Los contrasentidos del referéndum sobre el gas, pactado por el sistema político hegemónico de aquel momento, con la finalidad de excluir la soberanía permanente del pueblo sobre sus recursos naturales ¿cómo influyen en la diplomacia marítima del Estado plurinacional en relación al poder participativo y a la soberanía territorial?
El Estado plurinacional es producto de la voluntad elitista de la tiranía del poder representativo, reunido en una asamblea constituyente, formada por asambleístas o representantes, quienes elaboraron el actual texto constitucional para sepultar a la constitución participativa, la única expresión auténtica de la voluntad y la razón del pueblo y no del representante.
En la Constitución plurinacional aprobada mediante un referéndum representativo, por acción u omisión de las personas asambleístas y de su equipo de asesoramiento, son excluidos del mencionado texto el poder participativo y la soberanía territorial boliviana. Esta acción u omisión, hoy condiciona cualquier iniciativa de la diplomacia plurinacional, limitando su accionar a los términos constitucionales de “organización territorial del Estado”, “tierra y territorio” vinculados con “los recursos naturales son de propiedad y dominio directo, indivisible e imprescriptible del pueblo boliviano…” formulación que satisface plenamente al Tratado de paz y amistad con Chile, ratificado por Bolivia el 10 de marzo de 1905 “…Por el presente Tratado quedan reconocidos del dominio absoluto y perpetuo de Chile los territorios ocupados por este….”, en aparente contradicción con el parágrafo II del Art. 267 de la Constitución “La solución efectiva al diferendo marítimo a través de medios pacíficos y el ejercicio pleno de la soberanía sobre dicho territorio…”, supeditando de esta forma el derecho vigente del pueblo boliviano a ejercer su soberanía en sus aguas territoriales no delimitadas y no demarcadas por el Tratado de 1904 y por otros instrumentos bilaterales a una “solución efectiva al diferendo marítimo”, favoreciendo de esta manera íntegramente al anexionismo chileno, en el caso de inobservancia de la novena disposición transitoria del texto constitucional.
La soberanía territorial es la plenitud suprema del pueblo, de la nación y del Estado en su espacio físico, el suelo, el subsuelo, el espacio aéreo y sus aguas territoriales, diferenciada jurídicamente de la propiedad que simplemente es la mera relación de pertenencia sobre la cosa resultado del trabajo del ser humano. En este sentido, la “agenda de los trece puntos” se limita a privilegiar la relación de dominio, desconociendo de facto la ruptura de relaciones diplomáticas con Chile, por lo que es urgente una reestructuración constitucional con la subsecuente aprobación de leyes que resguarden la soberanía territorial boliviana en correspondencia con el poder participativo para subsanar de forma y de fondo, todos los vicios constitucionales lesivos a los métodos indirecto, analítico y sintético judicial para una solución justa y democrática de la disputa territorial boliviano chilena. La diplomacia marítima plurinacional como “medio de ejecución de la política exterior boliviana, representada por un sistema de actos, procedimientos, métodos prácticos y formas jurídicas aplicadas por el Estado plurinacional en la cuestión marítima”, responde a una política exterior diseñada a partir de una constitución representativa en armonía con el núcleo del poder representativo mundial, del eje anglófono y su hegemonía colonialista en el Pacífico del sur junto a su aliado Chile.
en homenaje a GABY DE LA REZA, heroica mujer cochabambina que fuera la Primera Presidenta del Comité Pro Mar Boliviano, que reivindica el Retorno al Mar por encima de todas las cosas. excluye posturas demagógicas que pretender utilizar el tema para fines partidistas o de caudillaje.
sábado, 25 de febrero de 2012
viernes, 24 de febrero de 2012
Primero la coca, "el mar puede esperar" parece decir que Evo no vaya a La Haga, pero sí a Viena a molestar a los 184 países miembros de la Convención sobre las Drogas...Humberto razona:
Delicia Andrade. Largo tiempo pres. del Comité Pro Mar |
Las circunstancias pusieron al presidente Evo Morales en la necesidad de decidir si su próximo viaje al exterior sería a La Haya, para defender la causa marítima boliviana, o a Viena, para defender el cultivo extensivo de la coca.
