la costa.

Es importante subrayar que a diferencia de la propuesta boliviana de 1975, oportunidad en la cual Bolivia  en una  Ayuda Memoria muy hábilmente redactada y  entregada a Chile por el Embajador boliviano Guillermo Gutiérrez Vea Murgía, no rechazó ningún tipo de compensación  y dejó que Chile la proponga; la de  Montevideo de abril de 1987, la delegación boliviana coloca todas las cartas sobre la mesa, y presenta las compensaciones que otorgaría Bolivia a Chile por el corredor a ser cedido, compensación que no consigna  el canje territorial y hace referencia a explotación y aprovechamiento de recursos vivos del mar; creación de un polo de desarrollo entre Arica, el corredor a ser cedido a Bolivia y Tacna del Perú  y el aprovechamiento de los recursos hídricos existentes en el altiplano boliviano.

El Canciller boliviano de entonces, Guillermo Bedregal, estaba consciente que durante la negociación de Charaña de 1975, no se pudo llegar a una solución satisfactoria,  porque desde principios de 1977 Bolivia decidió insistir en la eliminación de la exigencia chilena del canje territorial. A pesar de ello, Bedregal en la  negociación de Montevideo en 1987, excluye toda mención a la exigencia chilena de la compensación territorial por parte de Bolivia.

En Bolivia en 1987 gobernaba el doctor Paz Estenssoro, cuyo gobierno democrático, serio y sólido  solucionó la desenfrenada hiperinflación que dejó el gobierno anterior. El gobierno boliviano era sin duda, un “interlocutor válido” para Chile para negociar el tema marítimo boliviano. Además, designó a la persona más apropiada para el cargo de Cónsul General en Santiago: Jorge Siles Salinas, intelectual y diplomático de prestigio y con un ligazón muy acentuado  con Chile: fue catedrático en universidades chilenas y el  Canciller chileno Del Valle era su cuñado.

A pesar de todo ello, considero que la negociación de Montevideo estaba destinada al fracaso desde el momento que las compensaciones ofrecidas por Bolivia no hacían mención al canje territorial. Mas aun, tratándose del mismo gobierno militar chileno que negoció con Bolivia en 1975, presidido por el General Pinochet, quien consideraba que   la compensación territorial era fundamental para Chile, desde la negociación de Charaña.

Jorge Siles Salinas, presentó renuncia  al cargo de Cónsul General de Bolivia en Santiago,  al año y tres meses de  su llegada a Chile, en julio de 1987 y declaró a la prensa chilena que “se va de Chile con una impresión de pesadumbre”