El plazo fijado por la Corte Internacional de Justicia con sede en La Haya (Holanda) para la presentación de la memoria boliviana vence este jueves 17. El señor presidente viajó para ser él –junto con la comitiva oficial– quien entregue en persona ese importante documento. Y lo hará hoy, 48 horas antes de la fecha límite fijada por ese alto tribunal. A partir de la presentación de nuestro país, Chile tendrá 90 días para objetarla o para pedir la incompetencia de los jueces internacionales. De no hacerlo, correrá el plazo para que hasta el 18 de febrero de 2015 los chilenos presenten a su vez una ‘contramemoria’. Los expertos calculan que si el proceso sigue su curso normal, podemos esperar resultados concretos tras un plazo que puede oscilar entre los cuatro y seis años. No hay en este tipo de instancias ninguna posibilidad de respuesta a la brevedad. En definitiva, se trata de un trámite judicial entre dos naciones y con todas las complejidades que el mismo encierra.
Dejando de lado cualquier tipo de manipulación política que Gobierno u oposición pretendan realizar en la coyuntura, debemos coincidir: este es un momento trascendental en la historia de las relaciones internacionales de Bolivia. La presencia del presidente en la sede de la Corte Internacional de Justicia agrega una dosis de solemnidad a la presentación, algo que no es de ninguna manera desdeñable.
Especialistas en la materia consideran que el documento contiene elementos históricos, jurídicos, geográficos y políticos; son los cuatro ejes de la memoria. En el fondo de la cuestión, se trata de presentar una relación minuciosa de los múltiples compromisos que hizo Chile con miras a resolver el problema marítimo con Bolivia. Se confía en que la Corte Internacional de Justicia se pronuncie favorablemente sobre esa documentación para que La Moneda se vea obligada a cumplir con lo prometido en el pasado, en lugar de escudarse en frases tales como “con Bolivia no tenemos temas pendientes”, “un tratado zanjó definitivamente la cuestión”, etc.
Los expertos también creen que un fallo favorable de la Corte Internacional de Justicia inducirá el apoyo global de las Naciones Unidas para encontrarle a Bolivia una salida soberana al océano Pacífico que cierre el ciclo de injusticia que viene sufriendo nuestro país desde 1879 y finalmente se logre con Chile un entendimiento constructivo que afiance paz e integración en la región.
Confiemos en que la presentación de hoy en La Haya marque el inicio de un proceso altamente positivo para el interés nacional
Consejo Editorial: Pedro F. Rivero Jordán, Juan Carlos Rivero Jordán, Tuffí Aré Vázquez, Lupe Cajías, Agustín Saavedra Weise y Percy Áñez Rivero
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