En esta disyuntiva, el presidente optó por viajar a Viena, demostrando, una vez más, que su primera prioridad es la coca. Después viene lo demás, todo lo demás.
Al fin y al cabo, la causa marítima, pensó seguramente el presidente, está un poco verde, mientras que la causa de la coca está muy avanzada, con los cocales abarcando ocho de los nueve departamentos.
Él tendría que saber que para avanzar en la causa marítima hay que quitar el oxígeno –y el agua- a los puertos sin país que quedaron en la costa junto al país sin puertos tras la guerra del Pacífico.
Como todos los anteriores gobiernos, de cambio o no, el presidente Morales optó por no tocar lo esencial, por no dar el golpe más certero, que consistiría en quitar a los puertos sin país la savia que los mantiene vivos.
Ni siquiera tuvo en cuenta que su gobierno ha hecho por esa causa, sin saberlo, por supuesto, el mayor avance: ha construido las vías precisas para desviar hacia los puertos peruanos toda la carga que ahora sale por los puertos sin país.
Podía dar el jaque mate en esta partida, pero sus ojos están condenados a ver solamente la coca. Podía haber dado plazos para que se termine el uso de los puertos sin país, ofreciendo todas las alternativas de transporte que existen y que su gobierno ha creado.
Podía haber pasado a la historia por algo que valiera la pena, pero optó por lo fácil, por la coca, una batalla ya ganada por su ejército de cocaleros y sus aliados, los narcotraficantes.
Su lealtad con los cocaleros lo tiene ciego. No niega nada a los cocaleros. Ellos lo llevaron al sitio donde se encuentra y hasta donde le llegan sus exigencias, incluso contra todo lo que convenga al país.
La política boliviana sobre la coca la manejan los cocaleros. Y también la política boliviana sobre la droga. Ellos son los que ordenaron la expulsión de la DEA y los que obligaron al gobierno a denunciar el tratado contra las drogas de 1961.
Ellos, los cocaleros, deciden si en Bolivia se respetará o no los parques nacionales.
Ordenaron que la marcha del TIPNIS fuera frenada, acosada, insultada y flagelada. Los ministros que debieron cumplir esas órdenes fueron usados para esos propósitos y desechados después de obedecer.
En los últimos cinco meses fueron cambiados dos ministros de Gobierno, porque obedecieron unos y se resistieron otros, a cumplir las órdenes de los cocaleros.
Son los cocaleros quienes han decidido que el parque Choré sea destruido. Ahora se informa de los primeros indicios de desertización. ¡Un parque convertido en desierto!
Cuando el presidente eligió ir a Viena en lugar de ir a La Haya se inclinó por una opción que es la derrota de Bolivia, y desechó la que hubiera significado un avance en la causa mayor.
Vacaflor.obolog.com
viernes, 17 de febrero de 2012
Jaime Liendo desde OPINION reclama Mar para Bolivia porque nunca ha renunciado al legítimo derecho de retorno al Pacífico. reclamó en cuanto Foro pudo a través del tiempo.
El 14 de febrero de 1879, es una fecha fatídica para Bolivia y para su pueblo, pues en ese día de luto histórico la nación boliviana fue víctima del más alevoso crimen hecho con premeditación alevosía y ventaja por su vecino Chile que en confabulación con los intereses del Imperio Británico que ya había financiado y modernizado el Ejército chileno para apoderarse del desierto de Atacama fabuloso en el contenido de grandes depósitos mineralógicos, guano y salitre; lo hizo realidad sin disparar un solo tiro, pues Bolivia en ese tiempo desgraciado acababa de salir de una serie de calamidades naturales que le dejaron completamente debilitada. Entonces los araucanos, mediante su poderosa flota bélica ocuparon los puertos de Antofagasta, Tocopilla, Cobija y otros dejando desde entonces a Bolivia sin acceso al mar. Tiempo que ya suma 133 años de enclaustramiento.
Bolivia nunca ha dejado de reclamar su legítimo derecho a recuperar su condición de país marítimo y lo ha hecho siempre en cuanto foro internacional se ha tocado el tema, sin embargo, jamás los chilenos han mostrado su arrepentimiento haciendo gala, al contrario, de que la victoria les da derechos inapelables, pues es constante la declaración araucana de que Bolivia debe respetar el Tratado de Paz y Amistad de 1904, donde la nación boliviana entrega a perpetuidad sus territorios del Litoral a la soberanía de Chile. Es así que cuando se reunió la Asamblea de la OEA el año 1979, en la ciudad de La Paz, como nunca la Asamblea por unanimidad aprobó una Resolución histórica que obliga a Chile devolver a Bolivia una salida soberana y útil al océano Pacífico sin compensación territorial. Bolivia nunca hizo uso de la Resolución de la OEA, se supone porque la diplomacia boliviana y los gobiernos nacionales son incapaces de exigir a los araucanos el cumplimiento de esa famosa resolución que ni siquiera se atreven a mencionarla. Ahora, en el presente año está definido que la próxima Asamblea General de la OEA se reunirá en Cochabamba y es entonces la ocasión propicia para que el actual Gobierno masista se organice inteligentemente para hacer que la Asamblea ratifique la Resolución de 1979 para exigir con inteligente firmeza diplomática, la ejecución de dicho mandato resolutivo y de una vez por todas se destierre para siempre la especulación gubernamental del Estado chileno de que: “el problema marítimo boliviano es una cuestión binacional”, pues el encierro boliviano es un problema de solidaridad de todas las naciones del continente americano y de justicia universal, por otra parte, otra nación directamente involucrada es Perú.
Asimismo, cabe recordar a la diplomacia boliviana que la Corte Internacional de La Haya, a la cual piensa acudir el Gobierno pidiendo la anulación del Tratado de 1904, la dicha Corte no extingue tal tratado por la cláusula lc. rebus sic estantibus.
Es importante conocer que una Convención de la ONU, en 1966, concede mar con “cuasi soberanía” o soberanía administrativa a los 15 países del mundo que nacieron sin mar, a fin de que operen flotas navieras mercantes propias.
Por último, la única posibilidad real de que Bolivia recupere su acceso soberano al mar es que demande a Chile ante los organismos internacionales de justicia y ante la ONU haciendo conocer con documentación verdadera que Chile usurpó el Litoral boliviano mediante un acto absolutamente delictivo de invasión sin justificación ninguna por lo que la indebida apropiación es absolutamente contraria a las leyes internacionales por lo cual Bolivia merece una indemnización justa y una devolución de dos puertos útiles sobre el océano Pacífico.
Bolivia nunca ha dejado de reclamar su legítimo derecho a recuperar su condición de país marítimo y lo ha hecho siempre en cuanto foro internacional se ha tocado el tema, sin embargo, jamás los chilenos han mostrado su arrepentimiento haciendo gala, al contrario, de que la victoria les da derechos inapelables, pues es constante la declaración araucana de que Bolivia debe respetar el Tratado de Paz y Amistad de 1904, donde la nación boliviana entrega a perpetuidad sus territorios del Litoral a la soberanía de Chile. Es así que cuando se reunió la Asamblea de la OEA el año 1979, en la ciudad de La Paz, como nunca la Asamblea por unanimidad aprobó una Resolución histórica que obliga a Chile devolver a Bolivia una salida soberana y útil al océano Pacífico sin compensación territorial. Bolivia nunca hizo uso de la Resolución de la OEA, se supone porque la diplomacia boliviana y los gobiernos nacionales son incapaces de exigir a los araucanos el cumplimiento de esa famosa resolución que ni siquiera se atreven a mencionarla. Ahora, en el presente año está definido que la próxima Asamblea General de la OEA se reunirá en Cochabamba y es entonces la ocasión propicia para que el actual Gobierno masista se organice inteligentemente para hacer que la Asamblea ratifique la Resolución de 1979 para exigir con inteligente firmeza diplomática, la ejecución de dicho mandato resolutivo y de una vez por todas se destierre para siempre la especulación gubernamental del Estado chileno de que: “el problema marítimo boliviano es una cuestión binacional”, pues el encierro boliviano es un problema de solidaridad de todas las naciones del continente americano y de justicia universal, por otra parte, otra nación directamente involucrada es Perú.
Asimismo, cabe recordar a la diplomacia boliviana que la Corte Internacional de La Haya, a la cual piensa acudir el Gobierno pidiendo la anulación del Tratado de 1904, la dicha Corte no extingue tal tratado por la cláusula lc. rebus sic estantibus.
Es importante conocer que una Convención de la ONU, en 1966, concede mar con “cuasi soberanía” o soberanía administrativa a los 15 países del mundo que nacieron sin mar, a fin de que operen flotas navieras mercantes propias.
Por último, la única posibilidad real de que Bolivia recupere su acceso soberano al mar es que demande a Chile ante los organismos internacionales de justicia y ante la ONU haciendo conocer con documentación verdadera que Chile usurpó el Litoral boliviano mediante un acto absolutamente delictivo de invasión sin justificación ninguna por lo que la indebida apropiación es absolutamente contraria a las leyes internacionales por lo cual Bolivia merece una indemnización justa y una devolución de dos puertos útiles sobre el océano Pacífico.
miércoles, 15 de febrero de 2012
Fiel a su tradición los jóvenes de Cochabamba rindieron homenaje a los héroes de la Guerra del Pacífico concurriendo a la Plaza Cobija con fervor cívico
Con el fin de preservar la memoria histórica, el Comité Pro Mar Boliviano realizó ayer un acto cívico de recordación de la invasión chilena del 14 de febrero de 1879 al entonces puerto boliviano de Antofagasta.
La actividad se cumplió por la mañana en la plazuela Cobija. Contó con la participación de representantes del Servicio Departamental de Educación (Seduca), las Fuerzas Armadas, y de diversas unidades educativas, como el Avaroa, Litoral y Cobija, entre otras.
El secretario general del Comité, Arturo Bustamante, manifestó que la actividad, realizada anualmente por su entidad, tuvo el objetivo de que “la población no olvide esta fecha”, cuya conmemoración generalmente se pierde en medio de los festejos del Carnaval.
En este marco, se leyeron reseñas históricas de “la invasión de los chilenos contra nuestro país”, y se difundieron mensajes de aliento a la demanda marítima nacional, que exige la recuperación del territorio usurpado.
Bustamante lamentó la ausencia de las principales autoridades del departamento al acto, a quienes se les cursaron invitaciones con anticipación.
Por otro lado, adelantó que el Comité Pro Mar prepara una serie de actividades cívicas, en colegios y espacios municipales, hasta el 23 de marzo (Día del Mar) y después de esa fecha, para continuar con su propósito de preservar la memoria histórica.
Bustamante invitó a las personas e instituciones que deseen sumarse a los actos, a visitar las reuniones en el Club Social, que se efectúan los martes desde las 19:00 horas.
NAVAL La Escuela Naval Militar izó el martes la tricolor nacional a media asta y con crespón negro para recordar los 133 años de la invasión chilena a los territorios marítimos con los que Bolivia nació a la vida independiente.
"Recordamos los 133 años de aniversario de la lamentable invasión chilena a las costas bolivianas del océano Pacífico, sobre todo, Antofagasta", expresó en La Paz el jefe del Cuerpo de Cadetes, Cap. Renán Guardia.
Explicó que izar la tricolor nacional a media asta se orienta a recordar el trágico acontecimiento de 1879, y el crespón negro es para perpetuar la memoria de los héroes que ofrendaron sus vidas para defender el territorio nacional.
INJUSTICIA El titular de la Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima (Diremar), Juan Lanchipa, aseguró que la invasión a Antofagasta consumó “el hecho más injusto en Latinoamérica”.
"1879 viene a ser ese año en que se consuma el hecho más injusto y más grave en Latinoamérica, el enclaustramiento geográfico que priva a Bolivia del acceso soberano al océano Pacífico", manifestó.
Señaló que gran parte del territorio nacional, ubicado en la costa, que fue cercenado por Chile, fue ambicionado muchos años antes de la invasión.
La actividad se cumplió por la mañana en la plazuela Cobija. Contó con la participación de representantes del Servicio Departamental de Educación (Seduca), las Fuerzas Armadas, y de diversas unidades educativas, como el Avaroa, Litoral y Cobija, entre otras.
El secretario general del Comité, Arturo Bustamante, manifestó que la actividad, realizada anualmente por su entidad, tuvo el objetivo de que “la población no olvide esta fecha”, cuya conmemoración generalmente se pierde en medio de los festejos del Carnaval.
En este marco, se leyeron reseñas históricas de “la invasión de los chilenos contra nuestro país”, y se difundieron mensajes de aliento a la demanda marítima nacional, que exige la recuperación del territorio usurpado.
Bustamante lamentó la ausencia de las principales autoridades del departamento al acto, a quienes se les cursaron invitaciones con anticipación.
Por otro lado, adelantó que el Comité Pro Mar prepara una serie de actividades cívicas, en colegios y espacios municipales, hasta el 23 de marzo (Día del Mar) y después de esa fecha, para continuar con su propósito de preservar la memoria histórica.
Bustamante invitó a las personas e instituciones que deseen sumarse a los actos, a visitar las reuniones en el Club Social, que se efectúan los martes desde las 19:00 horas.
NAVAL La Escuela Naval Militar izó el martes la tricolor nacional a media asta y con crespón negro para recordar los 133 años de la invasión chilena a los territorios marítimos con los que Bolivia nació a la vida independiente.
"Recordamos los 133 años de aniversario de la lamentable invasión chilena a las costas bolivianas del océano Pacífico, sobre todo, Antofagasta", expresó en La Paz el jefe del Cuerpo de Cadetes, Cap. Renán Guardia.
Explicó que izar la tricolor nacional a media asta se orienta a recordar el trágico acontecimiento de 1879, y el crespón negro es para perpetuar la memoria de los héroes que ofrendaron sus vidas para defender el territorio nacional.
INJUSTICIA El titular de la Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima (Diremar), Juan Lanchipa, aseguró que la invasión a Antofagasta consumó “el hecho más injusto en Latinoamérica”.
"1879 viene a ser ese año en que se consuma el hecho más injusto y más grave en Latinoamérica, el enclaustramiento geográfico que priva a Bolivia del acceso soberano al océano Pacífico", manifestó.
Señaló que gran parte del territorio nacional, ubicado en la costa, que fue cercenado por Chile, fue ambicionado muchos años antes de la invasión.
jueves, 9 de febrero de 2012
Los Tiempos apoyó abiertamente al Comité Pro Mar presidido por Gaby de la Reza, que publicó en 1976 sendo manifiesto rechazando la oferta mapocha de un corredor al mar.
Aquel 14 de febrero
Mauricio Aira
Se respiraba un aire raro mezcla de optimismo y de penumbra. Había pasado un rato desde cuando el Plenipotenciario Guillermo Vea Murguía regresara de Santiago y señalando su carpeta de viaje “traigo aquí la salida al mar” y desde aquel momento una febril actividad irradió desde la Cancillería. Había que socializar el conteniendo de la propuesta chilena dispuesta a ceder una costa marítima soberana, unida a Bolivia por una faja (corredor se llamó siempre) territorial igualmente soberana.
Reiteraba Chile en famosa comunicación de Pinochet a Bánzer la cesión de una franja de territorio al norte de Arica hasta la línea de la concordia teniendo como norte la frontera con Bolivia y al sur la quebrada de Gallinazo. Bolivia cedería a cambio un territorio limítrofe con Chile de igual extensión en calidad de compensación al área de tierra y mar concedida por Chile.
Sendas comisiones organizó el Canciller para estudiar uno tras otro los 18 acápites del memorándum. Al parecer las FFAA y las agrupaciones políticas que apoyaban a Bánzer habían aceptado la propuesta y los expertos explayaban respuestas concretas hasta que una frondosa delegación de notables presididos por Gaby de la Reza se hizo presente en La Paz a invitación expresa del Presidente y los cochabambinos del Gabinete entre ellos Jorge Rojas Tardío para analizar el texto mismo de La Moneda, transportada en aeronaves muy temprano de mañana.
Diversas publicaciones de los protagonistas del encuentro han enfatizado dos puntos de la proposición. El cuarto que puntualizaba: “Bolivia renuncia para siempre y en forma solemne a su doctrina de –reivindicación- y proclama su adhesión al pacto”. Es claro que Cochabamba rechazó de inmediato el desmedido condicionamiento que tenía que ver con la dignidad, la justicia y el permanente ideal de retorno al mar sin condiciones. El punto once, preveía que el canje debía efectuarse con tierras altas de Potosí, ricas en minerales de alto valor estratégico. Ningún potosino estaba dispuesto siquiera a considerar tal exigencia. Más de un líder cívico potosino retrucó “antes pasarán sobre nuestros cuerpos sin vida que ceder un metro a los chilenos”.
Los Tiempos ha mantenido desde siempre la línea reivindicacionista por lo que ofreció en forma generosa todo su respaldo a las actividades del Comité Pro Mar fundado por la patricia Gaby de la Reza conocida por su celo patriótico y su vocación marítima, nada extraño que por mediación de su codirector Julio César Canelas ofreciera su edición del 14 de febrero de 1976 al análisis de la propuesta y las respuestas de los ciudadanos. El Pro Mar ofreció un pronunciamiento que Los Tiempos publicó en toda una página con valentía y coraje. El rechazo a la propuesta que comparó “con un plato de lentejas” y con “las migajas de la mesa del rico Epulón” lo que no gustó para nada al amigo de Pinochet que ordenó al General Azero comandante de la VII División de Ejército una pronta investigación de la autoría y las vinculaciones del organismo cívico con agrupaciones peruanas.
El cronista fue citado al despacho del General Azero quien sin dejar de lado su proverbial amabilidad le increpó duramente por la producción de aquel documento. “No se trata de expresiones personales, es el pensar de todo el Comité” respondió matizando el grave error que significaría aceptar sin más la propuesta del General Pinochet.
Mucho más tarde supimos que Azero representó ante el Jefe de Estado la naturaleza patriótica del Comité Pro Mar y su absoluta prescindencia de ninguna vinculación política y menos con el Perú.
Poco después de aquel “14 de febrero de 1976” muy a sotto voce, la Cancillería peruana a nombre de su Gobierno, firmante del tratado de Paz y Amistad, desbarató los planes de ambos militares con un argumento muy simple “Chile no puede ceder a Bolivia territorios que no le pertenecen”, con lo que se cumplía el axioma “Perú tiene la llave del candado con que Chile cerró la puerta al mar para Bolivia”
sábado, 4 de febrero de 2012
Freddy Flores de OPINION nos recuerda que "el vencedor" le impone sus razones "al perdedor" como ocurrió con la Guerra del Pacífico
Al hacer un recuento sobre hechos jurídico políticos en los que incursiona el Estado boliviano, encuentro en este día algo relevante, es cuando el Poder Legislativo de Bolivia aprueba con la Ley del 4 de febrero de 1905 el Tratado de Paz y Amistad firmada en Santiago de Chile el 20 de octubre de 1904 -tratado por el cual se da fin a la guerra del Pacífico de 1879 a 1883 y Bolivia pierde definitivamente su acceso al mar-, a la vez, ratificadas por los gobiernos de Bolivia el 10 de marzo de 1905 y de Chile el 5 de febrero de 1905.
Un tratado es un acuerdo entre sujetos o actores internacionales que son los Estados; sin embargo, cuando se trata de convenios tras una guerra éstos, normalmente, son firmados bajo criterios y cánones que impone el vencedor. Innegable, la historia de la guerra así lo sustenta. En lo que nos atañe sucedió aquello.
A propósito, veamos lo que dice Aguiles Vergara Vicuña, patriota chileno de estirpe nacionalista, quien de propia estimación hace crítica respecto la firma del Tratado, expone en su obra: Mar nexo de paz entre Chile y Bolivia: “Incuestionablemente cualquiera sea la acepción que en Chile exista sobre la razón y justicia de la demanda boliviana, el hecho tangible y evidente será que éste país defenderá el producto de su victoria y que no permitirá sin ser vencido o arrasado, una forzada brecha de solución de continuidad en su territorio. Y si en tal solución se persiste se haría inevitable lo que por tantas razones convendría evitar: una nueva guerra entre los dos pueblos; y en ese caso hipotético, Bolivia vendría a colocarse en una posición irreal, pues, al exagerar sus expectativas buscando una reparación integral, caería en una pugna sin fin, con peligro de ver malograrse su objetivo lógico y util”. Es ésta la política real, permanente e inmutable que dirige las líneas de acción chilenas con respecto a nuestro derecho al mar.
Es bueno enfatizar, por lo tanto, que en política exterior, las estrategias se mueven sobre tres ruedas, la persuasión para convencer, la disuasión para frenar y la coacción para forzar. Nosotros, no estamos capacitados para combinar estos elementos por la apatía política de fomentar estudios estratégicos y geopolíticos que preparen profesionales aptos para negociar diplomáticamente, no somos capaces de acumular medios para repeler porque desunidos y desapegados al trabajo sacrificado vivimos, sin fuerzas para generar poder seguiremos firmando ampliando nuestro propio sometimiento.
Un tratado es un acuerdo entre sujetos o actores internacionales que son los Estados; sin embargo, cuando se trata de convenios tras una guerra éstos, normalmente, son firmados bajo criterios y cánones que impone el vencedor. Innegable, la historia de la guerra así lo sustenta. En lo que nos atañe sucedió aquello.
A propósito, veamos lo que dice Aguiles Vergara Vicuña, patriota chileno de estirpe nacionalista, quien de propia estimación hace crítica respecto la firma del Tratado, expone en su obra: Mar nexo de paz entre Chile y Bolivia: “Incuestionablemente cualquiera sea la acepción que en Chile exista sobre la razón y justicia de la demanda boliviana, el hecho tangible y evidente será que éste país defenderá el producto de su victoria y que no permitirá sin ser vencido o arrasado, una forzada brecha de solución de continuidad en su territorio. Y si en tal solución se persiste se haría inevitable lo que por tantas razones convendría evitar: una nueva guerra entre los dos pueblos; y en ese caso hipotético, Bolivia vendría a colocarse en una posición irreal, pues, al exagerar sus expectativas buscando una reparación integral, caería en una pugna sin fin, con peligro de ver malograrse su objetivo lógico y util”. Es ésta la política real, permanente e inmutable que dirige las líneas de acción chilenas con respecto a nuestro derecho al mar.
Es bueno enfatizar, por lo tanto, que en política exterior, las estrategias se mueven sobre tres ruedas, la persuasión para convencer, la disuasión para frenar y la coacción para forzar. Nosotros, no estamos capacitados para combinar estos elementos por la apatía política de fomentar estudios estratégicos y geopolíticos que preparen profesionales aptos para negociar diplomáticamente, no somos capaces de acumular medios para repeler porque desunidos y desapegados al trabajo sacrificado vivimos, sin fuerzas para generar poder seguiremos firmando ampliando nuestro propio sometimiento.
viernes, 3 de febrero de 2012
no hay otro demagogo mayor que SEEM. habla del mar, como de la chicha, sin ninguna seriedad, con arengas que no corresponden que lograr susceptibilizar al vecino Chile y las burlas de los entendidos
El presidente Evo Morales convocó ayer a la Armada Boliviana a estar preparada para retornar al océano Pacífico con soberanía, para ello el país aún esperará el acuerdo bilateral con Chile, sin embargo también se prepara la demanda internacional que presentará Bolivia a las tribunales internacionales.
El Jefe de Estado recordó que así como las Malvinas de Argentina fueron arrebatadas por Inglaterra, el Litoral Boliviano también fue arrebatado por transnacionales ingleses con participación de la oligarquía chilena, "por tanto fue una invasión injusta por la fuerza y eso debe ser resuelto", sostuvo el Mandatario.
"Existen dos gestiones para que Bolivia pueda retornar al mar con soberanía, uno por relaciones bilaterales que aún no lo descarto, porque tengo confianza en el presidente y el Gobierno de Chile para que pueda resarcir un daño histórico, y segundo será la demanda internacional a los tribunales que tienen que ver sobre este tema, ese proceso continuará, yo sé que sobre todo los que más sienten por el mar es nuestra Armada, por eso a los comandantes de la Armada decirles que deben estar preparados para navegar nuevamente en el mar, tarde o temprano retomaremos el mar", manifestó Morales en la inauguración del curso operador amazónico en Trinidad.
En la oportunidad, el Mandatario convocó al Parlamento del Perú para que apruebe el convenio firmado con su par Ollanta Humala para que oficiales de la Armada Boliviana puedan realizar prácticas marítimas en costas del puerto de Ilo.
"Saludamos al Gobierno de Perú por las facilidades que nos da para poder entrenar en Ilo, esperamos que el Parlamento peruano pueda aprobar estos acuerdo bilaterales realizados con el gobierno anterior de Alan García como también con el actual presidente, para que nuestra Armada pueda tener un espacio para entrenar en el mar", señaló.
Este 23 de marzo se cumplirá un año de la determinación del presidente Evo Morales de presentar una demanda internacional para tener una salida soberana al Pacífico, sin embargo dicha demanda aún no fue concluida por la Dirección de Reivindicación Marítima (Diremar) encargada de este tema.
Chile y Bolivia han conversado sobre una agenda de 13 puntos que incluye el tema marítimo y que ha sido tratada de forma muy reservada por las cancillerías de ambos países.
Bolivia perdió su acceso al mar tras una guerra con Chile en 1879, conflicto en que además participó Perú, que también perdió parte de su territorio por el sur frente a Chile.
El Jefe de Estado recordó que así como las Malvinas de Argentina fueron arrebatadas por Inglaterra, el Litoral Boliviano también fue arrebatado por transnacionales ingleses con participación de la oligarquía chilena, "por tanto fue una invasión injusta por la fuerza y eso debe ser resuelto", sostuvo el Mandatario.
"Existen dos gestiones para que Bolivia pueda retornar al mar con soberanía, uno por relaciones bilaterales que aún no lo descarto, porque tengo confianza en el presidente y el Gobierno de Chile para que pueda resarcir un daño histórico, y segundo será la demanda internacional a los tribunales que tienen que ver sobre este tema, ese proceso continuará, yo sé que sobre todo los que más sienten por el mar es nuestra Armada, por eso a los comandantes de la Armada decirles que deben estar preparados para navegar nuevamente en el mar, tarde o temprano retomaremos el mar", manifestó Morales en la inauguración del curso operador amazónico en Trinidad.
En la oportunidad, el Mandatario convocó al Parlamento del Perú para que apruebe el convenio firmado con su par Ollanta Humala para que oficiales de la Armada Boliviana puedan realizar prácticas marítimas en costas del puerto de Ilo.
"Saludamos al Gobierno de Perú por las facilidades que nos da para poder entrenar en Ilo, esperamos que el Parlamento peruano pueda aprobar estos acuerdo bilaterales realizados con el gobierno anterior de Alan García como también con el actual presidente, para que nuestra Armada pueda tener un espacio para entrenar en el mar", señaló.
Este 23 de marzo se cumplirá un año de la determinación del presidente Evo Morales de presentar una demanda internacional para tener una salida soberana al Pacífico, sin embargo dicha demanda aún no fue concluida por la Dirección de Reivindicación Marítima (Diremar) encargada de este tema.
Chile y Bolivia han conversado sobre una agenda de 13 puntos que incluye el tema marítimo y que ha sido tratada de forma muy reservada por las cancillerías de ambos países.
Bolivia perdió su acceso al mar tras una guerra con Chile en 1879, conflicto en que además participó Perú, que también perdió parte de su territorio por el sur frente a Chile.